Continental ha comunicado a los representantes de los trabajadores que abandona el negocio de Rubí y se plantea encontrar un comprador por la planta vallesana antes de finales de enero, según han explicado fuentes sindicales a la ACN. Los sindicatos han recibido esta noticia con decepción porque cuando, hace un mes, la multinacional anunció el proceso de reindustrialización de las instalaciones no se descartó quedarse una parte del negocio con un producto nuevo. De este modo, el fabricante de neumáticos y soluciones para el automóvil se fija un periodo de dos meses para buscar un tercer interesado en las instalaciones, con una plantilla de 760 personas. Fuentes de la empresa han remarcado a la ACN que Continental tiene un "compromiso de diálogo continuado" con la plantilla y prevé encontrarse varias veces con los trabajadores durante las próximas semanas.
Una vez pasados los dos meses, se abre otro periodo para decidir quién y cómo se queda la empresa y negociar las condiciones con los trabajadores. En total, calculan que el traspaso de las instalaciones se haga efectivo en seis meses. "Las noticias no son buenas, hay mucha incertidumbre sobre si habrá comprador o no, y no sabemos con qué condiciones ni garantías para los trabajadores", ha explicado a la ACN el secretario general de CCOO de Industria del Vallès Occidental-Catalunya, Josep Rueda, que ha lamentado la "marcha definitiva" de la empresa de Rubí.
La dirección ha trasladado a los trabajadores la intención de trabajar para preservar los puestos de trabajo, ha añadido Rueda. El comité de empresa, formado por UGT, CCOO y FTC, considera que a partir de finales de enero se tendrán que empezar a negociar las condiciones de la salida de los trabajadores que no encajen, por edad o formación, en la futura empresa. Y en el supuesto de que no haya comprador, las indemnizaciones para toda la plantilla.
La fábrica de Rubí, que produce complementos analógicos y controles, ya no se considera una localización "estratégica" por la multinacional, según los sindicatos que este sábado organizaron en Rubí la primera manifestación para reclamar a la empresa que garantice los puestos de trabajo. La marcha contó con más de 500 personas. La operación de reindustrialización anunciada hace un mes fuera parte de un proceso de reestructuración a escala mundial, que prevé recortar más de 5.000 puestos de trabajo hasta 2028 para hacer frente a la transformación del sector hacia los modelos eléctricos.