El fin del 'machirulo'

"Machirulo muerto, abono para mi huerto". Este fue uno de los cantos proclamados durante la huelga feminista del 8 de marzo de 2023. Junto con él, otras consignas habituales como "aquí comienza la lucha feminista", "ya es suficiente", "viva la revolución feminista" o la convertida en carne de meme: "Manolo, hazte la cena". Y es que la palabra 'machirulo', aceptada hace pocos meses por la Real Academia Española (RAE), tiene la siguiente definición: "Dicho de una persona, especialmente de un hombre, que exhibe una actitud machista".

Desafortunadamente, las prácticas del 'machirulo' están presentes en diversos aspectos de la vida de cualquier persona, no solo percibidas por el género femenino, y pueden provocar situaciones tan diversas y extravagantes como "preguntar por la situación sentimental a una mujer joven solo al conocerla", "calificar de intenso al género femenino porque tiene la menstruación", "dar por supuesto que cuando alguien ha alcanzado una posición directiva lo ha hecho porque es amiga de alguien" o "alguna práctica sexual habrá hecho esta chica para llegar hasta aquí".

"En respuestas como 'esto no toca' se ha sembrado la duda sobre si eran correctas unas bromas sexualizadas en un entorno laboral y con una jerarquía difícil de combatir"

 

Lo peor de todo tiene que ver con una anécdota que conocí recientemente y que considero muy grave. Se trata de una chica de 25 años que estaba desayunando en un momento de pausa en una conocida empresa catalana y acompañada de altos directivos, más de ocho, y uno de ellos le dijo que vigilara si se agachaba a recoger el bocadillo del suelo porque estaba rodeada de muchos hombres. Ella se quedó pálida, bloqueada y no supo qué responder. Sin embargo, mientras había algunas risas, un compañero, el más joven de la sala y de otro departamento, se plantó: "Esto no toca y está fuera de lugar".

Més info: De "niña" a "sonríe un poco" hasta "soy la directora": radiografía de la mujer en el mundo laboral

"No seáis tan estirados", "¿ya no se pueden hacer bromas?" o "os lo tomáis todo a la tremenda los más jóvenes", le lanzaron. Pero, sinceramente, es en estas pequeñas acciones donde se pone en duda el statu quo y donde el feminismo avanza un poco más, si es posible. El feminismo no es una batalla exclusiva del género femenino, sino que debe llegar al mayor número de personas y los hombres también tienen su papel. Sobre todo aquellos que quieran cuestionar sus principios para aprender de una sociedad que nace machista desde los primeros instantes de vida, incluidas las mujeres. Y quien calla, otorga. En respuestas como "esto no toca" se ha sembrado la duda de "si eran correctas" unas bromas sexualizadas en un entorno laboral y con una jerarquía de poder difícil de combatir. Un segundo de duda y un silencio incómodo entre ocho varones es una pequeña victoria. Porque hay mucho en juego y de ahí la necesidad de más pedagogía y "pequeños desafíos".

"De ahí la importancia de la alianza entre mujeres, del apoyo de los compañeros varones, de la mentoría, de la visibilidad, de lanzarse, de dejar atrás el miedo a equivocarse, de aprender y, lo más importante, confiar"

Porque las mujeres, en su mayoría, deben demostrar mucho más que un hombre para acceder a una posición de liderazgo y bien remunerada. Han de demostrarlo con cifras, posiciones encubiertas a lo largo de los meses, argumentos claros, mucho carácter, marcar el límite constantemente y no ceder ni un milímetro. Y de ahí la importancia de la alianza entre ellas, del apoyo de los compañeros varones, de la mentoría, de la visibilidad, de lanzarse, de dejar atrás el miedo a equivocarse, de aprender y, lo más importante, confiar. El trabajo y los resultados hablan por sí solos. Y, como siempre, nadie dijo que sería fácil. Pero, poner en duda la figura del 'machirulo' es una pequeña victoria. Y "esto no toca", el primer paso.

Més informació
Las preguntas incómodas del feminismo a la economía clásica
Feminismo o la ceguera empresarial
12 hombres atrapados en el feminismo
Hoy Destacamos
Lo más leido