Contabilidad que miente

A la contabilidad las existencias también se denomina "inventario", porque pueden estar inventadas. A pesar de esto se comprueba poco que la contabilidad y la realidad coincidan. Y pueden haber sorprendidas. Y hay quién confía en las auditorías, pero las auditorías no se hacen para buscar fraudes, sino para comprobar que se siguen los criterios de la contabilidad; y según estos, el edificio de La Pedrera, al Paseo de Gràcia, puede valer cero, puesto que al tener más de 50 años puede estar totalmente amortizado, obras de mantenimiento y mejora apart.

Al encargar una auditoría se firma un documento en que a la práctica se exime al auditor de encontrar fraude: los administradores asumen la responsabilidad de falsedad en la información. Dicen que EBITDA quiere decir Earnings Before Y Tricked the Dumb Auditor (beneficios antes de engañar al tonto del auditor).

Hay un libro, titulado Empresas que mienten, de Oriol Amat, de lectura muy recomendable, en el que en buena parte se basa esta columna. Puesto que se toman muchas decisiones de acuerdo con los números, vale la pena comprobar que sean ciertos. El 40% de la información contable es inexacta, para no decir que es mentira. Y es importante detectar estas inexactitudes antes de decidir. Si la información es mierda, la decisión será mierda. Hay que ser escépticos con los números, y someterlos a la prueba del nuevo.

Hay tres tipos de fraude. Manipulación, falsificación o alteración de registros contables. Representación interesada u omisión de hechos significativos. Aplicación intencionadamente errónea de principios contables. Según datos de la Association of Certified Fraud Examiners del 2016 el fraude se descubre 42% por delación, 25% por casualidad, 16% por controles internos, 14% por auditoría interna, 3% por auditoría externa.

Se puede mentir inventando ventas, por ejemplo, a filiales en el extranjero, o cambiándolas de periodo anticipando o retrasando la facturación. Similar cuestión se puede hacer con los gastos, y no digamos con las existencias. Hay mentiras flagrantes, y mentiras sutiles consistentes, por ejemplo, al cambiar los criterios contables de valoración de existencias o las provisiones. Según se utilicen los criterios contables más o menos conservadores, los resultados de una misma empresa pueden variar de forma muy significativa en un sentido u otro.

"Los resultados de una misma empresa pueden variar de forma muy significativa en un sentido u otro"

El fraude requiere unos elementos para existir: motivación, oportunidad, racionalización, y perfil del defraudador. La motivación a un fraude que mejore los resultados puede ser obtener un crédito bancario (los bancos incentivan al fraude al dejar dinero a los cuales demuestran que no los necesitan), atraer socios, cobrar un bonus. También hay la motivación, muy típica de la empresa familiar, para reducir los resultados: rebajar los impuestos a pagar. La oportunidad la suelen tener personas de confianza en empresas con sistemas de control defectuosos, bien sea por exceso de confianza, bien sea por reducción de gastos, o por... La racionalización puede consistir por ejemplo a considerarse uno Roben Hood que engaña para salvar puestos de trabajo. El perfil del defraudador puede ser arrogante y ostentoso.

"La racionalización puede consistir por ejemplo a considerarse uno Roben Hood que engaña para salvar puestos de trabajo"

Indicadores de posible fraude son: alta deuda (gastos financieros / ventas >;; 2%; endeudamiento / activo >;; 70%), baja liquidez (activa corriente / pasiva corriendo <1), baja rentabilidad (baii / activo < coste del dinero). También el coste de auditoría / ventas. Amortizaciones / activos, y otras ratis muy dispares, como por ejemplo la evolución del saldo de clientes, respecto al sector o a su elució histórica.

La caja es más difícil de maquillar que la contabilidad. Para ver como va el negocio el mejor es vigilar la caja. La disparidad entre la evolución de los beneficios y la caja es un indicador. Pero no es imposible maquillar la caja; se puede hacer traspasando fondo de unas cuentas o líneas de crédito a otros, incluido entre sociedades diferentes dentro del mismo grupo, que tengan fechas de cierre contable diferentes. Se puede hacer incluido por personas empleadas sin poderes formales, puesto que los mecanismos de control bancario también se pueden relajar. Los informes de los departamentos financieros son muy importantes y útiles, pero vale más comprobar de propia mano los saldos de las cuentas corrientes y disposiciones de créditos.

Pueden mentir las grandes empresas cotizadas, y también las startups. Puede mentir todo el que tiene una motivación para hacerlo, aunque no sea el enriquecimiento personal. El engaño no es nada nuevo, el Código de Hammurabi (1.790 AC) ya lo trataba. El mejor negocio tiene que ser honrado.

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