Chief Freelance Officer

01 de Junio de 2022
Genís Roca

Hace un par de semanas comentábamos en esta misma columna de opinión que el 91% del total de contratos laborales firmados en España el 2019 fueron temporales, el 40% de los cuales con menos de un mes de duración, y el 30% menos de una semana, y sacábamos una conclusión: el trabajo se está volviendo intermitente. Por diferentes razones, cada vez es más habitual que en las empresas convivan una fuerza laboral estable y otra intermitente, que son todas estas personas con contratos eventuales más un montón de autónomos y freelance con quienes ni tan solo hay relación laboral, y empieza a ser preocupante cómo nos ocupamos mucho de unos y más bien nada de los otros.

 

Si formas parte de un equipo profesional estable tu empresa se encarga de aplicar tus retenciones fiscales y hacer los pagos correspondientes a tu seguridad social, se ocupan de tus planes de formación e incluso pueden acceder a ayudas para este concepto como por ejemplo las de la Fundación Tripartita, se preocupan de tu puesto de trabajo y de las herramientas necesarias para llevar a cabo tu tarea, hay inspecciones de riesgos laborales y te insertan en un equipo y te puedes relacionar y formar parte de un clima profesional. Por el contrario, si te relacionas como autónomo o freelance eres tú quien deben encargarse de emitir las facturas y aplicarte las retenciones a cuenta, liquidar el IVA cada trimestre y hacerte cargo de pagar cada mes tu cuota de autónomo tanto si has cobrado algo como si no. No tienes plan de formación y nadie se preocupa de darte un portátil o un teléfono, y por descontado, no formas parte de ningún equipo y no hay cena de Navidad con compañeros de trabajo. No hay planes de carrera ni nadie que se ocupe de tu desarrollo. Los estables disfrutan de unos servicios de gestoría, academia, plan de carrera, garantías… y los otros nada.

Los estables disfrutan de unos servicios de gestoría, academia, plan de carrera, garantías… y los otros nada

En todos los organigramas de todas las compañías existe la función de Recursos Humamos, un equipo de profesionales que con este u otro nombre, y con más o menos fortuna, se ocupan de las necesidades del equipo humano. Organigramas, nóminas, procesos de selección, condiciones laborales, aspectos legales, planes de formación y de carrera… pero normalmente estos equipos de Recursos Humanos no se encargan de los freelance ni de los autónomos, pese a que cada vez son más necesarios para el correcto funcionamiento de la actividad. No he visto en casi ninguna parte que alguien se ocupe de ellos y de sus necesidades, de su formación y de sus asuntos contables y fiscales. Pese a los límites legales que ya sabemos marca la ley entre lo que es y no es una relación laboral, hay que empezar a diseñar soluciones para ellos, mejorar los procesos de selección y de fidelización, de formación y de incorporación. Hace falta la figura de “Responsable de autónomos” o “Responsable de eventuales” y que realmente se haga cargo de ellos. Si lo queréis convertir en tendencia, llamadle “Chief Freelance Officer”, pero hacedlo.