El sector de la venta al por menor, más allá de la e-commerce y sus técnicas de marketing o los nuevos conceptos de tienda de Apple, siempre ha sido tradicionalmente poco digital y muy basado en el contacto directo entre el vendedor y el cliente. Sin embargo, al parecer, la firma norteamericana de moda Ralph Lauren tiene ganas de innovar y aplicar la tecnología en los diferentes puntos de su negocio.
Hace poco más de un año, la compañía ya presentó una camiseta diseñada para deportistas que medía la frecuencia cardíaca del atleta que la llevaba. Ahora han ido un paso más allá y han empezado a experimentar un nuevo concepto que podría cambiar el proceso de compra de ropa tal como lo conocemos.
En colaboración con la start-up Oak Labs, la firma de ropa ha anunciado que instalará una serie de probadores interactivos a su tienda principal en New York. Estos probadores tendrán diferentes funciones. De entrada, mediante unos chips RFID colocados a las etiquetas de la ropa, el sistema detectará cuántas piezas trae el usuario que acaba de entrar.
Toda la información a su alcance
Un golpe dentro y gracias a un enorme espejo táctil, el cliente podrá acceder a información, consejos y recomendaciones de expertos sobre qué piezas combinan mejor con aquello que ha elegido. En caso de que necesite otra talla o color,tendrá bastante con seleccionar la pieza correspondiente sobre el espejo y pedir aquello que necesita.
Al mismo instante, un dependiente de la tienda recibirá un mensaje a su dispositivo móvil con la solicitud proveniente del probador, a la cual podrá responder en el momento para que el usuario sepa qué pasa en todo momento.
Si el cliente duda sobre si quedarse o no alguna de las piezas, también será posible enviar las referencias de la ropa que ha elegido directamente a su teléfono móvil y, en caso de que decida finalizar la compra puede pedir que el mismo dependiente vaya al probador a cobrar.
El sistema también puede ser interesante para tiendas con una alta afluencia de turistas, pues toda la información que proporciona –precios, recomendaciones...– puede accederse en diferentes idiomas con un solo toque sobre el espejo.