La recuperación de lo que es normal

Todo el mundo ha vuelto a su rutina, desde los empleados de Mercadona hasta los horchateros de València, lo que no garantiza que nada sea ni bueno ni mejor

Un trabajador de Mercadona gestionando la donación en el Banco de los Alimentos de Barcelona | Cedida Un trabajador de Mercadona gestionando la donación en el Banco de los Alimentos de Barcelona | Cedida

Mercadona recupera sus horarios comerciales a partir del lunes. Y eso sí que es normalidad. La panadería de mi barrio hace unas semanas que también trabaja con su rutina habitual, como los pequeños comercios que salpican calles y plazas y a los cuales les está costando remontar este tiempo de parada. Pero estos días he vuelto a Ikea y he visto que no todo el mundo lo está teniendo igual de difícil. En la gran tienda que la firma sueca tiene en Alfafar (Valencia), la única diferencia visible entre lo que pasaba hace seis meses y lo que ocurre ahora es la gran variedad de mascarillas que se ven y la dispensación de geles hidroalcohólicos por todas partes. El resto es normal. Lo que no lo es tanto es la noticia que la empresa devolverá a los gobiernos de los diferentes Estados en los que está ubicada las ayudas públicas recibidas estos meses porque su previsión de caída de ventas de hasta el 80% no se ha cumplido. Las colas de clientes para entrar, para pagar, para devolver compras hablan de normalidad. El adjetivo 'nueva' aquí ya no hace falta: todo es tan exitoso como siempre.

En el País Valencià el presidente Ximo Puig está usando el hastag #NormalitatMillorada en esta nueva etapa. Mejorar el que ya teníamos parece una buena idea, a pesar de la mascarilla, la distancia y las dificultades que algunos se están encontrando por el camino: trabajadores que aún no han cobrado las ayudas de los ERTE, empresas que dependen del turismo y el turista que no llega; liquidez que no fluye... los obstáculos no son pocos. A ciencia cierta que son muchos. De hecho el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas asegura que en un escenario optimista, las exportaciones valencianas caerán un punto por debajo de la media española, situándose en el 13,4%. El porque, la más gran dependencia de la exportación de vehículos de motor, que sufrirá más fuertemente que el resto de sectores por la reducción de la demanda. De hecho, el de la automoción es uno de los sectores que ha puesto como ejemplo de innovación el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro, este jueves en su participación en la cumbre Empresas españolas liderando el futuro, organizada por la CEOE.

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En escenarios difíciles, pensar en común puede ayudar. Es lo que plantea la Hackatón que se celebra este martes en ESIC Valencia, en que intervendrán firmas valencianas como la aseguradora Divina Pastora o la alimentaria Vicky Foods. Tanto el presidente del consejo de administración del primero, Armando Nieto, como el CEO de la segunda, Rafa Juan, intervendrán en una Hackatón virtual para dar respuesta económica a la crisis actual generada por la Covid-19. Junto con ellos, Diego López (Facebook Colombia); Gretchen Rodríguez (Grupo SANTANDER); Teresa García Muñoz, directora General Emprendeduría y Cooperativismo de la Generalitat Valenciana, y Miguel Ángel Rodríguez (Cruz Roja).

"El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas asegura que, en un escenario optimista, las exportaciones valencianas caerán un punto por debajo de la media española"

Si pensar en equipo ayuda, trabajar en conjunto tiene que dar resultados, ¿no? Se lo han propuesto dos gremios con fuerte tradición en la capital valenciana, los panaderos y los horchateros, que se han aliado estos días porque 40 establecimientos vendan horchata ecológica elaborada con chufas de la DO València. El horchatero es un sector que busca activarse en poco tiempo, puesto que el consumo de horchata es bastante estacional y el confinamiento ha retrasado la salida al mercado en esta temporada de su producto.

Así que mientras los orxaters retoman la normalidad, mascareta por el medio, igual que los trabajadores de Mercadona vuelven a cerrar la tienda a las 21.30 horas y los clientes de Ikea llenan hasta los topes el magnánimo recinto comercial para hacer revivir sus ventas, la Administración incorpora poco a poco a sus trabajadores al trabajo presencial. El sueño del teletrabajo se esfuma para muchos, pero claro... nadie dijo que la normalidad no fuer a ser el mismo caos de siempre.

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