A la hora de plantearse este reto, hay que distinguir bien entre "exportación" y "internacionalización", y ver qué combinación de estrategias es la mejor, y en qué momento. Exportar quiere decir mantener toda la actividad creativa y de producción aquí, y vender a clientes de fuera. Esto obliga poco a poco a tener (creándola o comprándola) una red comercial propia al exterior, y este es el primer paso hacia la dimensión internacional, dimensión que sólo se completa cuando se inician también actividades productivas (nuevas o deslocalitzades) afuera.
Es importante dejar dedo que se pueden analizar fácilmente las ventajas y los inconvenientes para el país, en términos de puestos de trabajo o del equilibrio de la balanza exterior, de cada una de estas etapas, y ver que son bastante diferentes a lo largo de este proceso. Por eso, las políticas en relación al apoyo público tendrían que ser más especificas del que son, y tener máscuenta las consecuencias a corto y a largo plazo.