• Los estampados del 'vivalavida'

Los estampados del 'vivalavida'

Ernest Costa, de 23 años, es el fundador de la marca de camisetas Costalamel. Esta es la crónica de un joven extraordinario

    Ernest Costa
    Ernest Costa
    Andrea Gómez y Anna Pacheco
    02 de Mayo de 2014 - 05:30

    Ernest Costa, de 23 años, es el fundador de la marca de camisetas Costalamel. Las oficinas de Costalamel son dos mesas (una frente a la otra) dentro de un espacio de coworking cercano al Paralelo. Colgado en la pared, un póster tamaño XL de una chica sonriente y una frase vitalista en inglés. Un perchero clásico de largos barrotes da la bienvenida al espacio de trabajo. Las camisetas Costalamel -una firma de moda con sello catalán- cuelgan con gracia y dan ganas de tocarlas, todas. Algo más al fondo, en otra pequeña sala, una persona trabaja con música de fondo. Ernest le saluda. "Hola, hola, que tal?", cosas del coworking. Y nos guía.

    Todo recto, al final del pasillo, cruzando una pequeña galería, se encuentra la puerta de acceso al taller. Un lugar repleto de colores, rotuladores, rotrings de todos los tipos y tamaños. Punta fina, punta gruesa. Unos guantes salpicados de acuarelas. Unas latas vacías de Coca Cuela. Arte abstracto, debe de ser esto. Es como una vieja aula de plástica, con sólo que aquí no pintan alumnas, sino artistas.

    Ernest Costa Costafreda, leridano de 23 años, no tarda a corregir: "Yo no me considero artista, ni ilustrador, ni nada de esto". Todo se le hace demasiado grande. A Ernest le gusta dibujar, le gusta la moda y pasar largas horas en bucle navegante por Tumblr (paraíso de los diseñadores) y páginas webes de moda como Hype o A Question Of. Y de este modo podría pasarse horas. De clic a clic, de foto bonita a otra todavía mejor.

    Ernest A y B
    Pero entonces, que hace una persona tan rebosante de creatividad con el título de ADE? Fue un accidente? Ernest lo niega. Para él, la carrera no fue ningún error. Gracias a esto sabe hacer Excelso nivel experto y controla con una precisión matemática las entradas y salidas y qué productos se venden más y qué menos. (Básico para emprender y poder pagar la calefacción a final de mes, recordadlo a fuego).

    "Todas estas cosas no son tan divertidas de hacer, pero las sé hacer y reconozco que es muy útil", nos explica mientras nos muestra una mesa que resume todos los movimientos desde la fundación de Costalamel, en octubre del pasado año. Para estas cosas, él es así, muy cuadriculado, amigo de la orden. "Aunque en mi vida normal soy mucho más disperso, además yo no me veo yendo a trabajar cada día con vestido a un despacho o algo así".

    Ernest (Cara A) llega al trabajo hacia las 9:00 horas y, normalmente, dedica las mañanas a hacer las tareas más aburridas (control, ventas, stock, hablar con distribuidores…) mientras que Ernest (Cara B) sale a pasear por las tardes, visitar tiendas, inspirarse con música como Coldplay o Manel o viendo fotos en Internet. Y no malpensen. "Una vez vi una foto de una chica con una corona de flores preciosa y la dibujé. Resulta que colgué la ilustración en mi Instagram y ella, que es una chica catalana, se reconoció y le encantó verse". La ha invitado que se pase por las oficinas porque se traiga su dibujo, puesto que lo ha convertido en su musa improvisada.

    En otra ocasión, descubrió una foto de una chica norteamericana en un Tumblr, con tatuajes y un moño, que le transmitía paz y muy buen rollo. Qué hizo? Dibujarla. Pidió permiso, pero tardó meses a contestar "Yes, it's me, it's me!". Ernest le pasó una imagen de cómo había quedado su cara estampada en una camiseta con una frase de Frida Kahlo ("Y paint flowers/ sonido they will not die") y la chica, tan contenta.

    Pero no solamente se inspira con gente de carne y hueso, también con personajes de ficción, como esta camiseta dedicada a Amelie, un personaje que le fascina, aunque la película en si tampoco le guste tanto. La inspiración le llega de todos los caminos posibles, menos con presión. Ella viene a él y no al revés. Y mucho mejor si está solamente, con música y por la tarde. Ernest se levanta y va a buscar una carpeta con todo tipo de dibujos variopintos (algunos inconclusos, a lápiz, coloreados)… incluso una ilustración de Mariah Carey, a pesar de que lo odia. También hace mucho esto de "dibujar para dibujar" y después él mismo -su cabeza más crítico- filtra las que son buenas o pueden servir para la colección.

    Vimeo, Facebook, Instagram
    Y es que las colecciones de Costalamel están muy meditadas. No le gusta hacer las cosas al tuntún, sino que el proceso es mucho más preciso. "Me gusta tener muy claro el concepto de la marca". Por fases: primero, Ernest piensa cuál será el leitmotiv, es decir, la historia (flores, animales, frutas, personas) y modelos (manga corta, tirantes, bolsillo sí, bolsillo no).

    Después, la aplicación gráfica, es decir, empieza a dibujar en función del concepto previamente creado. Para las sesiones fotográficas más del mismo. Él asume el rol director de arte y confecciona el Mood Board, en otras palabras, recortes de cosas, fotos, objetos e imágenes evocadoras, que tienen que servir de inspiración al fotógrafo. Pero es que él además es quien escoge a los modelos, decide como van a vestir, qué hay que transmitir, cuando hay que levantar la pierna; incluso se encarga del grafismo (miráis su página de Facebook, de lo más bonita que la tiene para indicar la tienda online, Vimeo e Instagram).

    El hecho que use palabras muy técnicas ya dice mucho de él. Bien, y del mucho que le ha servido el programa de posgrado de Brand Meaning Management 3.0. Aunque tiene sólo 23 años (y dice que le falta "mucha experiencia") sorprende la seguridad como explica qué falta y que sobra a su negocio. "Creo que es muy importante tener un mensaje detrás tu marca y saber comunicarlo, no creo que Custo Barcelona sea lo mejor diseñador, pero Julia Roberts trajo una camiseta suya en Novia a la fuga (Garry Marshall, 1999)" explica.

    Sabe que tiene que empezar a mover su marca a ferias, fiestas, trucar a un lado y el otro. También sabe que son muy importantes eld famosos gurús de Internet (denominadas influencers, egobloggers para los amigos), personas con tropecientos mil seguidores en Instagram, blogs diversos, se hacen fotos con gusto y retratan sus estilismos. Pieza que tocan, pieza que se convierte automáticamente en popular, como Anna Ponsa (con esta camiseta de Costalamel) o Milagros Plaza, más conocida como Styleinlima.

    Y después el artesanal y el handmade, que sí, que todos sabemos que está mucho moda, pero en Costalamel no lo hacen porque sí o para subir al carro. El proceso de hacer una camiseta, para ellos se convierte en todo un ritual. Y, si no os lo creáis, miráis este vídeo maravilloso.

    Costalamel es Ernest Costa, pero son muchas personas más, que van desde Raquel (22 años, RR.PP y redes sociales) hasta Juanjo (21 años, que ayuda en la parte de números). Y después, los proveedores: Laia (patrones), Carme (confección), Pere (tejidos) y Lara Costa Costafreda, que además de su hermana artista, es licenciada en moda, y le ayuda con consejos y recomendaciones de hermana mayor.

    Cinco meses después del nacimiento de la marca, ahora quiere difundirla (y su filosofía) entre varias tiendas y portales de diseñadores emergentes como Nuovum o Trendzo . "La marca es también un reflejo de la situación actual y como tenemos que combatirla: siendo nosotros mismos y con una actitud optimista y joven". Costalamel solo remiteix a cosas buenas, y de aquí el nombre. Costa (su apellido) "la miel" (la miel), una expresión que Ernest y sus amigos solían usar para referirse a cosas que le gustaban mucho tipo: "Esta canción es la miel!" o "Esta chica es la miel!". Y hasta aquí ha llegado. 

    Back tono the classics
    Sus camisetas, y también gorras, ya se pueden encontrar en algunos puntos de venta físicos, tiendas modernillas, no lo negamos, como en Flamingos Gallery y Bodo , en Barcelona, o Innovación , en Lleida. "Vender en tiendas te ayuda a darte a conocer más, pero también es muy complicado para diseñadores emergentes. Te obliga a tener una previsión de colecciones a un año ver y un stock mayor", cuenta y esto es un poco imposible ahora que solamente hace una producción a medida y a pequeña escala.

    Además, las tiendas se llevan buena parte y esto le obliga a incrementar el precio de las camisetas. A largo plazo, su meta es dejar de depender de intermediarios –un poco "los malos" de la película– y poder tener un tienda de Costalamel. También le gustaría estar en el Market Place de Ases, el espacio para creadores independientes de una de sus tiendas favoritas. Y quien no estima Ases, no?

    A Ernest se le ve un tipo presumido. De los que se fija en los looks, en la gente paseando, en las chicas en el metro. Le gusta vestir a la moda. Con 15 años dijo que nunca traería Converso y, ya voces tú, al final acabó para no quitarlas. Ahora reniega un poco de las cangrejeras reinventadas -último grito en xancletes para este verano. Back tono the classics, como siempre- y Ernest dice que no le gustan, pero que mejor no le preguntamos en cuatro meses por si acaso.

    De este modo nos despedimos, hablando de moda. Enseñándonos tejidos y un avance de la nueva colección. Piñas, muchas piñas. Salimos saciadas de ver flores y frutas y colores refrescantes y animales y tigres y frases alegres de ponernos contentos. Ernest ya lo dice, que Costalamel "es mucho la primavera", así que nos llevamos la primavera a cuestas, con una de sus camisetas. 

     


    La sección Jóvenes Extraordinarios es una colaboración con el proyecto Jóvenes (sobre)salientes