De la economía a la política

19 de Octubre de 2014
En 2011 el premio Nobel de Economía fue para Stiglitz, un economista de izquierdas ("liberal" le dirían en EE.UU.) que ha cuestionado muchas de las cosas que hacen los políticos para querer ignorar las leyes de la política. Bastantes de ellos carecen de conocimientos, no sólo teóricos, sino empíricos, de la economía: nunca tuvieron que pagar un sueldo, o tener responsabilidades directas sobre empleados (Zapatero, un ejemplo de nula experiencia económica, a la cual su compañero Sevilla trató de barnizar en cuatro tardes, exageradamente tardías, en Moncloa).

Otros, que sí entienden de economía, se ven esposados por gobernantes incompetentes (Solbes determinado por las "luces" geniales de Rodríguez Zapatero), que abundan más que los otros para infortunio de Cataluña , de Europa y de España. De buena parte de la crisis esta es la causa. Una crisis que es una estafa, pues los ricos y millonarios se multiplican, mientras la sociedad se empobrece y millones de ciudadanos han perdido su nivel de bienestar y, a menudo, su economía doméstica.

España y Cataluña han destruido buena parte de su clase mediana, y han devuelto a millones de familias a un puro trámite del que históricamente se conoce por "economía de subsistencia". Mi pregunta es: alguien podía esperar algo más de estos pseudolíderes que dicen gobernarnos? Que volvemos a la recesión y a la crisis otra vez es la resultante de esta impericia colosal, por la cual el capitalismo tampoco encuentra solución, entre otras razones porque abusó de la economía especulativa, se olvidó de la economía productiva, y se inventó una ética de mercado , que es un brutal engaño, una mentira. Los mercados no tienen conciencia… por lo tanto, de qué ética van a hablar.

Alemania, lidera Europa?
El futuro demostrará cuántos errores se han producido en la política de la crisis. Tal vez uno sea lo sentenciado por Stiglitz en 2012: "El euro tiene dos problemas: la austeridad y Alemania" (ABC, 19/09/12). Las reformas que en España se le impusieron en su operación salvamento eran, probablemente, acertadas, pero la desestimulación que suponían en el crecimiento económico era evidente que, unido al alto coste del crédito y su escasez para las empresas, tenía que originar la deflación de la cual venimos, con la consiguiente destrucción de ocupación que ascendió hasta la raya de los 5 millones.

Alemania y la Sra. Merkel se excedieron en su diktat. Era excesiva la desconfianza que prodigaban con las economías del Sur de la eurozona. No sólo afectaron gravemente en Portugal, Grecia e Irlanda, sino que Italia salió tocada -y todavía no ha recuperado el pleno aliento económico- y España se escapó de la intervención porque era indigesta una acción parecida, dado el volumen de nuestra economía. Sin duda hubiera puesto en grave peligro al euro.

Por otro lado, la austeridad alemana se reservó ciertos privilegios para su sistema financiero: deuda barata, bancos que cubrían sus agujeros con la recuperación de sus inversiones en la deuda de los países del Sur europeo, o la compensación americana de los productostóxicos -hipoteques basura- que precisamente habían adquirido en los bancos USA. La Reserva Federal produjo multimillonarias emisiones de papel dólar –que algún día se convertirán en inflación-, lo cual auxilió en sus bancos causantes de la crisis.

El trato alemán con la política austericida de Merkel no fue idéntico. Su financiación era fácil, sus exportaciones muy fluidas, casi milagrosamente sostenibles, a costa de unos socios europeos sin crédito, sin resuello productivo, que no podían competir al mercado internacional. Joseph Stiglitz tenía razón, como después se ha demostrado.

Cambio de escenario en España?
El balance para las empresas españolas ha sido terrorífico: decenas de miles han cerrado sus puertas, y la destrucción de ocupación ha afligido particularmente a las empresas con plantillas entre 10 y 40 trabajadores, que constituyen el tejido de contratación  de mano de obra. Sin embargo, el saneamiento efectuado en el tejido industrial ha surtido sus efectos según los balances del Ministerio de Hacienda:

2012 crecimiento negativo del PIB = - 2,1 %  " " ocupación = - 4,4 %

2013 crecimiento negativo del PIB = - 1,2 %  " " ocupación = - 3,3 %

2014 " positivo del PIB = 1,3 %  " " ocupación = 0,7 %

2015 (estimación) crecimiento PIB = 2,0 % " ocupación = 1,4 %

Ya el optimismo estaba floreciendo en España, de nuevo ante la sorpresa de Europa, con una salida del pozo de 9 trimestres consecutivos en negativo desde 2008. Las reformas bancarias, el reordenamiento financiero, la decisiva reforma laboral, el descenso de los costes de producción había impulsado el sector exterior y la balanza de pagos. Por primera vez enlaeconomía española las exportaciones eran el motor, con aumentos del 12 % al mercado USA, o del 19 % del mercado japonés, UE aparte.

Después de Alemania, España; hasta que Alemania y Francia han inflexionado a la baja. Las consecuencias llegan suavemente en España, con claros indicios de afectación, tal como las caídas de la Bolsa Internacionaly española denotan esta semana. De nuevo otra recesión?

Los técnicos hablan en España de una ligera desaceleración: el crecimiento que se estimaba para el tercer trimestre del año era de 0,6 %. La realidad ha estado de un 0,5 % positivo. Las causas de la mejoría –que los técnicos del Ministerio de Economía y de CEOE todavía mantiene, a pesar de todo- son: un repunte de la demanda interna, la magnífica campaña turística de este año, retención del paro en septiembre, creación de puestos de trabajo –con más contratos fijos que temporales en el tercer trimestre por primera vez-, etc.

Cuando todo anunciaba un viento a favor, llegó la sorpresa alemana, francesa e italiana Un simple pinchazo? Nadie se atreve a pronosticar, aunque el aviso de la profecía de Stiglitz parece algo más que un mal presagio. Como los llantos de Casandra en Troya… Ojalá no sea así.