Que los individuos, los grupos y las sociedades cambiamos en contacto con los medios –o tecnologías, son conceptos intercambiables– es de primero de comunicación ytenemos numerosos ejemplos.Quim Monzó explicaba a la presentación de su libro Mil Cretins que empezó a escribir diferente desde que en ochenta va a cambiar la máquina de escribir por el ordenador: tetienes que pensar más cuando hacer CTRL-Z implica volver a picar la página a máquina. El procesador de texto cambió la literatura por siempre jamás.
Volvemos a la videocràcia o platocràcia quediceToni Soler. Otro ejemplo lo tenemos en el panorama político-mediático español, donde como la Italia videocràtica también setiene que salir pero que ya no es condición suficiente, también setiene que ser; salir a los medios tradicionales –tele principalmente– y estar en la red –Twitter especialmente–. Y a pesar de que en el caso de Twitter nos falta la perspectiva temporal de la televisión, yaempezamos a ver el papel transformador en muchos ámbitos y el político noes una excepción.
El debate de no investidura de la semana pasada al Congreso de los Diputados español fue un gran ejercicio de comunicación con material para hacer una temporada entera de Videocracy . El Congreso se convirtió en un inmenso plató televisivo conectado en tiempo real vía Twitter con la audiencia. No es casualidad que el foco mediático fuera por parlamentarios que son usuarios muy activos a Twitter y que en buena parte deben de a sus capacidades comunicativas en los medios sociales el hecho de estar en un parlamento:salen los queestán.
Parlamentarios como Gabriel Rufian, Albert Rivera o Pablo Iglesias tienen claro que no hablan sólo por un Parlamento ni por una audiencia televisiva, sino que hablan en una red. La diferencia rae en el hecho que mientras un miembro de la audiencia recibe el mensaje y lo consume de manera pasiva e individual, un usuario de una red lo consume colectivamente, eventualmente seapropia, el remescla y el redifon. El valor de una red aumenta con el número de conexiones entre sus miembros mientras que el de una audiencia aumenta con el número de espectadores.
De manera querida o inconsciente, estos parlamentarios hablan en tuits. Sus intervenciones son una serie de frases cortas, de mensajes claros y directos, de expresiones contundentes y con referentes a la cultura pop quepermiten una apropiación, remescla y difusión inmediata en las redes sociales, como si se tratara de un tuit: el medio es más que nunca el mensaje.
Creamos medianos –tecnologías– que nos acaban amoldando como individuos y como sociedades. La tele creó la videocràcia y Twitter la twitocràcia . De la foto del beso y de si llegaremos a la tindercràcia yahablaremos otro día.