Formada en Dirección de empresas y especializada en marketing

Lo que siempre olvidamos cuando hacemos un plan estratégico

16 de Mayo de 2025
Arianne Rovira

Cuando las empresas se ponen a definir su futuro y empiezan a dibujar su hoja de ruta para el siguiente periodo/s, siempre tienen en cuenta aspectos como en qué situación se encuentra el mercado en el que compiten, cuáles son las tendencias, cómo está de fortalecida o debilitada su competencia, qué novedades de valor serán capaces de presentar a sus clientes, actuales o potenciales... Todos estos aspectos son necesarios y deben contemplarse, pero hay otro que a menudo olvidamos a pesar de que será determinante para alcanzar (o no) los objetivos marcados y es si tengo el equipo ideal y en forma para que consigamos lo que hemos escrito en el plan de negocio.

 

¿Dispongo del equipo con las competencias necesarias e, incluso más importante, con la motivación necesaria para que salgamos a comernos el mercado? Esta debería ser siempre una de las reflexiones estratégicas a realizar, empezando por el equipo directivo. Asegurar una buena salud directiva, que no es otra cosa que asegurar que todos los responsables con impacto sobre los equipos están motivados, con la energía necesaria, el conocimiento adecuado y que tienen a sus respectivos equipos listos, positivos y confiados en su gestión.

Puede pasar, y a veces pasa, que el viento sopla a nuestro favor y conseguimos los resultados porque la demanda se dispara o porque un competidor flaquea y nos deja un valioso espacio libre, pero no podemos confiar a los aspectos externos nuestro éxito empresarial. Lo que sí que es responsabilidad nuestra es que aquellos aspectos internos que dependen de nosotros estén al máximo.

 

"Si queremos un equipo ganador en el mercado, primero debemos haber hecho los deberes dentro y haber garantizado sus principales necesidades"

Olvidarnos de tener el pulso del estado actual del equipo es un error fatal que puede comprometer nuestros planes de futuro. Y aplicar un liderazgo emocional es imprescindible para llevar a la compañía por el camino deseado. Recordando la famosa pirámide de Maslow donde se nos muestra que si una persona no tiene cubiertas unas necesidades básicas (comer, dormir...) no se preocupará de aspectos sociales, emocionales o de realización. Pues en la empresa pasa igual; si los equipos no tienen garantizadas sus necesidades esenciales de libertad de expresión, de aceptación y de motivación, no estarán en condiciones de ocuparse en conquistar éxitos fuera.

Por lo tanto, si queremos un equipo ganador en el mercado, primero debemos haber hecho los deberes dentro y haber garantizado sus principales necesidades: estar liderados con propósito, sentirse vinculados al proyecto, saber que su opinión cuenta, desarrollarse en un entorno libre y positivo y donde se permita el error y se fomente el aprendizaje y recibiendo el reconocimiento merecido.

Si estos aspectos no nos ocupan y no se tienen en cuenta dentro del plan estratégico, lo que nos encontraremos es que fiamos nuestro futuro a agentes externos y a las inversiones en campañas de marketing para crear demanda.