La Generalitat ha cerrado la puerta a que Catalunya pueda acoger a la Ryder Cup, una de las competiciones internacionales del golf más reconocidas. El Gobierno de Pere Aragonès ha comunicado a los impulsores que tumba el proyecto para construir un tercer campo en el recinto de Caldes de Malavella, municipio situado en la comarca de la Selva. Las obras contemplaban la ampliación de las instalaciones en 150 hectáreas y la construcción de un hotel y apartamentos.
Desde hace unos meses, la Associació de Càmpings de Girona, la Federació d’Hostaleria de les comarques de Girona, la Associació Turística d’Apartaments Costa Brava-Pirineu de Girona (ATA), la Taula Gironina de Turisme, la Associació Corporativa d’Agències de Viatges Especialitzades (Acave), la FOEG, Pimec Girona y la Cambra de Comerç de Girona han realizado un clamor unánime para impulsar la candidatura catalana.
Las organizaciones siempre han criticado "la falta de seriedad" y el rechazo al proyecto por parte de la Generalitat. Según los cálculos de los organizadores, la Ryder Cup genera un impacto económico de 1.300 millones de euros, 270.000 visitantes y una cifra superior a 1.000 puestos de trabajo. Miquel Gotanegra, vicepresidente de la FOEG recuerda que "se trata de uno de los torneos más prestigiosos de golf a escala mundial y el tercer evento deportivo con mayor repercusión en todo el mundo, después de los Juegos Olímpicos y del campeonato del mundo de fútbol".