Esta semana, Barcelona acoge la cuarta edición del New Space Economy Congress. Tal como indica su lema, “un nuevo espacio para una nueva economía”, el congreso va más allá de ser un fórum científico y tecnológico, y se centra en poner de relieve las oportunidades de negocio y las aplicaciones de la tecnología espacial de manera amplia y transversal en otros sectores productivos. Gracias a una combinación de actividades: ponencias, mesas redondas, sesiones de trabajo interactivas, encuentros B2B, espacios de networking y zona expositiva, este evento pretende ser un punto de encuentro para actores tanto de dentro como de fuera del sector, con el objetivo de crear un espacio de conexión que sirva de catalizador de nuevas oportunidades.
El congreso, impulsado por la Generalitat de Catalunya y la Cambra de Comerç de Barcelona, es una plataforma estratégica desde donde Catalunya puede demostrar sus capacidades en el sector espacial —es el escenario perfecto para dar voz a tecnología y soluciones hechas en el territorio con una proyección internacional. Y también es una oportunidad única para el ecosistema catalán de establecer nuevas relaciones con otros actores nacionales e internacionales, así como de atraer más inversión y más talento hacia el sector.
"El New Space Economy Congress es una oportunidad única para el ecosistema catalán de establecer nuevas relaciones con otros actores nacionales e internacionales"
Una vez más, i2CAT participa como partner del congreso contribuyendo con nuestra experiencia en conectividad. Es precisamente en el nuevo paradigma de la conectividad global donde nuestro centro desarrolla sus actividades de investigación e innovación en el sector espacial, gracias a nuestro conocimiento en diversas tecnologías, como 5G/6G, internet de las cosas (IoT), comunicaciones espaciales, IA y ciberseguridad.
Las comunicaciones por satélite viven un momento dulce: los avances tecnológicos de la última década y la situación geopolítica actual hacen que las comunicaciones globales y seguras estén convirtiéndose en un activo estratégico imprescindible. Estamos viendo un interés y una inversión, tanto pública como privada, crecientes en tecnologías de comunicación, con un enfoque en las redes no terrestres (es decir, redes que integran nodos aéreos/espaciales) y en la futura comunicación cuántica. Las comunicaciones por satélite no son nuevas, hace décadas que se utilizan en diferentes ámbitos como la difusión de televisión y radio, situaciones de emergencia, defensa y seguridad. Lo que sí que es novedad son las constelaciones de satélites, que permiten una cobertura global, y el uso de órbitas más bajas, que posibilitan comunicaciones casi en tiempo real y altos volúmenes de datos.
La conectividad por satélite tiene el potencial de revolucionar la forma en que operan las industrias, extendiendo el alcance de la transformación digital más allá de los centros urbanos. El acceso a servicios 5G e IoT en zonas remotas, de difícil acceso o con poca cobertura, actúa de catalizador intersectorial: la conectividad no es solo una aplicación espacial en sí misma, sino una tecnología que desbloquea nuevos modelos de negocio y genera eficiencias en múltiples industrias. Las redes por satélite habilitan la agricultura inteligente, el monitoreo remoto de infraestructuras, la detección medioambiental, la logística, la movilidad, el seguimiento de activos y los servicios de emergencia donde las redes terrestres no llegan.
"La conectividad por satélite tiene el potencial de revolucionar la forma en que operan las industrias, extendiendo el alcance de la transformación digital más allá de los centros urbanos"
Las constelaciones de comunicaciones también contribuyen a la resiliencia de la infraestructura crítica. Estas redes actúan como redundancia a la conectividad terrestre, asegurando la continuidad del servicio durante situaciones de emergencia, desastres naturales, conflictos o interrupciones inesperadas de la red. En España, desafortunadamente, hemos vivido episodios recientes que han puesto de relieve la importancia de la resiliencia tecnológica, como son la dana en el País Valencià o el apagón eléctrico.
Finalmente, el impacto transformador de la conectividad global es evidente más allá de los beneficios económicos. La conectividad global contribuye a la reducción de la brecha digital, convirtiéndose en un motor de inclusión social y permitiendo un acceso universal a servicios sanitarios, de emergencia o educativos, entre otros.
Catalunya se está posicionando estratégicamente como un actor clave en el ecosistema europeo de la conectividad, apoyada por un vibrante ecosistema y una estrategia de país que la acompaña. Contamos con una mezcla de actores establecidos (Airbus, Indra, Sener, Telespazio Ibérica) y de startups locales (Sateliot, Osmium Solutions, MWSE, Open Cosmos), junto con una base industrial sólida y un ecosistema de investigación y universitario de primer nivel. Esta diversidad fomenta un entorno dinámico y promueve la colaboración, con el objetivo de posicionar a Catalunya en el sector, cubriendo los diferentes segmentos de la cadena de valor.
"Catalunya se está posicionando estratégicamente como un actor clave en el ecosistema europeo de la conectividad, apoyada por un vibrante ecosistema y una estrategia de país que la acompaña"
Nos encontramos en un momento único impulsado por la situación política, económica y tecnológica que, como sector, debemos aprovechar. Pero este momento no está exento de retos, retos que compartimos con otros sectores digitales, como son (1) la captación y retención de talento, (2) el acceso a capital, y (3) la madurez del marco regulador.
Los próximos años serán claves para el posicionamiento de Catalunya en el ecosistema nacional, europeo e internacional de la conectividad, y partimos de una buena base que debemos seguir capitalizando.