
Servicios online, infraestructuras de telecomunicaciones, capital humano... El eGovernment ha venido para quedarse, pero todavía no ha acabado de llegar del todo. Si bien a finales de 2018 el Consorci Administració Oberta de Catalunya (AOC) celebraba la jornada Asesinato en el Catalonia Express: encuentran muerta la Administración en papel con el objetivo de implantar en la manera de hacer de las organizaciones la transformació digital como herramienta básica para la continuidad de la Administración. Pocos meses después, EAE Business School saca a la luz un ranking de los países top en gobierno electrónico y lo hace bajo el argumento de que la mayoría de los mejor ubicados a la lista forman parte de la Unión Europea. De hecho, el mejor país del mundo en esto es Dinamarca y España entra a la mesa en 17a posición. Fuera de la UE, destacan Corea del Sur, Singapur, Nueva Zelanda y los Estados Unidos.
La participación ciudadana, sin embargo, todavía es muy baja. En el caso español es del 0,98%, poco por debajo del líder danés, donde es del 1%. Pero seguramente el motivo rae en el hecho de que las administraciones todavía tienen mucho camino por delante para recorrer. Según destaca el informe, la disponibilidad de la información en linea es básica porque la sociedad pueda participar. A esto se tiene que sumar la posibilidad de consultar en linea -con respuestas rápidas y ágiles- y la participación directa de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones.
De hecho, EAE selecciona 15 puntos esenciales para poder evaluar un país en este terreno, entre los cuales se encuentran los datos abiertos, notificaciones de contratación pública o un elemento fundamental como lo es la legislación sobre los datos personales online.
Una Europa mediterránea
A pesar de entrar en el ranking, España se tiene que poner las pilas. El estudio destaca que su gobierno "parece formar parte de una Europa mediterránea" en el sentido que es "poco o nada proclive a la adopción del blockchain". Además, ponen encima de la mesa que "ni siquiera está en fase de exploración o de investigación" en relación a la formulación de estrategias, políticas, guías o agendas específicas para la incorporación a D.L.T. o tecnologías de registro distribuido en la Administración pública.
Pero el sector público ocupa la octava posición en los sectores que lideran estas tecnologías con un 43%, muy por debajo del mercado de capitales, que es del 70%, los seguros, que es del 61% o las finanzas comerciales, con el 59%.
Y es que, según EAE, tanto el desarrollo del blockchain como las D.L.T "es incipiente", sin embargo, si se hiciera bien y fuera a la par con la época en que vivimos, serviría para aportar más transparencia a la ciudadanía, lucha contra el fraude y la manipulación, una reducción importante de la corrupción y un incremento de la confianza, entre otros muchos beneficios. Transformarse o cronificar las malas prácticas. Esta es la cuestión.