VIA Empresa, no cambies nunca. O sí

Clic. Se ha producido. Algo ha cambiado. Se mueven los engranajes y comienza el murmullo. 

Y hay que escucharlo, como el murmullo de los árboles, del viento o del agua. Te aporta información. Pero el talante, el caminar propio, no puede hacerse con la melodía del murmullo o de la voz de los demás, debe surgir de dentro, de las bases, del propósito. Y por eso la esencia de este diario permanece tan viva y pura, 12 años después. Pueden cambiar las personas, los directores, el diseño, el ciclo económico… pero si se respira el Manifiesto a cada paso y artículo, el nosotros traspasa las personas y se convierte en algo superior, imbatible al murmullo y al paso del tiempo.

Y como dirían los de Duncan Dhu, hoy el viento sopla más de lo normal. Cierro mi etapa como directora de VIA Empresa. Pero por suerte, el ritmo lo marcamos nosotros, y no el murmullo. Me voy, pero aún estaré por aquí este verano, escribiendo y acompañando al equipo en este momento de cambio. Las puertas que muchos días se han convertido en tu hogar -las de la calle Sant Antoni 42 de Sant Cugat- hay que cerrarlas poco a poco y con cuidado. 

Si quieres saber más

 

   

Elena Busquets-Nuestra melé

Con el mismo cuidado e ilusión con que me las abrieron Carles Flo y Víctor Costa en mayo del 2021. Me hicieron realidad un sueño, y no es una exageración. Unos pocos años antes, yo trabajaba en una consultora inmobiliaria, haciendo estudios de mercado y notas de prensa, y leía diariamente el boletín de VIA Empresa. Recuerdo el día que le dije a una compañera: “Es que yo, ciertamente, debería estar trabajando en VIA Empresa y no aquí”. De todos modos, y a pesar de la anécdota, mi llegada al diario tiene más de serendipia, suerte y esfuerzo, que no un plan premeditado. Son los puntos que se conectan con sentido sólo cuando te los miras con el paso del tiempo. Conectan si has actuado -como decía al principio- en coherencia con tu interior, con tu propósito y con tu bondad más genuina.

De hecho, creo que es esta bondad genuina en la manera que tiene VIA Empresa de hacer periodismo que lo hace tan grande, tan necesario y que lo conecta honestamente con todos los hilos que conforman el tejido empresarial catalán. Es esta mirada optimista, el vaso medio lleno, su vocación de crear valor, de no buscar un clic fácil, de construir legado, de hacer atractiva la economía, de hacer grande un país y una lengua…

A menudo lo decimos en la redacción, que la inteligencia es contagiosa. Últimamente, creo que la bondad y la buena manera de hacer las cosas también lo es. Contagiosa e inspiradora. “Aquí sólo trabajan buenas personas” me dijo Carles Flo mi primer día en VIA Empresa. Y los observo, uno a uno, al equipo que forma este diario, y son todos buenas personas. ¿No decía Kapuściński que para ser buen periodista se tenía que ser buena persona? Así lo cree también Flo, el velador de este proyecto, que con su estilo bastante Coach Carter, mantiene viva la esencia de este diario, generación a generación.

“No cambies nunca”. En las dedicatorias que tengo escritas en mis libretas de adolescente, esta frase aparece demasiado a menudo. Nos lo decíamos los amigos, los unos a los otros: “No cambies nunca”. Como si cambiar fuera malo. Bien, ¿lo es?

Con el tiempo he visto que tienes que cambiar de vez en cuando para seguir siendo tú mismo, ¿no? Si no, estás destinado a la irrelevancia o a la desaparición, o a la pérdida o devaluación de ti mismo. 

"Con el tiempo he visto que tienes que cambiar de vez en cuando para seguir siendo tú mismo"

VIA Empresa, no cambies nunca. O sí, cambia todas las veces que lo necesites, para mantener intacta tu esencia. 

Gracias, Carles Flo. Gracias, Xavi y Ramon Grau. Gracias, Gemma Fontseca, Carlos Rojas, Ana González, Marc Vilajosana, Teresa Montalat y David Lombrana. Gracias, colaboradores, y muchas gracias, lectores. Por la confianza, por el aprendizaje, por el buen periodismo y por la bondad genuina. No cambiéis nunca, o sí. Y que sea para bien.