Cuando en 80 la fundadora y gerente de Semen Cardona, Maria Àngels Rial Villa, fue a la empresa solsonina Lacetània para saber si podían formarla en inseminación porcina, algunos no se la tomaron mucho seriamente extrañados por el hecho que una mujer se interesara por un procedimiento que hasta entonces hacían hombres.
"Era muy jovencita, se estaba implantando esta técnica y no tenía ninguna titulación", afirma Rial. Para demostrar que no servía por este trabajo, le hicieron extraer semen de un cerdo allá mismo. "Sacaron el más gordo, más viejo, más sucio y que hacía más miedo", recuerda con un sonreír la gerente de Semen Cardona. Ahora Lacetània es una de las empresas que forman parte de Semen Cardona.
"Con el tiempo la persona que me dijo que no servía y que justamente me tenía que formar, pero no lo hizo porque le hacía un poco de pereza, se ha convertido en uno de mis trabajadores", sostiene esta empresaria. "No se puede despreciar nunca nadie porque te pueden sorprender", añade. Esta anécdota, no exenta de ironía, demuestra como esta empresaria bagenca no se ha parado nunca ante los obstáculos y ha conseguido despuntar en un sector tradicionalmente masculino a golpes de constancia, modestia y mucho trabajo.
Mejorar la calidad de la carne de cerdo, la oportunidad de negocio
La historia de Semen Cardona es, sin duda, la historia de la tenacidad de Maria Àngels que hace tres décadas vio una oportunidad de negocio al darse cuenta de la mala calidad de la carne de cerdo. Un problema que la inseminación artificial podía resolver consiguiendo matar dos gorriones de un disparo: incrementar la fertilidad y mejorar a la vez la especie. Después de formarse en Madrid, creó un pequeño laboratorio a la explotación agrícola que la familia Coletas Rial tenía en Cardona. Este fue el germen de la empresa.
La inseminación artificial porcina, una técnica ampliamente extendida
El boca-oreja entre los ganaderos hizo que la empresa familiar, que hasta entonces sólo utilizaba la inseminación en su explotación, decidiera dar el salto y expandirse, el 1996, con la creación de Semen Cardona. Inicialmente la empresa tuvo que invertir mucho en innovación. "Era una técnica muy nueva y teníamos que investigar porque si no lo hacíamos nosotros, no lo hacía nadie", dice Maria Àngels Rial.
Hoy en día, en cambio, la inseminación artificial está totalmente extendida y se usa en un 99% de los casos. "Ahora somos una empresa de servicios que se encarga de ofrecer muestras de semen porcino, la innovación nos la traen las empresas de genética", explica la empresaria bagenca. Semen Cardona se ha convertido en una de las grandes industrias del sector agrario español, además de líder estatal en la producción y comercialización de semen porcino multe-genético.
Nuevas aperturas por este 2015
Actualmente el grupo dispone de ocho delegaciones en toda Cataluña y una en la Aragón. El año pasado tenían 1.000 machos y salieron 2 millones de dosis de semen porcino de sus instalaciones. Este año esperan incrementar estas cifras y llegar a los 1.500 sementales gracias a la apertura de nuevos centros, un más en Cataluña y otro en la Rioja, y a la ampliación de uno de los ya existentes a casa nuestra.
La exportación sólo supone un 2% de su producción y básicamente va destinada en Asia y Sudamérica donde precisamente han abierto una delegación en México. "Son líneas muy concretas, para hacer mejora genética en el país de destino", aclara Rial.
La biomedicina, un nuevo reto por Semen Cardona
La empresa, que desde el 2008 también comercializa semen de conejo, se ha adentrado estos últimos años en el mundo de la biomedicina de la mano de Specific Pig, una start-up que se dedica a la cría y comercialización de cerdos enanos para la investigación biomédica y de la cual Maria Àngels Rial es presidenta. "Nosotros somos los que hacemos los cruzamientos y todo aquello relacionado con la reproducción de este cerdo", apunta. Otro reto más por esta empresaria inconformista e inquieta con una visión de futuro que ha quedado demostrada y recompensada con el tiempo.