Cuando llega Carnestoltes, el mundo se divide en dos: los que los gusta disfrazarse, y los que no. Por supuesto, estos dos grandes grupos de gente se dividen en otros de más pequeños, que van desde los fanáticos de la caracterización hasta los que la desprecien totalmente. Sin embargo, por aquellos que se encuentran en un punto medio y que quizás quieren limitar su aparición en el mundo virtual, a VÍA Emprendida os hemos preparado una compilación de aplicaciones para disfrazaros... virtualmente.
Snapchat
Como pionera en este campo, le corresponde el privilegio de ser la primera. Ya hace tiempo que Snapchat, la aplicación de mensajería para millennials –que poco a poco va cayendo en el olvido–, incorporó máscaras virtuales a sus mensajes de vídeo, que nos permitían convertirnos en una infinidad de personajes.
Para acceder, basta con que ponéis la cámara en modo selfie y mantengáis pulsado el dedo sobre vuestra cara para que aparezcan las diferentes opciones de transformación. Y miradlo a menudo, que van cambiante!
Un golpe hecha la foto o el vídeo, no hace falta que lo enviáis a nadie, podéis tocar el botón de desar que hay a la parte interior izquierda.
Después de que Instagram fusilara los Stories de Snapchat, llegó el turno de las máscaras. Ahora, cuando abrís la cámara para hacer un story y tocáis el pequeño icono con la forma de una cara. A partir de aquí, el funcionamiento es prácticamente igual que el de Snapchat, podéis ir mirando las diferentes opciones.
E igual que en el caso anterior, a la parte inferior izquierda de la pantalla tenéis un icono por desar vuestra creación, en caso de que preferís enviarla por Whatsapp en ninguna parte de publicarla.
MSQRD
El caso de esta aplicación –adquirida por Facebook– es diferente de las anteriores, pues su única funcionalidad es la de añadir máscaras o disfraces a la imagen de la cámara. En este sentido pues, es mucho más sencilla de usar que las anteriores, pues basta con abrirla y seleccionar el filtro que queremos.
Un golpe hecha la foto o vídeo, esta se desarà automáticamente al carrete del teléfono. Esto si, ha caído un poco en desgracia y desgraciadamente los filtros están fuerza desactualitzats.
Este Snapchat chino –o Selfie app, como se autodefine– es bastante desconocido en casa nuestra, a pesar de que este año ha conseguido 50 millones de dólares de inversión de SoftBank. Además de diferentes herramientas de retoque de imágenes dedicadas a hacernos parecer más guapos –o, incluso, más occidentales– y un sistema de mensajería, cuenta con una auténtica infinidad de caras, máscaras y efectos que se actualizan a una velocidad que hace difícil probarlos todos.
Sin embargo, si tenéis tiempo y os entretenéis, hay de absolutamente geniales.
