El Departament de Territori ha anunciado una inversión de 60 millones de euros en la pacificación de la carretera N-II al Maresme. Con el impulso de seis proyectos constructivos diferentes –que, según la consejería, avanzan a velocidades diferentes– se cumplirá con una reivindicación histórica de la comarca después de la apertura de los peajes de la autopista C-32 en las entradas a algunas de las localidades de la zona.
Según ha anunciado el Departament, las obras se iniciarían el 2023 con los tramos entre Mataró y Llavaneres; Caldes d'Estrac y Arenys de Mar, y Canet y Calella. También se añadirá un nuevo proyecto de conectividad con la autopista a largo plazo, que suponerà una inversión de 60 millones de euros más, además de la construcción de un carril-bici que cubrirá toda la comarca.
A pesar de que los representantes del gobierno han anunciado hoy esta nueva inversión, no se aventuran a dar fechas de ejecución, a pesar de que los primeros tramos de las obras se iniciarían seguramente el próximo año. Según el secretario de Territori i Mobilitat, Isidre Gavín, "hay que estudiar la integración urbana con los municipios, porque este será un proyecto integral".
La integración pasa por la reconversión de la N-II, la carretera de la costa, en un "eje cívico" en que se prioricen los peatones, la micromobilitat y el transporte público por encima de la circulación con automóvil. Desde la apertura de los peajes de la C-32, la afluencia de vehículos por la carretera se ha reducido un 30%, unos 10.000 menos cada día, al tramo sur de la comarca; y hasta un 50% en su tramo norte.
Según ha anunciado el departamento, la redacción del proyecto en su tramo del bajo Maresme está ya adjudicada, mientras que los tramos central y del alto Maresme ya se han licitado. Los proyectos del carril-bici ya están todos en fase de redacción, y son, por lo tanto, los más avanzados en su puesta en marcha y ejecución.
Más allá de la pacificación de la N-II, se prevé una inversión del mismo montante en un nuevo sistema de accesos a la C-32. Se podrá entrar a la autopista desde Alella-El Masnou, Teià, Premià de Mar, Vilassarencs de Mar, Canet y Calella; y se prevén mejoras en los que conectan la autopista con Sant Andreu de Llavaneres y Pineda de Mar. La definición de este último proyecto se acabaría de concretar el 2023, y los contratos no se licitarán, según ha informado el Departament, hasta el 2024.