La carrera para encontrar tratamientos y una vacuna eficaz para luchar contra el coronavirus empezó en el momento en el que se empezaron a detectar los primeros casos de la enfermedad en Wuhan, China. Cada país promueve proyectos de investigación para una mejor comprensión y diagnóstico del virus, además de desarrollar los primeros ensayos clínicos. En este sentido, el ecosistema científico barcelonés es uno de los que lideran las iniciativas.
"Barcelona, con instituciones científicas de primer nivel mundial y un ecosistema tecnológico en eclosión, lidera la cooperación internacional frente a los grandes retos globales como esta pandemia". Lo ha dicho el director ejecutivo de SciTech DiploHub, una entidad público-privada que representa el ecosistema en el exterior, Alexis Roig. En una reunión telemática de coordinación de la Red Internacional de Asesoramiento Científico Gubernamental (INGSA) del Consejo Internacional de la Ciencia (ISC), ha defendido el papel de las universidades, grupos de investigación y empresas biotecnológicas de la capital catalana en la lucha contra el Covid-19.
En la videoconferencia han participado autoridades de más de un centenar de países y regiones, y Roig les ha asegurado que "los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en Barcelona se pondrán a disposició de la comunidad cientímete internacional y de gobiernos de todo el mundo a lo largo de esta semana". Roig ha explicado los proyectos que han surgido desde la ciudad.
Uno de estos es el ensayo clínico que acoge el hospital Trias i Pujol, que evalúa la seguridad y eficacia de un potencial tratamiento para el coronavirus. Es el estudio liderado por Oriol Mitjà, que explica que el ensayo quiere conseguir que se "reduzca la transmisión entre un 15% y un 5%". Este estudio se realiza con la aportación de Gebro Pharma y la Fundación Lucha contra el SIDA. El hospital Clínic también participa en un ensayo, de la empresa Gilead, para desarrollar un antiviral que haga frente a la enfermedad.
Fondos europeos
De los 17 proyectos que financia la Comisión Europea en la lucha contra el coronavirus, cuatro están liderados por centros de investigación, universidades y empresas de Barcelona. Grifols participa en un proyecto, junto con el Barcelona Supercomputing Center, para emplear la computación de altas prestaciones para potenciar el diseño inteligente de fármacos contra el virus. El objetivo es conocer cómo evoluciona el virus, y, por lo tanto, cuáles son las mejores maneras para desarrollar las vacunas.
Por su parte, el Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona estudiará la interacción entre el coronavirus y las células humanas para identificar fármacos que puedan servir para tratarlo. Finalmente, el Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia y la Universitat de Barcelona quieren crear un nanosensor que detecte el virus de manera casi inmediata.
Las startups no han quedado al margen de la lucha. Qiagen, a través de la filial catalana STAT-Dx situada en el Parc Científic de Barcelona, ha desarrollado un kit diagnóstico que detecta el Covid-19 en una hora. La empresa emergente BCN Peptides está desarrollando un agente farmacológico contra el síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS), una de las principales complicaciones asociadas al coronavirus.