
22
de Julio
de
2016
Act.
25
de Julio
de
2016
Girona acoge desde este viernes el Festival Internacional de Mapping (FIMG), una cita que ha posicionado Cataluña como un referente europeo en el mapa para la industria del diseño y las proyecciones visuales. Este año acoge 27 proyectos escogidos entre un total de 119 solicitudes recibidas de todo el mundo, un dato que demuestra que elmapping ha pasado de ser una tendencia en el sector para acontecer un producto cada vez más demandado por las Administraciones y las empresas culturales.
Esta es la tercera edición del FIMG, una cita que empezó como una iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad para ofrecer una "propuesta abierta y gratuita que transformara las noches de verano y permitiera descubrir otra cara de las calles que ya conocemos", explica a VÍA Emprendida el director de la feria, Xavier Bové. Pero de ser una cita únicamente lúdica ha pasado a convertirse en un punto de encuentro también para profesionales: "Vienen artistas y expertos de todo el mundo, vienen al congreso a presentar sus propuestas, a dar charlas, y forman parte del jurado de los concursos, los cuales también son una exhibición del talento local". En definitiva, "vienen de fuera para exportar el qué se está cociendo en el territorio", insiste.
Cultura y arte a las fachadas
Bové define el mapping como una técnica que "da vida y sentido a las creaciones artísticas" y dónde no importa el cómo y el donde –que puede ser una fachada, un objeto o, incluso, un cuerpo humano-, sino que importa "aquello que quieres expresar y las emociones que quieres generar". Esto lo convierte en una propuesta cultural más que ha conseguido hacerse un lugar entre la oferta que hasta ahora nutrían el teatro, la danza o la música.
Aún así, el FIMG es una de los escasos encuentros especializados sobre el ámbito y es por este motivo que el director considera que la cita catalana ha conseguido atraer artistas de vainica internacional como el español Pablo Valbuena o el francés Joanie Lemercier, así como los catalanes Eloi Maduell y Santi Vilanova, galardonados el 2014 con el premio Laus de Oro por Taull1123, un proyecto que recupera de forma virtual las pinturas románicas de la iglesia de Santo Climent de Taüll. Un trabajo que, a pesar de haberlos dado "reconocimiento", afirma Maduell, no los ha dado tanto eco como otros trabajos anteriores, que es con las cuales los han conocido algunos de los clientes que ahora tienen con la empresa Playmodes, un estudio de investigación audiovisual situado en Girona.
Este año inauguran el festival con un espectáculo de luces, el que para él es la evolución natural de la disciplina: "En el fondo, el mapping es una proyección de luz. Nosotros nos hemos quedado con esta relación entre el espacio y la luz y estamos desarrollando nuevos espectáculos". Un paso adelante que los ha permitido posicionarse cómo una de las pocas compañías que trabajan este tipo de espectáculos.
Aún así, siguen trabajando con proyecciones audiovisuales sobre fachadas y volverán a producir el espectáculo de las fiestas de la Merced del próximo septiembre en Barcelona. Porque, como bien dice el cofundador de Playmodes, el mapping ya se considera "los fuegos artificiales del siglo XXI y hacen articular el mismo "Oh!" por parte del público que cuando voces una palmera de fuegos al cielo".
Una industria emergente
Tanto Bové como Maduell coinciden a decir que estamos ante una industria emergente; quehaya más o menos demanda en el Estado español, es otra cuestión. Hasta el momento, el tejido catalán se está articulando a través de empresas pequeñas, de entre 4 y 5 trabajadores, con contadas productoras más grandes que ofrecen una gama más amplia de espectáculos y que han incorporado el mapping. "Pero una cosa es la industria y otra la parte más empresarial", alerta Maduell, quien quiere dejar muy claro que todos los que sededican lo hacen más por pasión que no por dinero.
"Es un sector emergente porque, si nos comparamos con cómo estábamos el 2009, cuando éramos los únicos en España, ahora hay muchísimas más empresas", recuerda. Desde su punto de vista, es positivo por el hacer de dar visibilidad a la disciplina, pero no lo es si se piensa en la poca oferta que hay al mercado nacional y la baja calidad de los proyectos, en general: "Todo el mundo intenta sobrevivir cogiendo cualquier encargo. Si lo haces bien, al final te acaban trucando de fuera, y esto es el que más te ayuda a salir adelante.".
Por eso considera muy importante documentar cada una de los trabajos que se ejecutan, puesto que la red es el escaparate de hoy en día, "Internet es nuestro agente comercial", insiste. Cómo también es vital aprovechar acontecimientos como el Festival Internacional de Mapping de Girona para ampliar la cartera de contactos y fortalecer los vínculos que unen los artistas de todos los países.
Los presupuestos de cada producción varían según las ambiciones. Si hacen falta, como en el caso de las proyecciones a la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, tres proyectors, esto supondrá un coste de 30.000 euros por el alquiler del equipo durante una semana. Ahora bien, si se trata de una macroprojecció con 24 proyectors, sólo hay que multiplicar para obtener una cifra que deja muy claro que de barato notiene nada. Y a todo esto hay que sumar el trabajo de dos y tres meses de documentación, creación de los gráficos y de la música, realización... Con su correspondiente equipo, por supuesto, el cual se nutre de los entre dos y cinco trabajadores fijos en la compañía y freelances .
De la crítica social al ocio
Maduell y Vilanova descubrieron el mapping a principios de siglo en Francia por casualidad. Los dos trabajaban como videjokeys haciendo de realizadores en conciertos de música, festivales y discotecas y llegaron en su punto de sentirse frustrados porque no podían desarrollar su parte más artística. "Al ver el que habían hecho los franceses, empezamos a trabajar con un proyector en el espacio libre, de manera más poética, y hacerlo en un lugar público y abierto a todo el mundo", continúa Maduell, quién es también uno de los creadores de Telenoika, l'asociación cultural que se dedica a promover la creatividad y experimentación audiovisual.
Los primeros proyectos estuvieron vinculados a la crítica social. "Si queríamos hablar de los transgénicos a los supermercados, proyectábamos imágenes en un súper y explicábamos la historia", ejemplifica, y de la protesta pasaron a convertirlo en un espectáculo para todos los públicos. Los primeros clientes fueron empresas privadas dedicadas al arte y la cultura, y ahora cuentan con también ayuntamientos y otros entes públicos como escuelas. El primer segmento representa el 70% de sus ingresos; mientras que el segundo, el 30%, un ámbito donde asegura que se ha notado la caída de los presupuestos con la crisis.
Actualmente trabajan por encargo a la vez que comercializan espectáculos cerrados, una estrategia que los permite equilibrar el margen de beneficio entre los proyectos. "Estamos intentando reaprofitar el desarrollo que hacemos", aclara el cofundador de Playmodes, "antes cada cosa era nueva, tanto el planteamiento como la tecnología, y ahora lo aprovechamos de nuevo con los paquetes cerrados para aumentar el margen de beneficio a medida que se va proyectando". Al final, como se describen ellos mismos, son "artesanos tecnológicos" que tienen que encontrar la manera de rentabilizar su creatividad y arte.
Esta es la tercera edición del FIMG, una cita que empezó como una iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad para ofrecer una "propuesta abierta y gratuita que transformara las noches de verano y permitiera descubrir otra cara de las calles que ya conocemos", explica a VÍA Emprendida el director de la feria, Xavier Bové. Pero de ser una cita únicamente lúdica ha pasado a convertirse en un punto de encuentro también para profesionales: "Vienen artistas y expertos de todo el mundo, vienen al congreso a presentar sus propuestas, a dar charlas, y forman parte del jurado de los concursos, los cuales también son una exhibición del talento local". En definitiva, "vienen de fuera para exportar el qué se está cociendo en el territorio", insiste.
Cultura y arte a las fachadas
Bové define el mapping como una técnica que "da vida y sentido a las creaciones artísticas" y dónde no importa el cómo y el donde –que puede ser una fachada, un objeto o, incluso, un cuerpo humano-, sino que importa "aquello que quieres expresar y las emociones que quieres generar". Esto lo convierte en una propuesta cultural más que ha conseguido hacerse un lugar entre la oferta que hasta ahora nutrían el teatro, la danza o la música.
Aún así, el FIMG es una de los escasos encuentros especializados sobre el ámbito y es por este motivo que el director considera que la cita catalana ha conseguido atraer artistas de vainica internacional como el español Pablo Valbuena o el francés Joanie Lemercier, así como los catalanes Eloi Maduell y Santi Vilanova, galardonados el 2014 con el premio Laus de Oro por Taull1123, un proyecto que recupera de forma virtual las pinturas románicas de la iglesia de Santo Climent de Taüll. Un trabajo que, a pesar de haberlos dado "reconocimiento", afirma Maduell, no los ha dado tanto eco como otros trabajos anteriores, que es con las cuales los han conocido algunos de los clientes que ahora tienen con la empresa Playmodes, un estudio de investigación audiovisual situado en Girona.
Mapping Santo Climent de Taüll from Mapping Santo Climent de Taüll donde Vimeo.
Este año inauguran el festival con un espectáculo de luces, el que para él es la evolución natural de la disciplina: "En el fondo, el mapping es una proyección de luz. Nosotros nos hemos quedado con esta relación entre el espacio y la luz y estamos desarrollando nuevos espectáculos". Un paso adelante que los ha permitido posicionarse cómo una de las pocas compañías que trabajan este tipo de espectáculos.
Aún así, siguen trabajando con proyecciones audiovisuales sobre fachadas y volverán a producir el espectáculo de las fiestas de la Merced del próximo septiembre en Barcelona. Porque, como bien dice el cofundador de Playmodes, el mapping ya se considera "los fuegos artificiales del siglo XXI y hacen articular el mismo "Oh!" por parte del público que cuando voces una palmera de fuegos al cielo".
Una industria emergente
Tanto Bové como Maduell coinciden a decir que estamos ante una industria emergente; quehaya más o menos demanda en el Estado español, es otra cuestión. Hasta el momento, el tejido catalán se está articulando a través de empresas pequeñas, de entre 4 y 5 trabajadores, con contadas productoras más grandes que ofrecen una gama más amplia de espectáculos y que han incorporado el mapping. "Pero una cosa es la industria y otra la parte más empresarial", alerta Maduell, quien quiere dejar muy claro que todos los que sededican lo hacen más por pasión que no por dinero.
"Es un sector emergente porque, si nos comparamos con cómo estábamos el 2009, cuando éramos los únicos en España, ahora hay muchísimas más empresas", recuerda. Desde su punto de vista, es positivo por el hacer de dar visibilidad a la disciplina, pero no lo es si se piensa en la poca oferta que hay al mercado nacional y la baja calidad de los proyectos, en general: "Todo el mundo intenta sobrevivir cogiendo cualquier encargo. Si lo haces bien, al final te acaban trucando de fuera, y esto es el que más te ayuda a salir adelante.".
Por eso considera muy importante documentar cada una de los trabajos que se ejecutan, puesto que la red es el escaparate de hoy en día, "Internet es nuestro agente comercial", insiste. Cómo también es vital aprovechar acontecimientos como el Festival Internacional de Mapping de Girona para ampliar la cartera de contactos y fortalecer los vínculos que unen los artistas de todos los países.
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Mapping de Playmodes en el Hospital de Santo Pau. Cedida |
Los presupuestos de cada producción varían según las ambiciones. Si hacen falta, como en el caso de las proyecciones a la fachada del Ayuntamiento de Barcelona, tres proyectors, esto supondrá un coste de 30.000 euros por el alquiler del equipo durante una semana. Ahora bien, si se trata de una macroprojecció con 24 proyectors, sólo hay que multiplicar para obtener una cifra que deja muy claro que de barato notiene nada. Y a todo esto hay que sumar el trabajo de dos y tres meses de documentación, creación de los gráficos y de la música, realización... Con su correspondiente equipo, por supuesto, el cual se nutre de los entre dos y cinco trabajadores fijos en la compañía y freelances .
De la crítica social al ocio
Maduell y Vilanova descubrieron el mapping a principios de siglo en Francia por casualidad. Los dos trabajaban como videjokeys haciendo de realizadores en conciertos de música, festivales y discotecas y llegaron en su punto de sentirse frustrados porque no podían desarrollar su parte más artística. "Al ver el que habían hecho los franceses, empezamos a trabajar con un proyector en el espacio libre, de manera más poética, y hacerlo en un lugar público y abierto a todo el mundo", continúa Maduell, quién es también uno de los creadores de Telenoika, l'asociación cultural que se dedica a promover la creatividad y experimentación audiovisual.
Los primeros proyectos estuvieron vinculados a la crítica social. "Si queríamos hablar de los transgénicos a los supermercados, proyectábamos imágenes en un súper y explicábamos la historia", ejemplifica, y de la protesta pasaron a convertirlo en un espectáculo para todos los públicos. Los primeros clientes fueron empresas privadas dedicadas al arte y la cultura, y ahora cuentan con también ayuntamientos y otros entes públicos como escuelas. El primer segmento representa el 70% de sus ingresos; mientras que el segundo, el 30%, un ámbito donde asegura que se ha notado la caída de los presupuestos con la crisis.
Actualmente trabajan por encargo a la vez que comercializan espectáculos cerrados, una estrategia que los permite equilibrar el margen de beneficio entre los proyectos. "Estamos intentando reaprofitar el desarrollo que hacemos", aclara el cofundador de Playmodes, "antes cada cosa era nueva, tanto el planteamiento como la tecnología, y ahora lo aprovechamos de nuevo con los paquetes cerrados para aumentar el margen de beneficio a medida que se va proyectando". Al final, como se describen ellos mismos, son "artesanos tecnológicos" que tienen que encontrar la manera de rentabilizar su creatividad y arte.