En general, adentro las mentes y en las creencias de una gran mayoría, el mundo de los negocios está completamente separado del mundo personal dando lugar a dos efectos. Uno de los efectos es que podemos ser como el Dr. Jekill y Mr. Hyde, en el sentido que podemos actuar muy bien como personas y muy mal como profesionales. El otro efecto es que podemos sentirnos incapaces de aprender las reglas de los negocios, una creencia absurda, puesto que, hasta un punto, los negocios, como la vida, son cosa de sentido común.
Casi se podría decir que si eres un buen negociando (tal como se decía antes) eres una mala persona y a la inversa, que si eres una buena persona, no puedes ser un buen negociando. Negamos subscribir la frase anterior y, todavía menos, que nos condicione, igual como negamos la afirmación que dice que todos, en mayor o menor grado, somos racistas. Igual como los tests demuestran que somos racistas inconscientes, yo estoy convencida que tenemos una creencia inconsciente que nos dificulta encontrar nuestra propuesta de valor y ponerle un precio del tipo que sea.
La buena noticia es que podemos luchar contra nuestro racismo inconsciente y que podemos luchar contra la segregación y contraposición que hemos hecho entre vida y negocio. En relación al racismo, Malcolm Gladwell, a su libro Inteligencia intuitiva, escribe: "Si usted es un blanco a quien le gustaría tratar a las personas negras como iguales en todos los aspectos, no basta con un simple compromiso por la igualdad. Es necesario que cambie de vida de forma que se relacione con las minorías a menudo hasta que se sienta cómodo entre ellas y hasta que reconozca el mejor de cada cultura."
Aplicando la misma lógica a la separación que hemos hecho entre vida y negocio, del que se trata es de que empezamos a vivir la vida personal con mentalidad de negocio, para acabar haciendo negocios con mentalidad de persona humana, haciéndolo en el que podríamos denominar "sincronización estratégica". El que propongo que hacemos, para empezar, es que plasmamos nuestras relaciones con la vida –nosotros, los otros y la realidad- sobre la sábana canvas, en un ejercicio de auto conocimiento estratégico llevado a cabo, a solas o en grupo, pero siempre con un facilitador.
Sincronización estratégica es auto conocimiento con finalidad y con un plan de acción. Porque la finalidad de conocernos no es quedarnos conformados con la idea que nuestra situación actual no es culpa nuestra, por ejemplo, como tampoco lo es quedarnos dormidos en los laureles de las acabadas de descubrir grandezas de nuestros talentos naturales. La finalidad de conocernos es vivir y desarrollar en el máximo aquello que somos.
Mientras analizamos y trabajamos nuestra vida sobre el canvas nos damos cuenta de los costes y de los ingresos que las diferentes relaciones y elecciones (o carencia de elección) tienen sobre nuestra vida. De este modo, sobre este descubrimiento, se fundamentará nuestra decisión clara y firme de sincronizar nuestras diferentes acciones, diseñar un plan de acción y ser sus líderes. Todo esto lo haremos con la ayuda de un facilitador que nos proporcionará los recursos que necesitamos para emprender este camino de responsabilidad y liderazgo.
La sábana es imprescindible porque es necesario que visualizamos las interdependencias entre todos los pensamientos, actas y relaciones de nuestra vida; porque sólo así nos daremos cuenta de "el alcance de la tragedia", pero también porque sólo así nos daremos cuenta de "el alcance de los recursos disponibles". Sólo con esta visión global podremos tomar las mejores decisiones sobre todo el espectro de nuestra vida con asertividad, responsabilidad, coherencia e integridad.
Cuáles son los beneficios de la práctica de la sincronización estratégica sobre la sábana canvas?
• Descubrir que el aconseguiment es un must tanto en la vida personal como en los negocios si queremos sentirnos ricos en todos los aspectos, desde el aspecto más físico –salud y dinero- hasta el más etéreo –belleza y conexión-.
• Aprender a dirigir nuestra vida proactivament y estratégicamente; y coger el hábito de medir el resultado de cada una de nuestras acciones.
• Darnos cuenta que la base de los negocios y la base humana es la misma. Sólo así seremos capaces de crear una economía y unos negocios que sirvan las personas • Proveernos de una mentalidad estratégica que nos reactivará el ADN emprendedor.
• Conseguir que nuestro procesamiento mental opere bajo el filtro del modelo canvas de manera inconsciente. Y como punto final.
A partir de esta nueva "mentalidad canvas" que habremos desarrollado junto con el descubrimiento de nuestra propuesta de valor personal y esencial, poner en marcha el canvas de los negocios será "coser y cantar".