La fábrica de Nylstar en Blanes vuelve a tener actividad, seis meses después de que la empresa textil entrase en fase de liquidación. Por el momento, las máquinas se han puesto en marcha para producir 80 toneladas de hilo Nylon 6.6, un tipo de material textil muy técnico. Para llevar a cabo esta producción, Nylstar contará con una cuarentena de trabajadores. "Esperamos que se abra la contratación pronto si la producción va a más", describe Xavier Cherino, presidente del comité de empresa. En los últimos meses se había rumoreado que la Generalitat podría entrar en el accionariado, una posibilidad que ya ha sido descartada por el ejecutivo de Pere Aragonès.
Nylstar nació en 1923, entonces con el nombre de Sociedad Anónima de Fibras Artificiales (SAFA). La compañía llegó a emplear a más de 2.000 trabajadores. Sin embargo, en 2007, ya entonces bajo la propiedad del grupo Nylstar, la textil entró en concurso de acreedores. Fue durante este proceso cuando el grupo inversor Praedium la adquirió por 1,8 millones de euros. El propietario del grupo, Alfons Cirera, se convirtió en el máximo accionista de la compañía.
En 2016, la empresa realizó un cambio de modelo productivo y se redirigió entonces hacia la producción de hilos especializados, y durante la pandemia, también lanzó al mercado una mascarilla con un nuevo tejido antiviral. A principios de año, la textil Nylstar presentó concurso voluntario de acreedores para entrar en finiquito. En paralelo, con el objetivo de buscar alternativas a la liquidación que aseguraran la continuidad de la fábrica -y sobre todo, permitan mantener puestos de trabajo. Durante los últimos años, la empresa también se ha visto marcada por ERE y una reducción progresiva de plantilla.