
El semen de los catalanes es de los peores de España. Lo afirmó el profesor John Aitken, director del centro de investigación reproductiva de la Universidad de Newcastle (Australia), al congreso internacional de andrología celebrado en Barcelona el 2009 y también lo han confirmado varios estudios posteriores.
Así pues, no todo es 'culpa' de la mujer. De hecho, un 50% de los casos es debido a problemas de los hombres, pero mientras que ellas pueden ir al ginecólogo y ser sometidas a pruebas exhaustivas, ellos no tienen esta misma calidad en cuanto a la atención. Es el que explica y critica el doctor Agustí García Peiró, fundador del Centro de Infertilidad Masculina y Análisis de Barcelona (Cimab), una espín-off de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
El centro abrió las puertas el octubre de 2011 con el objetivo de aportar su granito de arena a la investigación biomédica. Por un lado, trabajan con centros médicos públicos y privados para aportar los hallazgos que hacen en sus investigaciones; de la otra, asesoran pacientes que quieren saber algo más del porque los cuesta ser padres.
De tesis a centro de investigación
García se inspiró en las palabras de Aitken. En aquel momento estaba haciendo el doctorado en biología celular y decidió centrar su tesis doctoral en este vacío quehabía en análisis de la fertilidad masculina. "Vi que el que estábamos haciendo en investigación por la tesis podía tener un resultado práctico y llegar a la sociedad. Por eso fui más allá con los estudios, para hacer posible que las parejas que quieren tener hijos y no pueden, tengan otra oportunidad", recuerda el director del centro.
Tal como intuía, sus estudios fueron suficientes para llegar a dar un hallazgo único: un nuevo método que determinaba con más facilitado el estrés oxidativo de los espermatozoides y que patentó. Esto, según explica el doctor, es uno de los elementos fundamentales para conocer las causas de la infertilidad en los hombres.
El Cimab puso en marcha su actividad con esta nueva patente, a pesar de que después la licenció a otra compañía. De este modo, el centro está especializado a dar consulta a pacientes que necesitan una ayuda complementaria.
Investigar la reproducción del hombre
"El factor masculino es responsable del 50% de los fracasos de reproducción asistida y se tiene que estudiar y determinar las causas y poner tratamiento", subraya García, quien explica así su ímpetu para dar más atención en los hombres.
El doctor matiza, pero, que el Cimab se diferencia de los hospitales y clínicas porque hace "investigación y diagnóstico". Dedo en otras palabras: "Cuando viene una pareja, si han hecho un ciclo de reproducción asistida, determinamos qué falla y miramos si alguno otro tratamiento puede funcionar". Esto permite, asegura, "ahorrarle dinero", puesto que el estudio de la calidad del esperma es más exhaustivo y la información sobre donde hay el problema es mucho más detallada.
Desde los inicios, han estado en contacto con el Parque Taulí de Sabadell y los hospitales del Valle de Hebrón y del Mar para trasladar sus estudios a la práctica real para hacer "más eficiente" la reproducción asistida. Ahora seha sumado otro apoyo, el del banco de semen Fertibank. A través de esta colaboración, pondrán a prueba Cometfertility, un nuevo método que permite analizar y encontrar los daños o rupturas en el ADN del esperma que los anteriores sistemas no diferenciaban con eficiencia.
Fons propio
Recursos propios y de la familia, no hay ninguna más fuente que haya financiado el centro. "La inversión inicial necesaria fue pequeña", recuerda el impulsor del centro, y asegura que ha sido suficiente para ir creciente durante los tres años que traen activos y sumar un equipo de cuatro personas.
La financiación externa se plantea de cara a desarrollar nuevas patentes. Su ideal es encontrar profesionales que puedan apoyar financiero y experiencia, por eso no es un objetivo a corto plazo. También han contemplado las becas de investigación que conceden las universidades y espacios de investigación. A pesar de esto, encontrar alguien hasta ahora no ha sido, ni será, "una obsesión".