El negocio vinculado al turismo de cruceros ha generado un impacto de cinco millones de euros en Tarragona y las poblaciones de su entorno. Según datos del Port de Tarragona, esta instalación cerrará el año con un balance de 35 escalas de cruceros y un movimiento de 64.000 pasajeros. De cara al 2023, los responsables del Port prevén que la ciudad logrará la cifra de 50 escalas y 95.000 cruceristas.
Volviendo a la actualidad, las autoridades valoran positivamente que gran parte de las llegadas de los barcos se han producido fuera de los meses de alta ocupación del verano. "Observamos síntomas de la recuperación del sector, ya nos acercamos a cifras prepandémicas y vamos hacia un modelo sostenible en términos de impacto demográfico y medioambiental", apunta Saül Garreta, presidente del Port de Tarragona.
Una encuesta de la Universitat Rovira i Virgili describe como un 93% de los cruceristas recomendarían Tarragona como destino y, a la vez, también valoran los atractivos de las zonas más próximas a la ciudad. La gestión de los cruceros se vehicula a través de la Taula Institucional de Creuers, un espacio de colaboración entre instituciones, administraciones, empresas y universidades del Camp de Tarragona y la Costa Daurada.