La red social Facebook ha muerto. No me refiero a la empresa Facebook Inc, o en el web
Facebook.com, ni a la
película homónima, sino a Facebook como red social;
cada vezcompartimos menos información personal. La pregunta de "que te pasa por la cabeza?" ya no la respondemos tanto con el que nos pasa a nosotros, sino que la respondemos con que pasa en el mundo.
Facebook se ha convertido en una fuente de información de noticias generalistas, vídeos virales y fotos de gatitos, y ha dejado de ser una red de información personal cómo más bien solía. Cada vez más enlazamos a información de terceros y cada vez menos explicamos qué nos pasa.
Para entender el cambio, la pregunta no es "que ha pasado?", sino "que nos ha pasado?" y la respuesta es que todos juntos nos hemos hecho grandes.
Facebook ya no es un espacio en Internet, es un tiempo en nuestro día. Ya notenemos sólo los cuatro amigos del principio, sino quetenemos miles de amigos –amigos?– que no sabemos ni quién son. Y ya no es aquella red de entusiastas de la red,
es la rambla donde seencuentran cada día más de 1.500 millones de personas.Pues parece que el problema es la cantidad de amigos que hemos acumulado a lo largo de los años:tenemos más de los que nuestro cerebro puede gestionar de manera eficiente.
El número de Dunbar que establece el
máximo de relaciones sociales estables que un individuo puede gestionar –conociendo cada persona y las relaciones entre ellas– es de 150. El número recibe el nombre del antropólogo británico
Robert Dunbar.
El 1992 Dunbar
estudió la medida de diferentes grupos de primates para predecir la medida de los grupos humanos y lo comparó con los grupos humanos de los cualestenemos registro: grupos de cazadores-recolectores, tribus, asentamientos y poblados.
El número de miembros de los grupos iban de 100 a 230 y el
límite tiene que ver con el volumen del neocòrtex que es el encargado de la percepción sensorial, el lenguaje y el pensamiento consciente entre otros.
Curiosamente Dunbar
repitió el estudio el 2010 utilizando entonces grupos de usuarios de MySpace y de Facebook en lugar de monos. Los resultados cuadraban, desde la prehistoria hasta la revolución digital. 1.500 millones de personas que explican qué grupo los gusta, donde han ido de vacaciones, donde trabajan, de quién son amigos, con quienes están casados y que los han traído los reyes son el sueño húmedo de cualquier marca; ningún estudio de mercado, ningún
foco group, ninguna encuesta
da información tan precisa sobre sus consumidores actuales y potenciales. Cuanto más datos personales compartimos, más valor tiene Facebook.
De 2014 al 2015 la cantidad de contenido personal publicado a Facebook cayó un 21% y ha continuado este año en un 15%, según datos internos de Facebook
publicadas por TheInformation . Pero quizás el dato más preocupante es la caída
de actividad personal en los usuarios por debajo los 30 años que no tienen tiempos por Facebook porque están colgante contenidos a Snapchat
, una red social donde los grupos de amigos todavía son dentro del límite de Dunbar y donde el contenido, un golpe ver, desaparece por siempre jamás.