
17
de Diciembre
de
2015
Act.
15
de Enero
de
2016
"Hay muchos proyectos que se quedan al banquillo del laboratorio porque al investigador le falta espíritu emprendedor". El director de desarrollo de negocio a Biocat , Jordi Fàbrega, se muestra así de autocrític respecto a la emprendeduría en el sector de las ciencias de la vida. Hacen falta puentes entre el investigador y la empresa, lo sabe y lo reconoce, por el que jornadas como la primera edición de la Health & Bio Team Dating son iniciativas que hay que fomentar.
Según Fàbrega, la medida más urgente es hacer salir de los espacios de investigación los proyectos con potencial para llegar al mercado. "Hay que facilitar la transferencia tecnológica del laboratorio al mercado", concreta. Y es que durante el 2015, el sector de las ciencias de la vida ha factuat cerca de 11.500 millones de euros, una cifra que avala el potencial de la investigación en Cataluña y que anima los emprendedores a apostar por este sector.
En Cataluña tenemos 56 centros de investigación sobre ciencias de la vida, 560 empresas, 350 proyectos que pueden llegar al mercado, 6% del PIB catalán... Es una buena situación?
Son buenas cifras, bastante potentes en comparación con otras regiones de Europa, pero siempre es mejorable. Tenemos una base científica muy sólida y ahora hay que ayudar los proyectos que salen del laboratorio para hacerlos llegar al mercado, como también se tiene que hacer crecer las empresas que ya tenemos y que están investigando en nuevos productos, se las tiene que ayudar a crecer. Y a pesar de que cada vez hay más vehículos de inversión, todavía hay una falta de inversión. Estamos intentando atraer inversores otros sectores cabe aquí e inversiones de empresas extranjeras hacia nuestro ecosistema dando a conocer nuestro potencial en todo el mundo.
Con qué otras regiones de Europa nos podemos comparar?
Hay centros y bioregions potentes como Medicon Valley a Copenhage, en el Reino Unido, Alemania, París... Quizás tienen un ecosistema más maduro en el sentido que traen más años trabajando, nosotros somos relativamente jóvenes, traemos sólo 15 años. A pesar de esto, en este periodo hemos avanzado mucho y ahora podemos decir que somos uno de los referentes del sur de Europa. Es cuestión de tiempo que nos situamos en el primer nivel.
Cómo se ha formado todo este tejido en Cataluña?
Tenemos empresas potentes y desde las administraciones públicas ha habido una apuesta muy fuerte en inversión en investigación en ciencias de la vida. Se han creado nuevas infraestructuras necesarias, hay nuevos parques y centros de investigación especializados y han aparecido programas de aceleración; también nuevos vehículos de inversión como business angels y venture capitales. Ahora empezamos a tener los primeros éxitos de pequeñas empresas que nacieron hace 10 o 15 años y han conseguido colaboraciones con fármacos o grandes rondas de inversión. Ahora vemos los resultados del que se ha ido tirando en los últimos años.
Qué porcentaje de la financiación proviene de la administración pública?
En temas de investigación, todavía decimos que dos tercios y es una cifra que intentamos invertir. El ideal sería hacer que fueran dos tercios de inversión privada. Cada vez el sector privado está más implicado porque ve que es un agente clave en la transferencia tecnológica.
El 65% de empresas de la BioRegió trabajan en mercados internacionales. Nacer globales es básico?
Totalmente. En el ámbito de la salud se tiene que nacer con esta concepción global porque Cataluña y España son mercados relativamente pequeños en salud y las tecnologías cada vez están más focalizadas. La población diana cada vez es más especializada y necesitamos la concepción global para poder tener una demasiado critica importando porque el negocio sea rentable y llegar a dar un servicio y producto al ciudadano para mejorar su salud y bienestar.
Costa atreverse a hablar de negocio cuando se vincula con investigación sobre salud?
Tenemos un espíritu tradicionalmente muy emprendedor, a pesar de que en salud cuesta más y es más arriesgado. Un ejemplo son los productos farmacéuticos: necesitan una inversión de tiempo grande y esto es el que a veces a los emprendedores los hace pararse. Pero es un ámbito muy guapo porque tiene una implicación social muy importante. Mucha gente sesuma para poder hacer llegar el producto a los pacientes y ciudadanos. Es un tipo de emprendedor que tiene esta necesidad de generar un beneficio social en su ADN.
Y en cuanto a los inversores, hay alguna diferencia respeto otros sectores? Qué elementos valoran?
La tecnología, si es bastante potente y si está enfocada al mercado; si realmente responde a unas necesidades de los pacientes o el sistema sanitario. También estudia si el equipo tiene habilidades y actitudes y, evidentemente, si el proyecto tiene un regreso, es decir, si es bastante guapo para invertir. El sector es muy amplio, podemos hablar de fármacos, de medical device, de digital health... cada sector tiene un riesgo. Y es cierto que el riesgo que tiene el medical device y el digital health es grande en etapas muy tempranas, pero los inversores cada vez miran más el sector como un buen pool para invertir.
Cómo es actualmente el camino para generar una espín-off?
Todavía tenemos que mejorar en cuanto a cuestiones legales y administrativas. Tenemos trabas y dificultades para ayudar el emprendedor a crear una nueva empresa, constituirla y toda esta parte. En tema más de actitud, ahora ya hemos visto casos de éxito y esto ayuda mucho. Ven un éxito y que hay un regreso después de todo el esfuerzo, cosa que los anima. También empieza a haber muchos programas y jornadas que apoyan, fomentan el conocimiento, y acercan otros agentes hacia el sector y animan los investigadores a emprender. Evidentemente, ahora es más fácil que hace unos años, el sector ha crecido y ha madurado, hay más iniciativas en este sentido.
Cuál es el papel de las universidades y los centros de investigación?
Es muy relevante. Allá hay mucha ciencia y el que tenemos que hacer es ayudar los investigadores porque sean conscientes del potencial del que están haciendo y quieran hacer la transferencia tecnológica hacia el mercado. Igual que en los hospitales, los cuales también son un buen pool de fomento de la innovación.
Una de las novedades de la que más se habla ahora es la eHealth.
Es un tema de futuro por nuestro sector y para otros, las tecnologías de la información e Internet ya se están aplicando a prácticamente todo el mercado. En salud es importante porque en la relación entre el paciente y el proveedor o profesional sanitario todavía hay muchas mejoras a hacer, sobre todo hay de haber una comunicación más fluida. Las herramientas eHealth ayudan bilateralmente, al profesional a conocer al paciente, y al paciente, a conocer su enfermedad, comunicarse mejor con el profesional y ser más autoresponsable.
Cuál será la innovación que veremos primero en las ciencias de la vida?
Se está avanzando mucho en medicina personalizada, en Big Data, en enfermedades minorizadas... Hay muchos sectores que despuntan, y sí que hay unas tendencias a escala internacional, pero definir un ámbito concreto es demasiado difícil, la ciencia y la tecnología avanzan muy rápido.
Según Fàbrega, la medida más urgente es hacer salir de los espacios de investigación los proyectos con potencial para llegar al mercado. "Hay que facilitar la transferencia tecnológica del laboratorio al mercado", concreta. Y es que durante el 2015, el sector de las ciencias de la vida ha factuat cerca de 11.500 millones de euros, una cifra que avala el potencial de la investigación en Cataluña y que anima los emprendedores a apostar por este sector.
En Cataluña tenemos 56 centros de investigación sobre ciencias de la vida, 560 empresas, 350 proyectos que pueden llegar al mercado, 6% del PIB catalán... Es una buena situación?
Son buenas cifras, bastante potentes en comparación con otras regiones de Europa, pero siempre es mejorable. Tenemos una base científica muy sólida y ahora hay que ayudar los proyectos que salen del laboratorio para hacerlos llegar al mercado, como también se tiene que hacer crecer las empresas que ya tenemos y que están investigando en nuevos productos, se las tiene que ayudar a crecer. Y a pesar de que cada vez hay más vehículos de inversión, todavía hay una falta de inversión. Estamos intentando atraer inversores otros sectores cabe aquí e inversiones de empresas extranjeras hacia nuestro ecosistema dando a conocer nuestro potencial en todo el mundo.
Con qué otras regiones de Europa nos podemos comparar?
Hay centros y bioregions potentes como Medicon Valley a Copenhage, en el Reino Unido, Alemania, París... Quizás tienen un ecosistema más maduro en el sentido que traen más años trabajando, nosotros somos relativamente jóvenes, traemos sólo 15 años. A pesar de esto, en este periodo hemos avanzado mucho y ahora podemos decir que somos uno de los referentes del sur de Europa. Es cuestión de tiempo que nos situamos en el primer nivel.
Cómo se ha formado todo este tejido en Cataluña?
Tenemos empresas potentes y desde las administraciones públicas ha habido una apuesta muy fuerte en inversión en investigación en ciencias de la vida. Se han creado nuevas infraestructuras necesarias, hay nuevos parques y centros de investigación especializados y han aparecido programas de aceleración; también nuevos vehículos de inversión como business angels y venture capitales. Ahora empezamos a tener los primeros éxitos de pequeñas empresas que nacieron hace 10 o 15 años y han conseguido colaboraciones con fármacos o grandes rondas de inversión. Ahora vemos los resultados del que se ha ido tirando en los últimos años.
Qué porcentaje de la financiación proviene de la administración pública?
En temas de investigación, todavía decimos que dos tercios y es una cifra que intentamos invertir. El ideal sería hacer que fueran dos tercios de inversión privada. Cada vez el sector privado está más implicado porque ve que es un agente clave en la transferencia tecnológica.
El 65% de empresas de la BioRegió trabajan en mercados internacionales. Nacer globales es básico?
Totalmente. En el ámbito de la salud se tiene que nacer con esta concepción global porque Cataluña y España son mercados relativamente pequeños en salud y las tecnologías cada vez están más focalizadas. La población diana cada vez es más especializada y necesitamos la concepción global para poder tener una demasiado critica importando porque el negocio sea rentable y llegar a dar un servicio y producto al ciudadano para mejorar su salud y bienestar.
Costa atreverse a hablar de negocio cuando se vincula con investigación sobre salud?
Tenemos un espíritu tradicionalmente muy emprendedor, a pesar de que en salud cuesta más y es más arriesgado. Un ejemplo son los productos farmacéuticos: necesitan una inversión de tiempo grande y esto es el que a veces a los emprendedores los hace pararse. Pero es un ámbito muy guapo porque tiene una implicación social muy importante. Mucha gente sesuma para poder hacer llegar el producto a los pacientes y ciudadanos. Es un tipo de emprendedor que tiene esta necesidad de generar un beneficio social en su ADN.
Y en cuanto a los inversores, hay alguna diferencia respeto otros sectores? Qué elementos valoran?
La tecnología, si es bastante potente y si está enfocada al mercado; si realmente responde a unas necesidades de los pacientes o el sistema sanitario. También estudia si el equipo tiene habilidades y actitudes y, evidentemente, si el proyecto tiene un regreso, es decir, si es bastante guapo para invertir. El sector es muy amplio, podemos hablar de fármacos, de medical device, de digital health... cada sector tiene un riesgo. Y es cierto que el riesgo que tiene el medical device y el digital health es grande en etapas muy tempranas, pero los inversores cada vez miran más el sector como un buen pool para invertir.
Cómo es actualmente el camino para generar una espín-off?
Todavía tenemos que mejorar en cuanto a cuestiones legales y administrativas. Tenemos trabas y dificultades para ayudar el emprendedor a crear una nueva empresa, constituirla y toda esta parte. En tema más de actitud, ahora ya hemos visto casos de éxito y esto ayuda mucho. Ven un éxito y que hay un regreso después de todo el esfuerzo, cosa que los anima. También empieza a haber muchos programas y jornadas que apoyan, fomentan el conocimiento, y acercan otros agentes hacia el sector y animan los investigadores a emprender. Evidentemente, ahora es más fácil que hace unos años, el sector ha crecido y ha madurado, hay más iniciativas en este sentido.
Cuál es el papel de las universidades y los centros de investigación?
Es muy relevante. Allá hay mucha ciencia y el que tenemos que hacer es ayudar los investigadores porque sean conscientes del potencial del que están haciendo y quieran hacer la transferencia tecnológica hacia el mercado. Igual que en los hospitales, los cuales también son un buen pool de fomento de la innovación.
Una de las novedades de la que más se habla ahora es la eHealth.
Es un tema de futuro por nuestro sector y para otros, las tecnologías de la información e Internet ya se están aplicando a prácticamente todo el mercado. En salud es importante porque en la relación entre el paciente y el proveedor o profesional sanitario todavía hay muchas mejoras a hacer, sobre todo hay de haber una comunicación más fluida. Las herramientas eHealth ayudan bilateralmente, al profesional a conocer al paciente, y al paciente, a conocer su enfermedad, comunicarse mejor con el profesional y ser más autoresponsable.
Cuál será la innovación que veremos primero en las ciencias de la vida?
Se está avanzando mucho en medicina personalizada, en Big Data, en enfermedades minorizadas... Hay muchos sectores que despuntan, y sí que hay unas tendencias a escala internacional, pero definir un ámbito concreto es demasiado difícil, la ciencia y la tecnología avanzan muy rápido.