• "Ningún emprendedor me ha convencido por su currículum"

"Ningún emprendedor me ha convencido por su currículum"

El emprendedor Jordi Priu, cofundador de la firma de inversión 101 Startups, apunta que el más importante es encajar bien "la cultura del fracaso"

    Jordi Priu, CEO del grupo MMM y cofundador de la firma de inversión 101 Startups, a la izquierda de la imagen
    Jordi Priu, CEO del grupo MMM y cofundador de la firma de inversión 101 Startups, a la izquierda de la imagen
    Andrea Rodara
    29 de Diciembre de 2015

    A finales de diciembre, Jordi Priu (@Jordipriu) fue invitado por la plataforma Start-upGrind de Google a dar una charla ante una veintena de emprendedores de Barcelona . Priu es actualmente CEO de Manufactura Moderna de Metales (MMM), empresa familiar de tubos por automoción, con plantas en Molins de Rei, Permanecía y Rusia, y en 2012 creó 101 Startups, una firma de inversión para invertir en capital semilla en start-ups españolas del sector tecnológico o de Internet.

    Una de sus primeras inversiones fue Teambox (hoy Redbooth), la plataforma de gestión de proyectos y compartición de documentos  a la nube creada porelemprendedor Pablo Villalba (@micho), cuando tenía 19 años. 

    "Me defino más como un empresario, como un hombre de negocios, que como un emprendedor"
    Es el primero que dice Jordi Priu antes de empezar a hablar de su experiencia como inversor y como empresario de una pyme catalana del sector automoción, MMM. Según Priu, decir que eres emprendedor es una moda. Por él, se trata más de un espíritu que de una profesión. Y su espíritu emprendedor es el que lo trajo a Rumanía a levantar una planta de MMM y a abrir mercado desde cero. En Rumanía seestuvo tres años. "También hice algunas inversiones inmobiliarias, sin pedir créditos, por suerte", recuerda el actual CEO de MMM.

    El año 2009, al volver de Rumanía, decidió crear la firma de inversión 101 Start-ups, aprovechando los ahorros. "En Rumanía me había ido bien", dice. En aquella época estaba dispuesto a combinado su trabajo de gestión  a la empresa familiar con la de inversor tecnológico. 

    "Me gustan los proyectos de Internet porque tienen el componente global, se pueden internacionalizar"
    "Soy una persona inquieta. Y siempre me han gustado los negocios, verlos crecer", recuerda Priu. El año que fundó 101Start-ups, Priu empezó a asistir a foros de inversión y en uno de ellos escuchó el emprendedorPablo Villalba y le gustó. "Su proyecto (la plataforma Teambox) estaba en una fase muy inicial, pero me gustó porque era un proyecto del sector Internet, y muy exhaustivo.había algunas cosas que no entendía! Pero detecté que los ojos le brillaban, y lo vi clarísimo", comenta Priu. Después de cinco años como inversor, ha aprendido algunas lecciones a la hora de invertir. 

    "Hoy quizás no volvería a invertir en un proyecto con sólo una sola persona detrás", apunta. El empresario catalán tiene muchos claros cuáles son ahora sus criterios de inversión en un proyecto. El primero, el equipo. El segundo, que sea escalable. Y el tercero, que sea innovador en el ámbito tecnológico, y por lo tanto, difícil de copiar.

    "Antes de intentar levantar una ronda de inversión, aconsejo que los emprendedores utilicen todos los recursos a su alcance: familiares, amigos. Y que avancen al máximo en su projecté, en el prototipo, las métricas... El inversor valora que el emprendedor sepa defender su proyecto, conozca bien su mercado", advierte el fundador de 101 Startups.

    "También nos gustan mucho los proyectos referenciados por alguna aceleradora, como Wayra. Las aceleradoras actúan como filtro", concluye. Además, "nosotros ofrecemos una actitud muy cercana al emprendedor, el tiempo y los consejos que dedicamos al proyecto van dentro de nuestro paquete como inversor y accionista", explica Priu. A pesar de que a los inversores españoles se los critica todavía para estar demasiado obsesionados con los resultados a corto plazo, Priu defiende que ellos son diferentes."He invertido en proyectos que sabía que a corto plazo no facturarían nada. A mí me interesa el largo plazo, creo que esto tiene que ver porque provengo de la cultura industrial. Tengo paciencia", dice el creador de 101 Start-ups.

    El fondo está formado por 12 socios, la mayoría de los cuales conoció haciendo un máster al ISDI (Insitut por Desarrollo de internet). "Es cierto que en España los inversores tienen menos cultura de riesgo", admite el inversor. También hay un tipo "de efecto dominó": si un inversor invierte en un proyecto, después todosvan detrás", dice. Aún así, Priu admite que "se está creando un ecosistema emprendedor potente", cuando menos en Barcelona, con casos de éxito como Privalia. Él todavía está esperando su turno. 

    "Hace cuatro años que invierto, pero todavía no he vendido ninguna participación". Todavía no he liquidado Así que ni yo puedo decir si he tenido éxito o he fracasado", bromea. Los inversores, igual que los emprendedores, tienen que encajar la cultura del fracaso, porque sólo con la experiencia se aprende. "De momento, ningún emprendedor me ha convencido por su currículum académico. Uno de los aspectos que más valoro es que haya vivido fuera", dice Priu. También le gusta preguntarlos cómo se ven en 3 o 5 años, y si conocen bien su mercado. 

    "Los emprendedores tienen que luchar a muerte por su proyecto"
    La suya es casi una advertencia: "Tienen que saber qué están negociando y por qué quieren el dinero", aconseja Priu a la hora de ponerse a negociar con un inversor – un futuro accionista a su empresa. Priu advierte "no firmar según qué cláusulas que puedan comprometer el futuro de la compañía. "Es un pacto de socios ", recuerda."Por ejemplo, yo nunca firmaría una cláusula que implicara consultar el accionista según qué decisiones del día a día de la empresa", concluye.