El empleado abrumado, una tendencia emergente

14 de Marzo de 2016
había una vez un trabajador que soñaba despierto, soñaba que tenía tiempo para leer los mails que le llegaban diariamente a su buzón del trabajo, tenía bastante tiempo para mirar los mensajes a su smartphone de última generación e incluso algún vídeo, contestaba al teléfono sin prisas desbocades de clientes y colaboradores que le pedían intervenir, participaba en reuniones que eran sencillas y muy organizadas, un ambiente de trabajo tranquilo y nada compleja, que le permitía conciliar con su vida personal y familiar.

Todo el contrario del que había soñado lo estaba viviendo; y es que la sobrecarga de trabajo es una realidad. Hay datos que dicen que el 74% de las personas perciben su ambiente de trabajo como mucho compleja (Deloitte University).

Las organizaciones buscan cada vez más como simplificar el trabajo para dar respuesta en los empleados abrumados con esta complejidad, donde la sobrecarga de información y los ambientes cada vez más estressants, hacen presencia. No podemos rehuir que el estrés es el segundo problema de salud ligado al trabajo como más frecuente y está en el origen entre el 50% y 60% de las jornadas de trabajo perdidas a la UE, según datos de la Comisión Europea.

Y es que los adelantos tecnológicos nos traen nuevos retos. El empleado gasta ahora más de un cuarto del tiempo de su jornada a leer y responder a mensajes de correo electrónico. La gente comprueba sus teléfonos móviles más de 150 veces al día. Y si noteníamos bastante con esto, un estudio realizado por el National Journal encuentra que el 40% de los trabajadores creen que no es posible tener éxito en el trabajo, disponer de una buena vida, y tener suficiente tiempo para contribuir a la familia y la comunidad.

La híper conectividad, la complejidad de la tecnología y los procesos de negocio de las emprendidas sueño retas que habrá que afrontar y re inventar para frenar esta tendencia emergente de empleados abrumados.

Las empresas tendrán que organizarse definiendo puestos de trabajo que sean asequibles en tiempos y forma por sus colaboradores internos, fomentando la transversalidad en sus funciones, y con objetivos de desempeño muy definidos y motivadores. Acompañados de un modelo de liderazgo propio y coherente que fomente el compromiso con el bienestar y la aportación. En definitiva, una organización que esté formada por personas muy animadas y empleados nada abrumados.