El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado el nuevo Plan de Barrios para los próximos cuatro años, con un presupuesto de 150 millones de euros para impulsar políticas que limen las desigualdades de 23 barrios. A pesar de mantener la partida del anterior plan (2017-2020), se incorporan siete zonas nuevas al programa: Verdum, Can Peguera, el Turó de la Peira, La Prosperitat, El Carmel, Can Baró y el Poblesec.
Cada uno de estos barrios se ha clasificado en dos niveles de intensidad según las necesidades y el grado de desigualdad actuales. Por un lado, hay los programas con un despliegue integral e intensivo y, por la otra, los de despliegue de políticas estructurales y de mantenimiento. Las actuaciones se centrarán en varios ámbitos: la educación y la salud pública; los derechos sociales, la equidad de género y la acción comunitaria; la vivienda; la ocupación, el impulso económico y la economía social; el espacio público y la accesibilidad; y, a diferencia del año pasado, se añade un nuevo campo, la sostenibilidad ambiental y la emergencia climática.
Según el consistorio, estos son los principales ámbitos que generan desigualdad entre la población barcelonesa. El nuevo Plan de Barrios llegará a zonas con una población total de unas 377.000 personas y presta especial atención a las necesidades que han surgido a raíz de la crisis sanitaria por la covid-19 y la económica que se deriva y apenas empieza.
Balance del plan anterior
El anterior programa ya se había reorientado desde la llegada de la pandemia para facilitar el acceso a ayudas, aligerar la carga de familias y entidades y hacer posible un verano con ocio y cultura para los más jóvenes. Entre las actuaciones más destacadas a las que se han destinado recursos están proyectos de formación y acompañamiento para reducir la brecha digital en los colectivos sin conocimientos sobre las TIC y el repart de cestas de productos frescos, ecológicos y de proximidad para impulsar la alimentación saludable.
El Plan de Barrios 2017-2020 está en fase de cierre. En total, se han impulsado 600 actuaciones y 73 obras de mejora de centros educativos, espacios públicos y nuevos equipamientos comunitarios. A pesar de que el Ayuntamiento afirma que no se ha visto una reducción de la desigualdad con la aplicación del programa, lo atribuye al impacto de la crisis de la covid-19 y a la corta duración del plan. "La mayor parte de los barrios que han formado parte del programa continúan teniendo importantes indicadores de desigualdad que hace incuestionable la necesidad de continuar interviniendo y dar un mayor recorrido a las políticas públicas de lucha contra las desigualdades ya iniciadas", indica el consistorio a través de un comunicado. Y añade que "se trata de tendencias a largo plazo que necesitan más tiempo para que arraiguen en los barrios y se reviertan de forma clara".