Imaginaos un hombre que cae desde un tejado. Imaginaos que en su caída su bolígrafo, que es dentro de su bolsillo, sale y empieza a caer también junto a su amo. Los dos están cayendo: el hombre y su bolígrafo. Podéis haceros una imagen mental de la caída y de su velocidad? Estoy segura que lo estáis viendo. Y estoy segura que incluso estáis visualizando ya cómo está a punto de producirse el impacto del hombre y su bolígrafo contra el tierra. Están llegando… Ya casiestán... Bum!
No os preocupáis… El hombre que os estabais imaginando era sólo un prototipo… En sus experimentos mentales, Einstein tampoco estaba preocupado por el hombre que cae del tejado. Porque en sus experimentos mentales, Einstein se visualizaba a si mismo junto al hombre, cayendo con él y su bolígrafo. Y desde este punto de vista del conjunto formado por los tres, ninguno de ellos no estaba en movimiento. Los tres estaban tan inmóviles como estáis vosotros ahora derechos o sentados leyendo este artículo.
Bien…. esto si nos olvidamos que todos estamos en movimiento alrededor del solo, tanto si estamos derechos, como sentados, como estirados. Y este es, todavía, otro punto de vista. Cómo veis, podemos encontrar una gran cantidad de puntos de vista. Y todos son correctos. Siempre. Pero nuestra mente, una de las más altas y necesarias funciones racionales de la cual es discriminar y comparar, se posiciona y toma partido, incapaz de darse cuenta que en la visión general que conseguimos tomando distancia y perspectiva, todos los puntos de vista coexisten y, además, tienen el mismo valor de existencia.
Volviendo a los ejemplos anteriores, las dos realidades opuestas de movimiento y de ausencia de movimiento son las dos ciertas al mismo tiempo. Y de este hecho "que va contra toda lógica", nuestra mente lógicadice una paradoja. La capacidad de pensar en términos de paradojas es una habilidad creativa propia de genios. Después de estudiar a los artistas y científicos ganadores del Nobel, Rothenberg concluyó que la gran mayoría de las obras artísticas creativas y la gran mayoría de los descubrimientos científicos son el resultado del pensamiento paradójico; o janusià, en alusión al diez romano de las dos caras mirando cada una en direcciones opuestas. La creatividad artística, científica, organitzacional y social, nace de nuestra capacidad de ver y crear paradojas.
Esto nos dice que el día que rogamos la decisión de enseñar a ver y pensar en términos de paradojas, el número de genios aumentará. Y de retruque aumentarán los descubrimientos científicos y las innovaciones en cualquier campo, tecnológico o no. Además, la habilidad y la práctica del pensamiento paradójico, no sólo nos hace genios y personas innovadoras: también nos hace personas de corazón abierto, personas compasivas y empáticas.
Por lo tanto, el día que rogamos la decisión de enseñar a ver y pensar en paradojas, esta mayor cantidad de innovaciones que pronosticamos, dará lugar a un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo. Un tipo de crecimiento que es el que tendríamos que haber perseguido siempre y que ahora, y esperamos que no sea demasiado tarde, es un objetivo que de manera inapelable impone la Unión Europea a todas aquellas empresas y proyectos que quieran acceder a una gran mayoría de fondos europeos. La capacidad de ver y crear paradojas nos pide que abrazamos conscientemente la diversidad. Sin este esfuerzo consciente de abrazar la diversidad, todos los esfuerzos para enseñarnos a pensar en términos de paradojas y creatividad se verán abocados al fracaso.
He comprobado muchas veces en mi vida que las personas que no han hecho el esfuerzo de salir de sus verdades totales y únicas, las personas que nunca utilizan el pensamiento janusià ni el proceso de pensamiento creativo, juzgan y critican las personas que no son como ellas. Me gustaría acabar con una anécdota que ilustra esto que digo: Una vez fui a un médico que resultó ser el hermano de una amiga mía, una mujer reconocida como pintora y que ahora, a partir de los 55 años, ha empezado a escribir y publicar libros.
El médico describió su hermana como una persona loca e irracional. Y os puedo bien asegurar que no lo es. El médico se rió del hecho que su hermana hubiera empezado a escribir. "Y ahora quiere convertirse en escritora", dijo con desprecio. Y todavía fue peor cuando dijo que estaba seguro que era su marido quien escribía sus libros, o que si no enteros, como mínimo los corregía, porque, continuó diciendo, "ella no habla en la manera en que los libros están escritos ".
Porque no se den más casos como el de la anécdota, propongo que enseñamos nuestros hijos todas las habilidades de pensamiento y cuestionamiento que nos ensanchan la mirada y nos permiten abrazar y contemplar a la vez toda la diversidad de puntos de vista, los conocidos y los desconocidos, dando lugar estos últimos, a futuros descubrimientos e innovaciones, que darán lugar a su vez a un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo. Bienvenida Europa 2020.