Leo en un diario que Cristiano Ronaldo tiene 82 millones de amigos a Facebook (casi los mismos que Coca-cola) y 26 millones de seguidores a Twitter y es uno de los futbolistas mundiales que más marca tendencia. Independientemente de sus gajes como jugador del Real Madrid, cobra 7 millones de euros anuales de Nike, 1,8 de Fly Emirates y tiene acuerdos de publicidad con Armani, Herbalife y KFC.
Leo Messi va después, con cerca de 57 millones de amigos a Facebook (5 veces más que Apple) y Adidas le paga 6,6 millones de euros al año por contratos de imagen.
Hace años que estamos hablando de la Responsabilidad Social Empresarial y de como las empresas ya no sólo tienen la oportunidad, sino la obligación de establecer compromisos sociales con sus consumidores.
Si tenemos en cuenta que el 88% de los ciudadanos piensa que las empresas tienen que tener participación activa en la solución de los problemas sociales y pensando que Leo o Cristiano son marcas de una empresa (sus clubes), en su justa manera los ciudadanos, tendríamos que exigir, ya no sé si el mismo que los exigimos a las empresas y sus marcas, pero sí un grado de compromiso. Un compromiso mucho más potente que los minutos que los dedican a actas de beneficencia, donaciones dirigidas o fotos como embajadores de causas mil, sin ningún tipo de orden ni concierto y muchas veces, de dudosa credibilidad, aunque por supuesto muy loables.
Exigimos mucho a las empresas pero exigimos muy poco a los clubes deportivos y a las estrellas que los representan. Estoy convencido que una buena gestión de la responsabilidad social de estas "empresas" que mueven e influyen en millones de personas ayudaría a solucionar muchísimos de los problemas que preocupan los ciudadanos. Y más y por supuesto, a vender millones de camisetas y zapatillas de deporte. Seguramente muchas más de las que venden ahora.
14
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