Decir que la construcción europea está en crisis permanente no es exagerado. Sus crisis serán más o menos profundas pero siempreestán presentes. Ahora mismo, por ejemplo, todavía no hemos acabado de salir de la crisis financiera y la del euro, que ya se prevé la que se acerca: el riesgo de una participación muy débil a las elecciones en el Parlamento Europeo del próximo mes de mayo, lo cual permitiría de ganar terreno a los movimientos anti-UE que se van desarrollando en muchos países. Ahora bien, como veremos a continuación, la experiencia demuestra que después de cada crisis se encuentran soluciones porque la construcción europea se reactive. Incluso porquesalga reforzada.
Las causas de las crisis son internas a la UE, o bien externas, o una combinación de ambas.
Así por ejemplo, ya desde el principio, el 1954, los seis países creadores de la Comunitat del Carbón y del Acero (CECA), quisieron promover la Comunitat Europea de la Defensa. Pues bien, la Asamblea Nacional Francesa lo rechazó. No aceptó el hecho que esta nueva iniciativa exigía un control supranacional. Para los "padres fundadores de la UE" quedó claro que se había querido ir demasiado lejos demasiado pronto. La crisis que provocó, propició el proyecto del Mercado Común Europeo (MCE), con unos objetivos de integración marcadamente económicos.
Otros ejemplos de crisis por motivos internos han sido, y continúan siendo de actualidad, los que podríamos denominar "de aprendizaje", es decir, la necesidad de aprender a trabajar en común con los estados miembros actuales y los que sevan incorporando constantemente (el último, hace pocas semanas, ha sido Croacia). Aprender a trabajar, no solamente con países que tienen una historia, una cultura y una situación económica y social a menudo muy diferentes, sino también con jefas de estado o de gobierno a veces variables en las votaciones legislativas de cada país. Este proceso, en cierto modo permanente, hace que se presenten regularmente situaciones de crisis, más o menos marcadas.
También se han producido las crisis que podríamos denominar de "personalidad" muy fuerte de ciertas cabezas de estado o de gobierno, como por ejemplo cuando el general de Gaulle decidió de imponer su veto por dos veces (el 1963 y el 1967) al ingreso del Reino Unido al MCE o, más tarde, cuando Margaret Tatcher exigió, durante cinco años, disminuir la contribución económica de su país a la UE. Otra crisis de origen interno la provocaron, el 2005, las votaciones negativas de los electores de Francia y de los Países Bajos al proyecto de Tratado para una Constitución Europea. En realidad era más un "voto de castigo" a los respectivos gobiernos que al proyecto por si mismo. También se puede considerar como el resultado de una información insuficiente a sus respectivos votantes.
Está claro que muchas crisis han sido la consecuencia de causas externas a la UE, como por ejemplo, el 1956 la guerra del canal de Suez, el 1973 la crisis del petróleo, entre otros, mientras las que todavía vivimos, la financiera y la del euro, han sido provocadas por una combinación de causas externas e internas. En el caso del euro, por ejemplo, los países de la Eurozona han hecho sus deberes, complementados, muy positivamente, por la declaración del presidente del Banco Central Europeo (BCE), cuando en plena crisis del euro anunció "que haría todo el necesario para preservarlo". Es opinión unánime que contribuyó en gran medida a su salvación.
En resumen, la construcción europea, en crisis casi permanente, ha encontrado siempre (y todo permite augurar que encontrará en el futuro) las soluciones necesarias para su reactivación. Aunque sea introduciendo medidas flexibles, como la de una Europa en velocidades diferentes (el mismo objetivo por país, a lograr por algunos de ellos dentro de un plazo diferente) o de una Europa a dos niveles (con una moneda única, o sin, por ejemplo).
Jean Monnet lo resumió muy bien: "Siempre he pensado que Europa se construiría dentro de las crisis, y quesería la suma de las soluciones que seaportarían".
Este artículo pertenece a una serie de diez que se engloban bajo el título El que todos tendríamos que saber y no olvidar de la Unión Europea, sobre todo las nuevas generaciones