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Los Estados Unidos legislan para los coches sin conductor

El gobierno norteamericano revisará la normativa para facilitar la entrada al mercado de los vehículos autónomos

Google ha afirmado que incluir controles de conducción podría suponer un riesgo para los ocupantes
Google ha afirmado que incluir controles de conducción podría suponer un riesgo para los ocupantes
quico domingo
Socio y director de Mortensen
12 de Febrero de 2016 - 05:30
Más allá de todas las dudas éticas y tecnológicos que puede suscitar un futuro –cada vez más cercano– repleto de coches sin conductor, una de las grandes incógnitas que todavía quedaban para resolver era si estos vehículos serían legales según las leyes de circulación de cada país donde se comercialicen. En el Estado español, sin ir más lejos, es habitual ver casos como los de Uber o BlaBlaCar como la tecnología avanza mucho más rápido que la ley, provocando a menudo problemas entre las empresas que innovan y los sectores más tradicionales.

En cuanto a los coches autónomos, los Estados Unidos han decidido avanzarse en la tecnología y empezar a legislar al respeto. Así pues, según los reguladores norteamericanos, el coche autónomo de Google puede ser considerado un conductor según las leyes federales del país. Una de las cosas que quitaba el sueño a los responsables del proyecto Google Self-Driving Caro era el hecho que, a efectos legales –o en caso de incidente– alguno de los ocupantes del vehículo –que difícilmente podrían tener ninguna incidencia en la conducción– pudieran ser considerados responsables.

En este caso, los reguladores han declarado estar de acuerdo con Google en el hecho que su coche autónomo no tendrá un "conductor" en el sentido tradicional de la palabra, y de la manera con la cual los vehículos lo han tenido durante más de 100 años. Hay que destacar que este es un paso importantísimo en el camino que hay que recorrer porque este tipo de vehículos –que ya son capaces de funcionar prácticamente a la perfección–, consigan obtener los permisos y certificados necesarios para circular libremente por todo tipos de vías.

Aún así, todavía hay obstáculos que hay que salvar, pues actualmente, por ejemplo, las leyes requieren que los vehículos tengan sistemas de frenada que se activen con el pie del conductor.

En este sentido, Google ha afirmado que el hecho de incluir controles de conducción que permitieran al conductor suprimir las decisiones tomadas por el vehículo podría suponer un riesgo para los ocupantes del vehículo o para terceras personas. Sin embargo, el gobierno norteamericano se ha comprometido a revisar estas normativas y hacerlas más laxas para facilitar la entrada al mercado de los coches autónomos.

De todos modos, las administraciones ya pueden empezar a plantearse que, en un futuro donde los vehículos sean los mismos encargados de cumplir el código de circulación, la recaudación por multas de aparcamiento o exceso de velocidad podría verse reducida hasta la mínima expresión.