Economista

La Diputación y la economía verde

30 de Julio de 2015
Enric Llarch | VIA Empresa
La economía verde va abriéndose camino en la agenda pública como mecanismo de innovación, de mejora de la competitividad y de generación de puestos de trabajo cualificados. Ahora hace pocos días, la nueva presidenta de la Diputación de Barcelona, la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, situó repetidamente la economía verde en este contexto en su discurso de toma de posesión. Podemos preguntarnos, pues, que se puede hacer desde el mundo local y desde un ente supramunicipal como la Diputación de Barcelona para impulsar la economía verde.

La transversalidad del concepto de economía verde puede inducir a una serie de actuaciones puntuales y desconectadas entre si que, aunque puedan ser válidas por sí mismas, pierdan todo su potencial sinérgico si no se establecen estrategias y prioridades. He aquí una propuesta de prioridades:

1. La eficiencia energética de los parques de viviendas y edificaciones.
La energía más verde y más barata es la que no se consume. Los ahorros en energía mejoran la competitividad de las empresas y aumentan la renta disponible de las familias. Una actuación planificada y sistemática sobre el parque de edificios existente a nuestros municipios, además de las indiscutibles ventajas ambientales, comporta la utilización de una mano de obra intensiva y cualificada. Experiencias a otro nivel como el de Barcelona, ponte guapa pueden ser un elemento de referencia para implementar la gestión.

2. En el ámbito de los residuos, hay mucho camino para recorrer 
Hay un largo camino para hacer en la aplicación de estrategias de simbiosis industrial en los polígonos industriales del territorio. Establecer mecanismos de intermediación porque los residuos y las emisiones de los unos puedan convertirse en suministros y primeras materias de los otros es una práctica muy desarrollada a otros países europeos, con el Reino Unido al frente, y que ha multiplicado por mucho el rendimiento de las tradicionales bolsas de subproductos.

La simbiosis industrial es más viable cuanto menos costes de transporte comporten la transferencia de los residuos desde el emisor al receptor y el ámbito del polígono industrial es lo más adecuado para actuar. Los ente local pueden contribuir a mejorar la competitividad de su oferta de suelo industrial promoviendo la implantación de este tipo de intercambios.

3. Estos días Europa nos ha vuelto a estirar de las orejas por la contaminación del aire. 
Las elevadas temperaturas tampocoayudan y refuerzan la gravedad del principal problema ambiental que sufrimos. El vehículo eléctrico puede ser una de las alternativas principales a las emisiones de NO2 y de micro partículas, que provienen principalmente del tránsito rodado. Las medidas para potenciarlo no dependen sólo de los ayuntamientos, pero las iniciativas puntuales que se han anunciado hasta ahora tienen más de buenas intenciones que de ninguna otra cosa.

La Diputación podría asesorar los municipios para impulsar un plan integral de potenciación del vehículo eléctrico que contemple tanto medidas fiscales, como de oferta de infraestructuras de carga, como ventajas en el uso del espacio público. Si todo esto se hace de manera coordinada a la región metropolitana de Barcelona, el impacto de las medidas se multiplicará y conseguiremos un verdadero paso adelante en la implantación del vehículo eléctrico.

Finalmente, dado que la economía verde comporta la utilización de los mecanismos del mercado para conseguir comportamientos ambientalmente sostenibles, el mecanismo más potente que tiene la Administración para incidir es la fiscalidad. Una vez más, la Diputación podría poner su capacidad técnica y prescriptora para asesorar los ayuntamientos en el despliegue de una verdadera política fiscal verde.