2020: De crisis en crisis

El abril de 2013, ahora hace 7 años, se conocía que la tasa de paro española había llegado al 27,16%, se lograba la vergonzosa cifra de 6.202.700 personas sin trabajo. La persistente destrucción de tejido económico, explicitada con el incremento del paro quedaba a la vez reflejada, a final de año, con una caída del PIB del 1,4% respecto del año anterior. El año 2013 fue un año llevar, pero representar el fin del largo periodo de gran recesión global iniciado el 2008 por la quiebra de Lehman Brothers. El 2014 el PIB de España creció un 1,4% y el paro se redujo en 477.900 personas (tasa de paro 23,7%). Así pues, ahora hace 7 años, se iniciaba el camino de la recuperación y de pasar página de la pesadilla que fue la gran recesión.

Ahora, el 2020, de nuevo nos encontramos inmersos en una nueva pesadilla a raíz del coronavirus SARS-CoV-2. El coronavirus esta poniendo en riesgo la vida de millones de personas en todo el mundo, y lo seguirá haciendo mientras no se disponga de una vacuna. La crisis sanitaria inevitablemente está aconteciendo económica. Todas las proyecciones, que son diversas y cambiantes, indican que estamos a las puertas de una nueva recesión, de impacto global, que destruirá importantes partes del tejido productivo, puede destruir millones de puestos de trabajo y generar una crisis social más intensa que la gran crisis financiera de hace 12 años.

"Hay que actuar con rapidez para disminuir el impacto negativo, preservando la continuidad de las empresas posibilitando la disponibilidad de liquidez"

Parec eurgente actuar con rapidez para disminuir el impacto negativo, preservando la continuidad de las empresas posibilitando la disponibilidad de liquidez y que no se rompa la secuencia de cobros y pagos, facilitando el mantenimiento de los puestos de trabajo y asegurando ingresos a las familias y, a la vez, repensar y poner en marcha las actuaciones encaminadas a construir una economía realmente fuerte, basada en un modelo industrial 4.0, en la innovación, al potenciar la formación, al lograr en 5 años el 3% en I+D+i, y al desplegar capacidad tecnológica. Es decir, asignaturas pendientes desde hace años. De no hacerlo los estragos de producidos por el Covid-19 todavía serán más grandes y el país se adentrará en una ya inadmisible sociedad de bajo coste y supervivencia, lo que quiere decir exclusión, precariedad y pobreza.

Parece que la humanidad no sabe hacer otra cosa de ir de crisis en crisis y que no hemos aprendido de las muchas que nos ha dejado el siglo XX. La crisis exige aprender muchas lecciones, sobreponiéndonos a los resentimientos hacia las administraciones que se generarán, tanto para superar los enormes destrozos producidos, y secuelas asociadas, como para estar mejor preparados para la siguiente crisis. Se puede pensar que incluso los humanos somos el problema en un exhausto planeta, no es cierto. El problema no es otro que el estilo de vida fundamentado en un consumo exagerado de recursos por una parte de la población, y una governanza desajustada a las nuevas realidades de la globalización. No puede haber un mundo sin fronteras, si no hay una governanza mundial con capacidad de posibilitar el desarrollo colectivo. Superar la crisis, aprender y prepararse para afrontar las cercanas, quiere decir entender el dilema entre la solidaridad global y los nacionalismos y más allá entre la democracia y las autarquías, y asumir que la governanza tiene que variar a todos los niveles.

"VIA Empresa nació en plena crisis económica respirando optimismo, objetividad y confianza hacia el futuro y con la mirada puesta en el horizonte lejano"

Harán falta nuevas formas de actuar en un mundo global forzosamente conectado. Son requeridas soluciones locales de proximidad, y a la vez no olvidar que sólo hay libertad con democracia llena, y esta exige un equilibrio sincrónico entre Administración, empresa (mercado) y sociedad civil, actuando esta como contrapoder de las otras.

Después de siete años afrontamos una nueva crisis, es imprescindible desplegar energía, creatividad, talento, reflexión y acción, valores que históricamente se asocian al número 7, y que ahora acontecen imprescindibles para retomar de nuevo y reinventar la cotidianidad.

Pensando en este nuevo inicio, no puedo olvidar que este final de mes nació VIA Empresa, el diario que ahora estáis leyendo. Lo hizo en plena crisis económica respirando optimismo, objetividad y confianza hacia el futuro y con la mirada puesta al horizonte lejano sabiendo que podía, y había, ser mejor si se trabajaba con determinación y se desplegaban el talento y la capacidad existente. Valores que ahora de nuevo necesitamos y que exudan en las páginas de este diario mercedes al talento y compromiso de sus profesionales.

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