• Los hombres que capturan 'sí-vulls'

Los hombres que capturan 'sí-vulls'

Xavi Rubis y Angel Almendros, 24 y 22 años, han creado su propia empresa de fotografía especializada en casamientos

Los creadores de EFEDOS
Los creadores de EFEDOS
Andrea Gómez y Anna Pacheco
10 de Octubre de 2014 - 05:30
Son lo Xavi y Angel. Angel y Xavi. Ha pasado media hora y todavía es difícil distinguir quién es quien, porque no callan, no se paran ni para respirar. Hablan emocionados del que ellos denominan su pasión, "no es un trabajo". Capturan momentos especiales a los casamientos bajo el nombre de EFEDOS. De ellos dicen que son sociables y habladores. Nosdamos cuenta, de esto. Los encanta la comida bien, así en mayúsculas, y los casamientos son un buen lugar de degustación. En la última los sorprendieron con comer japonés -cosas de la globalización, que no se para ni en ritos sagrados. Rompen el esquema del emprendedor: ni móvil, ni Internet; su gran drama sería vivir sin una cámara cerca. Una cosa lógico cuando desde los ocho años andan enganchados a ella.

La historia empieza en una gasolinera. Rebobinamos, antes de que parezca el guion de una película de serie B. Son hijos de fotógrafos de boda, sí, los dos. Pero en formato y formación diferente. El padre de Ángel era un fotógrafo de los de-toda-la-vida, de los de varios vestidos al armario, cámara, coche y aparecer el día de la boda a la puerta de la iglesia. De vez en cuando se llevaba el niño, que resulta que le salió con más propensión a enfocar y disparar que no a chutar la pelota. Así, con 8 años, Ángel con su vestido de primera comunión se colaba junto a su padre, e iba de mesa en mesa pidiendo a la gente que sonriera. "Tiene que ser el hijo de Carmen", pensaba la gente. Después estas fotos estaban al álbum oficial. Algo más crescudet empezó a trabajar de forma seria junto a su padre, pasaron a ser dos.

Xavi explica que en su haber hay más de 1.000 casamientos, lo dice sonriente, y cómo si fuera muy normal encontrarse un hombre con tal bagaje en blondes, ramos y besos ante el altar. Hijo de fotógrafo también, pero en este caso de empresario de fotografía de boda. Que son palabras mayores. El que el propio hijo denomina "una empresa de batalla, de hacer dinero". Y si hay dos casamientos en un mismo día, pues se hacen, que las cuentas lo agradecen. Y en una de esta boda uno de los fotógrafos se rompe una pierna. Y desesperación. Llamada de teléfono , y quien hay al otro lado? Angel. Y uno "te necesito mañana con tu cámara". Y al ser uno de Alella y el otro de Sabadell, esto los obliga a quedar para tomar el café a la gasolinera de la C-58 (se toman cafés en gasolineras?). Y cerramos la historia .

En esta mesa de taburetes enganchados en al tierra -os estáis imaginando la gasolinera, no?- en medio de la C-58 se habló de todo menos de los casamientos del día siguiente. Comparten muchas cosas, pero sobre todo el amor para hacer las cosas bien, los detalles, lo querer hacer cosas diferentes. Empiezan a trabajar juntos, en el principio bajo el paraguas del padre de Xavi, lo cual supone que uno trabaje para el otro. Y hacen casamientos como ellos NO los gusta: reportajes clásicos, foto a la puerta de la iglesia, al altar, y de parejas sentadas a la mesa con el plato de langostinos delante. Un aburrimiento. Pero empiezan a arriesgar un poco en algunos casamientos. Y si fotografiamos el beso del padre a su hija justo antes de entrar a la iglesia? O los primos que se dan la mano durante la ceremonia? O este abrazo entre amigas mientras suena La Bamba?

Cierra la empresa del padre -otra más- y aquí por primera vez cerrar un negocio supone alas para otro. Empiezan juntos EFEDOS, y a principios del 2012 tienen sus primeras bodas. Y desde entonces no los ha faltado trabajo, han hecho unos veinte casamientos, y porque no hay más fines de semana al año. Y por el que viene todo completo. Quieren que las parejas los busquen porque son diferentes. No son fotógrafos al uso, son unos invitados más pero con un objetivo más grande. No entienden los fotógrafos que se quejan de esta nueva generación donde todo el mundo es fotógrafo (hola, Instagram). A ellos los encanta que todo el mundo pueda retratar sus momentos. Y son de los que en mitad de un casamiento dejan la cámara a un lado para coger el iPhone de la cuñada, hacer la foto de grupo y poner el filtro X-Pro II.

Viven cada casamiento como si fueran al suyo. Conocen los novios a la perfección, acaban siendo sus amigos, sus terapeutas. "Cuando nos vienen a ver las parejas no encuentran dos comerciales, dos empresarios, somos Angel y Xavi y el mejor es que acabamos siendo muy amigos". Tienen por costumbre hacer grupos de WhatsApp con los novios. Y Ángel explica sin sorpresa como una novia el día antes de casarse le escribía "Tengo que hablar contigo, porque con el Lolo no puedo, estoy muy nerviosa". Y comparten los preparativos desde el inicio. Explican que en los preparativos de una boda la última reunión se alargó tanto que acabaron pidiendo una pizza con los novios. Como viejos colegas. Durante la celebración son los que están más en contacto con ellos, saben como está yendo todo, si falla algo, como andan los nervios, se guinyen los ojos, se dan fuerza. Y esta tranquilidad, este no sentirse modelos de catálogo de supermercado después se ve reflejado en las fotos. En el último casamiento, el de a Ivan y Javi, llegaron a casa a las 11 de la mañana. Los novios cogieron un micro en mitad de la celebración y "Xavi y Angel si no vienen de fiesta no los pagamos". Cámaras guardadas y corbata ligada a la cabeza.

Hay alguien más en el equipo: Adrià Ghiralt, 23 años. Él se encarga de los vídeos, pero no de estos de tres horas que después nadie vuelve a ver nunca más. Sino una mine película de 20 minutos, con música de The XX o cualquier cosa moderna y momentos y recuerdos de la boda. Y es que en cada una de ellas intentan innovar. Están muchas noches -entre Nestea y Nestea- pensante como mejorar, como cambiar y adaptarse a esta nueva pareja de enamorados que ha llegado a la oficina.

Y los padres no caben de orgullo. Al principio con negocios similares cercados se ponían las manos a la cabeza. Pero el tiempo los ha demostrado que hay otras formas de hacer. Ángel explica que ahora su padre está viviendo una segunda juventud. Le enseña como disparar sin flash o los juegos que se pueden hacer sin luz o incluso que se pueden hacer fotos sin poner al jardín! Y es que no se sepierde ni una. En más de un casamiento han visto como la una de la madrugada llegaba el padre de Ángel "dar un golpe de mano". Bien, y a disfrutar del trabajo de estos dos jovencitos. Estos mismos que dejaron la Nintendo y la pelota para perseguir sus padres con una cámara que, en realidad, nunca fue de juguete. Pero ahora sí juegan, juegan a pasar 12 horas de fiesta con gente que es mucho, muy feliz. Y todo porque esta felicidad quede plasmada en un negativo.

La sección Jóvenes Extraordinarios es una colaboración con el proyecto Jóvenes (sobre)salientes.