El futuro tecnológico desde Catalunya o de qué hablamos cuando hablamos del MWC

Hoy arrancan los actos de la feria tecnológica esencial del año, el MWC24, que congrega a los principales actores de este ámbito de todo el mundo: empresas, startups, universidades, delegaciones gubernamentales, centros de innovación e investigación... Con estand o sin él, aquí no falta nadie. Pero qué lejos queda aquel congreso de móviles que llegó a Catalunya ahora hace 18 años, con un haz de ilusiones y un proyecto con mucho campo por correr. Ahora es la feria de referencia por la que pelean muchas ciudades de todo el mundo.

Los más veteranos recordarán cuando era el evento donde Samsung o Google presentaban sus terminales y donde lo que todos querían era tocar hierros y pantallitas y hacerse fotos con unas Google Glass y los pins de Android. Hoy día, eso sigue ocurriendo, pero mucho menos. Ahora hemos cambiado las gafas de Google por las gafas de VR con sensores perimetrales, pero también subimos a coches inteligentes, entramos en túneles del viento, miramos pantallas que se doblan y desaparecen, y alucinamos con los drones que transportan órganos dentro de complejos hospitalarios. En el congreso de los móviles ya no hay solo móviles. En el congreso de la tecnología se respira el futuro tecnológico mundial en todos los ámbitos de la vida.

"En el congreso de los móviles ya no hay solo móviles. En el congreso de la tecnología se respira el futuro tecnológico mundial en todos los ámbitos de la vida"

Una de las novedades de los últimos años es que, además de hierros, aquí se habla de la parte humana de la tecnología. Las mentes más creativas se ponen a prever escenarios futuros donde nuestro ADN se liquida con líquido digital, y se incorpora la mirada ética para afrontar los grandes retos de futuro: la educación, el talento, la ética, la diversidad. Pensadores ilustres se reúnen con los directivos de empresas para debatir sobre el futuro del trabajo, de la ciencia, de la educación, del deporte, de la salud, o de las finanzas. Una zona donde se tocan pocos móviles, pero donde hay más hierro y substancia gris que nunca.

En Cataluña nos interesa que en este congreso no solo se hable de móviles. ¿Por qué queremos una feria que podría ser un keynote en un plató virtual emitido por YouTube, Twitch o TikTok? Queremos un lugar donde se pueda reflexionar sobre el futuro de nuestro entorno, pero también donde nosotros formemos parte más allá de plantar el stand y ofrecer los metros cuadrados. Somos parte activa del debate, no solo una vez al año, y debemos seguir trabajando para aprovechar la relevancia que nos ofrece el MWC para conectarnos con todas las regiones del mundo. Nuestra competencia no está dentro de la península; nuestra competencia, los clientes, los asesores o la inspiración, se encuentran a miles de kilómetros y vienen a Cataluña una vez al año (como mínimo) para hablar de lo que nos interesa: el futuro de la humanidad en asuntos digitales.

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En Cataluña hemos hecho los deberes, sí, pero para no perder ritmo en los siguientes retos tecnológicos del mañana, debemos seguir haciéndolos ya, hoy. Debemos empoderar digitalmente nuestras empresas, capacitar tecnológicamente a niños, docentes, mayores de 45 años, colectivos vulnerables o rurales... No podemos dejar a nadie atrás. Y a la vez, debemos dar alas y ser la plataforma de impulso para todos los agentes del ecosistema, e impulsar los nuevos escenarios que plantean materias como la industria 4.0 y las tecnologías digitales avanzadas.

En Catalunya tenemos una posición privilegiada, con el BSC y el nuevo supercomputador MareNostrum 5, el sincrotrón del Parc de l'Alba, el Observatori del Montsec o el nuevo centro tecnológico de chips Innofab. Proyectos que atraen talento, miradas y substancia gris para resolver los desafíos del futuro desde Cataluña. Pero sería ideal que esta substancia gris no siempre viniera de fuera y fuéramos nosotros los que lideráramos la conversación.

"Sería ideal que esta sustancia gris no siempre viniera de fuera y fuéramos nosotros los que lideráramos la conversación"

Tenemos la capacidad y el impulso. Pero no nos debemos dormir sobre los laureles y debemos seguir haciendo los deberes cuando toca. Por ejemplo, incorporando a la tecnología más mujeres y perfiles diversos, y haciendo que el talento no tenga que marcharse de casa para poder trabajar en lo que quiera. Una vez al año, además, el mundo nos mira y nos ofrece una plataforma de proyección única. Aprovechemos, pues, este MWC, y los 361 días que nos quedarán hasta el próximo MWC, para seguir trabajando.

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