
20
de Mayo
de
2015 - 05:30
"Los emprendedores nos ponemos a trabajar 80 horas para dejar de trabajar 40 en otra empresa", así ironizaba este martes Marc Bonavia, fundador de SITMobile, en la última sesión de las jornadas Reinvéntate de Fomento del Trabajo. Bonavia explica que "una chispa inicial nos hace poner en marcha un proyecto, que poco a poco va creciente y generando estructura". Ahora bien, en algún momento "esta estructura asfixia el chispazo y pasas a formar parte del mecanismo de tu empresa", advierte.
En este momento, el de conseguir que este chispazo no se pierda y que no se apague la llama, es cuando aparece Albert Orilla. Emprendedor, escritor y docente, a través de Inpreneur se ha especializado a ayudar las empresas a fomentar el espíritu y la actitud emprendedora entre sus trabajadores.
"La estabilidad es falsa"
"Nos pasamos la vida buscando la estabilidad. Pero la estabilidad es falsa porque es un encefalograma plano, que quiere decir la muerte", dispara Orilla de entrada. "Nos pasa a las personas y a las empresas. Tenemos que aprender a convivir con subidas y bajadas, huyendo de la continuidad", deja claro.
Recogiendo la idea de Bonavia, Albert Orilla relata que como emprendedor "creas una empresa y va creciente, pero llegas al límite sin percibir los síntomas y madrigueras de golpe". En este sentido, destaca que "la actitud emprendedora nos hace crecer, no la podemos perder y lo tenemos que hacer perdurar".
De hecho, indica que "todas las organizaciones pueden aplicar esta actitud para crecer. Las empresas que han sabido hacer crecer el espíritu emprendedor se han podido transformar y salir adelante". Perder esta actitud positiva de ganas de crear y hacer cosas nuevas comporta el riesgo de estancar la organización y sentenciarla. "Hay que recuperar este espíritu antes de ser 'a la caja'. El futuro es innovación y emprendeduría corporativa", sentencia Albert Orilla.
"Tenemos que hacer ouija e invocar el espíritu fundacional de la compañía"
Y es que quien no se ha encontrado ahogado por el día a día? "La estrategia acaba quedando en un segundo término. Te pasas el día haciendo tanto trabajo que olvidas donde quieres ir y acabas ve a saberdonde ", reflexiona Orilla. Una desorientación que también afecta el trato personal con los trabajadores, que también acaba descuidat. "La sobre actividad se acaba apoderando del día a día y dejas de hacer el que te gusta. Un 40% de personas que trabajan se están planteando marchar del trabajo, esto es muy grave porque no rendirán igual", avisa.
Para revertir esta tendencia, Orilla lo tiene claro: "Tenemos que hacer ouija e invocar el espíritu fundacional de la compañía, el que nos hacía crecer y nos lo hacía pasar bien". Se trata, pues, de recuperar la actitud emprendedora, la apuesta por el 'go for it' y "pensar en transformación y no en gestión del cambio".
"Si no fomentas la emprendeduría te quedarás con los peores"
A la hora de promover la emprendeduría dentro de la empresa, Orilla explica que "muchos directores de Recursos Humanos tienen miedo de la emprendeduría porque temen que si forman emprendedores estos marcharán. Pero es a la inversa, si no lo hacen se quedarán los peores trabajadores".
Esta actitud emprendedora la fundamenta en cuatro conceptos básicos: visión, pasión, acción y solución. "Tener una buena visión cuesta mucho y el día a día nos la hace perder. Por eso hay que encontrar momentos para pararnos a pensar", advierte. La pasión, señala, "es el que determina que una idea empiece a correr, y los emprendedores empezamos a sufrir cuando la perdemos. Un directivo sin pasión es insoportable".
La acción es la consecuencia natural de la pasión y se tiene que traducir en soluciones. "Una empresa necesita soluciones, pide unos regresos que se tienen que cumplir", recuerda.
"La empresa tiene que incentivar las personas porque se muevan"
"La empresa tiene que hablar de fracaso, de riesgo, hacer salir la gente de la zona de confort moviéndolos de de departamento", explica Orilla. "Se tiene que incentivar las personas porque se muevan y muevan ideas. Y esto sólo se podrá hacer con líderes permisivos", añade.
Al fin y al cabo, destaca, "un intraprenedor es alguien que tiene la libertad y los recursos dentro de una empresa para crear nuevas ideas". Y es que, según Albert Orilla, para emprender hace falta trabajo y actitud, pero el determinante es la inquietud. "Es el que hace que la persona sevaya a la cabeza y le diga que quiere emprender".
Elementos como reflexionar sobre quién somos, cuestionar la zona de confort, el miedo, la diferencia o el cambio son vitales para detectar el talento. Combinados con un buen trabajo de la comunicación, el tempo, la conciliación, el riesgo y el fracaso; se puede poner en marcha.
"Tienes que conciliar el que te gusta hacer con el que no"
Albert Orilla resalta que "no tienes que conciliar tu vida con tu trabajo, tienes que conciliar el que te gusta hacer con el que no". Y para conseguirlo, dice, "la empresa tiene que hacer fluir este espíritu porque la gente pueda hacer salir esta actitud. Muchas compañías hacen formación, pero se olvidan de la parte de la motivación".
Con todo ello, la emprendeduría corporativa tiene que servir para "transformar compañías, hacer nuevos modelos y productos". Una transformación que se puede traducir en mejoras incrementales en una fase más inicial; y en innovaciones más disruptives que aportan nuevas soluciones en fases más avances y cuando sedestinan más recursos. De hecho, Orilla pronostica que "el futuro es lo corporate venturing, donde las empresas medianas y grandes pueden invertir en emprendedores y diversificar el negocio".
Los beneficios para la compañía son "la supervivencia a largo plazo, la atracción y desarrollo de talento, la innovación y la flexibilidad", destaca Orilla. Mientras que por el trabajador supone "más motivación, asegurar el puesto de trabajo, desarrollar talento con el cual mejorar sus perspectivas de planes de carrera y una formación intensiva". El intraprenedor, asegura, "se convertirá en un referente dentro de la empresa".
En este momento, el de conseguir que este chispazo no se pierda y que no se apague la llama, es cuando aparece Albert Orilla. Emprendedor, escritor y docente, a través de Inpreneur se ha especializado a ayudar las empresas a fomentar el espíritu y la actitud emprendedora entre sus trabajadores.
"La estabilidad es falsa"
"Nos pasamos la vida buscando la estabilidad. Pero la estabilidad es falsa porque es un encefalograma plano, que quiere decir la muerte", dispara Orilla de entrada. "Nos pasa a las personas y a las empresas. Tenemos que aprender a convivir con subidas y bajadas, huyendo de la continuidad", deja claro.
Recogiendo la idea de Bonavia, Albert Orilla relata que como emprendedor "creas una empresa y va creciente, pero llegas al límite sin percibir los síntomas y madrigueras de golpe". En este sentido, destaca que "la actitud emprendedora nos hace crecer, no la podemos perder y lo tenemos que hacer perdurar".
De hecho, indica que "todas las organizaciones pueden aplicar esta actitud para crecer. Las empresas que han sabido hacer crecer el espíritu emprendedor se han podido transformar y salir adelante". Perder esta actitud positiva de ganas de crear y hacer cosas nuevas comporta el riesgo de estancar la organización y sentenciarla. "Hay que recuperar este espíritu antes de ser 'a la caja'. El futuro es innovación y emprendeduría corporativa", sentencia Albert Orilla.
"Tenemos que hacer ouija e invocar el espíritu fundacional de la compañía"
Y es que quien no se ha encontrado ahogado por el día a día? "La estrategia acaba quedando en un segundo término. Te pasas el día haciendo tanto trabajo que olvidas donde quieres ir y acabas ve a saberdonde ", reflexiona Orilla. Una desorientación que también afecta el trato personal con los trabajadores, que también acaba descuidat. "La sobre actividad se acaba apoderando del día a día y dejas de hacer el que te gusta. Un 40% de personas que trabajan se están planteando marchar del trabajo, esto es muy grave porque no rendirán igual", avisa.
Para revertir esta tendencia, Orilla lo tiene claro: "Tenemos que hacer ouija e invocar el espíritu fundacional de la compañía, el que nos hacía crecer y nos lo hacía pasar bien". Se trata, pues, de recuperar la actitud emprendedora, la apuesta por el 'go for it' y "pensar en transformación y no en gestión del cambio".
"Si no fomentas la emprendeduría te quedarás con los peores"
A la hora de promover la emprendeduría dentro de la empresa, Orilla explica que "muchos directores de Recursos Humanos tienen miedo de la emprendeduría porque temen que si forman emprendedores estos marcharán. Pero es a la inversa, si no lo hacen se quedarán los peores trabajadores".
Esta actitud emprendedora la fundamenta en cuatro conceptos básicos: visión, pasión, acción y solución. "Tener una buena visión cuesta mucho y el día a día nos la hace perder. Por eso hay que encontrar momentos para pararnos a pensar", advierte. La pasión, señala, "es el que determina que una idea empiece a correr, y los emprendedores empezamos a sufrir cuando la perdemos. Un directivo sin pasión es insoportable".
La acción es la consecuencia natural de la pasión y se tiene que traducir en soluciones. "Una empresa necesita soluciones, pide unos regresos que se tienen que cumplir", recuerda.
"La empresa tiene que incentivar las personas porque se muevan"
"La empresa tiene que hablar de fracaso, de riesgo, hacer salir la gente de la zona de confort moviéndolos de de departamento", explica Orilla. "Se tiene que incentivar las personas porque se muevan y muevan ideas. Y esto sólo se podrá hacer con líderes permisivos", añade.
Al fin y al cabo, destaca, "un intraprenedor es alguien que tiene la libertad y los recursos dentro de una empresa para crear nuevas ideas". Y es que, según Albert Orilla, para emprender hace falta trabajo y actitud, pero el determinante es la inquietud. "Es el que hace que la persona sevaya a la cabeza y le diga que quiere emprender".
Elementos como reflexionar sobre quién somos, cuestionar la zona de confort, el miedo, la diferencia o el cambio son vitales para detectar el talento. Combinados con un buen trabajo de la comunicación, el tempo, la conciliación, el riesgo y el fracaso; se puede poner en marcha.
"Tienes que conciliar el que te gusta hacer con el que no"
Albert Orilla resalta que "no tienes que conciliar tu vida con tu trabajo, tienes que conciliar el que te gusta hacer con el que no". Y para conseguirlo, dice, "la empresa tiene que hacer fluir este espíritu porque la gente pueda hacer salir esta actitud. Muchas compañías hacen formación, pero se olvidan de la parte de la motivación".
Con todo ello, la emprendeduría corporativa tiene que servir para "transformar compañías, hacer nuevos modelos y productos". Una transformación que se puede traducir en mejoras incrementales en una fase más inicial; y en innovaciones más disruptives que aportan nuevas soluciones en fases más avances y cuando sedestinan más recursos. De hecho, Orilla pronostica que "el futuro es lo corporate venturing, donde las empresas medianas y grandes pueden invertir en emprendedores y diversificar el negocio".
Los beneficios para la compañía son "la supervivencia a largo plazo, la atracción y desarrollo de talento, la innovación y la flexibilidad", destaca Orilla. Mientras que por el trabajador supone "más motivación, asegurar el puesto de trabajo, desarrollar talento con el cual mejorar sus perspectivas de planes de carrera y una formación intensiva". El intraprenedor, asegura, "se convertirá en un referente dentro de la empresa".