Etnógrafo digital

Por Reyes pensáis a sacar los filtros de Instagram

07 de Enero de 2016
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa
Nadal Fin de año y Reyes son días de Instagram. Monumentos, platos y regalos sustituyen los pies del verano y se añaden estos días a los habituales horizontes, bicicletas y gatitos. Talento escondido que sale en algunos casos y mediocridad conocida en la mayoría.

Instagram no es una red de fotógrafos amateurs, ni un lugar donde colgar fotos, ni tu book fotográfico –a pesar de que muchos lo utilizamos así de mal– sino que es una red para compartir instantes: Instagram es la contracción de instante y de telegrama.

Y así es como la mayoría de la gente la usa. La miniaturización de las cámaras y la ubicuidad de las redes permite que con tres toques a la pantalla del móvil el mundo pueda ver el instante que estoy viviendo.

Instagram es también aquel lugar donde hacer una foto mala costa más que hacerla buena.Una serie de conceptos matemáticos –con nombres tan poco atractivos como transformadas de Fourier, matrices vectoriales o histogramas– escondidos bajo nombres tan sugerentes como Valencia, Hefe, Juno o Slumber son capaces de transformar una foto cualquiera en una instantánea que capta enseguida nuestra atención.

Una foto de una masía con el decolorado del filtro Empapo nos trae a las fotos del verano al pueblo con la Kodak Instamatic de la comunión y la misma masía con el blanco y negro amortiguado del Willow, a las fotos de la Kodak Brownie del abuelo. Las matemáticas haciendo cosquillas a nuestro cerebro.

Pero hay dos filtros más que no son tan evidentes, no salen a la lista, pero que también tienen la capacidad de conectar con nuestros recuerdos, experiencias y deseos: el encuadre y la geolocalització de la foto.

El primer filtro en el sentido literal de la palabra es el encuadre –la mirada de quien capta el momento y decide qué compartir de aquello que tiene alrededor–. La foto de la taza de té, fumando el primer día del año con las montañas nevadas de fondos, y con la etiqueta #wakeuppics, un momento único que el autor quiere compartir con el mundo.

El segundo filtro es la geolocalització de la foto. Miras la evocadora #wakeuppic del té y las montañas nevadas y te fijes donde está hecho yves 'Alp, Cerdaña', 'Baqueira, Valle de Aran' o incluso 'Saint Moritz, Schweiz', un lugar único que el autor también quiere compartir con el mundo.

La vida es perfecta a Instagram pero como la Fuerza, también tiene un lado oscuro. La geolocalització interesada puerta implícita uno 'yo soy aquí y tú no', y la foto de la taza de té fumando ante las montañas nevadas no dice que estás a hace falta suegro con ton cuñado durmiendo a la misma habitación. El resto son filtres cosméticos, el encuadre y la geolocalitzacióson los reales.