Vemos hoy un movimiento en favor de la industria como motor de transformación y de crecimiento económico por su importancia como generadora de puestos de trabajo estables y de más calidad, por su peso como dinamizadora de R D Y ,pero sobre todo por su rol de cohesión social en un territorio. Pero esta demanda no consigue levantar una reivindicación real del papel de la empresa y el empresario, al contrario seguimos con su estigmatización. De hecho, cuandoqueremos dar una imagen positiva hablamos de emprendedor…como sí empresa, empresario y emprendedor fueran mundos paralelos.
Quizás es el momento de reivindicarla, asumiendo los múltiples errores de estos años. Esta voluntad, digamos "reivindicadora", me trae a hablar hoy de dos conceptos.
En primer lugar el concepto de creación de valor compartido Creating Shared value, de Michael Portero y Mark R. Kramer, que ofrece una nueva mirada que nos plantea que el éxito de un negocio tiene que ir estrechamente ligado al progrès social de un territorio.
Plantea que la solución está en el principio del valor compartido, que implica crear valor de una manera que también se cree valor para la sociedad, abordando sus necesidades y desafíos. Las empresas tienen que re-conectar su éxito en los negocios con el progreso social.
El concepto de valor compartido no es responsabilidad social como lo entendemos hasta ahora, ni filantropía, ni sostenibilidad... quiere ser una nueva manera "de éxito económico" . Éxito compartido.
Los autores plantean tres formas claves que las empresas pueden tener oportunidades para crear valor compartido.
• Al repensar los productos y mercados.
• Al redefinir la productividad a toda la cadena de valor
• Al permitir el desarrollo deun clúster local, o concentraciones de empresas, y empresas relacionadas, proveedores de productos y servicios, infraestructuras logísticas en una área concreta.
Si creemos que la presencia de una empresa en un determinado territorio genera importantes efectos positivos, hará falta que avanzamos en el uso, rigor y transparencia de las herramientas de análisis del impacto que permitan exponer de manera fiable y contrastada estos impactos.
Y este es el segundo concepto que quería plantear para demostrar la contribución de las empresas a la creación de riqueza y al desarrollo de una región.
En general estos estudios buscan responder a una serie de respuestas claves.
• Qué flujos económicos se producen enlaeconomía del territorio como consecuencia de las actividades de la empresa?
• Cómo contribuye la empresa a la generación de ocupación, riqueza e ingresos vía impositiva?
• En qué medida contribuye a promover nuevas actividades económicas, a mejorar las infraestructuras, etc.?
• Con qué prácticas sostenibles contribuye la empresa a la eficiencia energética y a un medio más sostenible?
• Qué contribución tienen las actividades de la empresa en el desarrollo social del territorio?
• Qué tipo de ocupación genera ? Establo, de calidad?
• Cómo contribuye a mejorar la cohesión social del territorio? Cuál es su compromiso con el desarrollo de la zona y qué impacto tiene en la vida de las personas?
• Cómo contribuye a la generación y transferencia de conocimiento avanzado, de desarrollo tecnológico, a la mejora d e la balanza comercial y en general a la cohesión social?
Mejorar la transparencia, fortalecer la relación entre los diferentes agentes, mejorar la colaboración con el tejido social y con el territorio son elementos claves que tendrían que ayudar a que la sociedad veías a sus empresas como auténticos activos y motores de desarrollo..
Una máxima de la gestión empresarial es que "no se valora aquello que no se conoce". Creo que el reconocimiento de la aportación de las empresas al desarrollo económico y social pide una nueva visión, pero también nuevas herramientas que demuestren de manera transparente y contrastable esta aportación.