Etnógrafo digital

La WWDC de Apple: la interfaz sobre ruedas

09 de Junio de 2022
Josep Maria Ganyet | VIA Empresa

Apple ha celebrado esta semana su conferencia para desarrolladores (WWDC 2022) donde ha presentado sus últimas novedades.

 

Empezamos por las grandes ausencias y, así, ya nos lo sacamos de encima: Apple no presentó las famosas Apple Glass, las supuestas gafas de realidad virtual y aumentada. Años de rumores y filtraciones apuntaban a que las veríamos este año… y no. A las Apple Glass les podría estar pasando lo mismo que a la tableta que Apple estaba desarrollando en la década del 2000, que nunca fue porque la tecnología no daba para una pantalla tan grande. Acabaron rebajando pretensiones, tiraron un iPhone y mira. Por otra parte, Apple no saca nunca un producto si no es en las mejores condiciones. Observáis que nunca es el primero pero sí el definitivo: el iPod no fue el primer dispositivo de música portátil, pero sí el que tenía mejor interfaz; el iPhone no fue el primer teléfono inteligente, pero sí el que tenía mejor interfaz; y el iPad tampoco fue la primera tableta, pero sí la que tenía mejor interfaz.

La interfaz de un dispositivo comprende todos los mecanismos —hardware y software— que permiten la comunicación. En el caso de los dispositivos para personas, el campo de conocimiento que se ocupa de ello es el de la interacción persona-ordenador. Confluyen disciplinas cómo la ingeniería, la psicología, el diseño, la informática, la ergonomía, la ética y la sociología entre otras. La diferencia entre una buena y una mala interfaz es en la experiencia que proporciona al usuario. Un ejemplo de mala experiencia es la de los aparatos de vídeo (sí, los de las cintas) que usábamos a los años 80 y 90: ¿alguien lo supo programar nunca? Y en caso afirmativo, ¿lo podría repetir hoy? Solo pensarlo se me revuelve el estómago. En cambio, para operar un iPhone —que por cierto graba también vídeo— no nos hace falta ningún manual de instrucciones e, incluso, los niños lo usan. Y es que la interfaz ha sido la protagonista de esta WWDC 2022.

 

El cambio que provocará más alegrías es la sustitución de palabras clave por indicadores biométricos

Apple ha presentado las funcionalidades del nuevo iOS, de apellido 16. Además de mejoras cosméticas y funcionales, hay cambios de calado que pueden redefinir nuestra relación con la tecnología de manera inmediata. La que provocará más alegrías, sin duda, es la sustitución de palabras clave por indicadores biométricos; utilizar nuestra impronta, la cara, la voz —o combinaciones— para acceder a los servicios en linea. Tiene sentido si pensamos que los móviles ya han sustituido el dinero y la llave es el último vestigio que nos queda en el bolsillo de la edad antigua. Hacer los servicios más seguros y que la interfaz para acceder desaparezca es marca de la casa.

El otra gran novedad en el negociado de las interfaces fue la integración del nuevo iOS16 con las de los automóviles, de hecho su sustitución. Por mucho que tengáis un coche de gama alta con todos los extras estoy convencido de que usáis el CarPlay o el Google Car en vez del sistema de infotainment del fabricante del coche. Lo hacéis por dos razones: porque no es necesario aprender ninguna interfaz nueva y porque, inevitablemente, las interfaces de Apple o las de Android son infinitamente mejores que las de cualquier coche por caro que sea. Y esto incluye los Tesla que tienen una interfaz sobredimensionada, con ganas de impresionar (tiene modo Navidad para hacer un show de luces y un módulo para tirarse pedos para impresionar a los invitados), deficiente en algunos aspectos (llamar es a un segundo nivel de menú) y que encima no permiten la integración con CarPlay o Google Car.

Apple ha dado una vuelta de tuerca más y ha anunciado un CarPlay totalmente renovado que personaliza hasta el último detalle la interfaz de los coches con pantallas ultrapanoràmiques (de todo el tablier) extendiendo las funcionalidades del móvil a todo el frontal del coche. Efectivo para todos los modelos que se fabriquen a partir de 2023. he visto la foto y, si yo me tuviera que cambiar el coche, me esperaría. Supongo que poco a poco la industria automobilística se dará cuenta de que es más rentable invertir en modelos más eficientes —eléctricos, por supuesto— que intentar fabricar interfaces que, al final, resultan caras, imposibles de mantener.