
"En la medicina no están entrenados para innovar" dice Markus Wilhelms. Este médico y bioquímico alemán forma parte de usMIMA, considerada la start-upbio del año, y que ha recibido el galardón BioEmprenedorXXI, por haber desarrollado un dispositivo médico wearable controlado por un software central, que simula masajesterapéuticos para tratar el estreñimiento crónico.
Wilhelms entró al programa Design Health Barcelona (d·HEALTH Barcelona), un curso de posgrado para formar emprendedores y futuros líderes en innovaciónsanitaria. "Es un muy buen programa porque a los profesionales de la salud, los médicos, se los entrena para aplicar protocolos y si prueban cosas nuevas el riesgo es a cargo suyo, este programa rompe con esto", dice Wilhelms.
Lo programa insignia de la iniciativa Moebio, inspirada en el prestigioso programa de becas Biodesign de la Universidad de Stanford, busca capacitar equipos de jóvenes en el biodisseny. El disparo diferencial del plan en Barcelona es que se centraron a potenciar la comunicación y el liderazgo dentro de los equipos que se crearon. Tanto es así que ahora incluso la misma Stanford ha mirado al modelo barcelonés.
Los 12 alumnos fueron divididos a criterio de los profesores y coaches y de aquí surgió el actual equipo de usMIMA: MarcBenet, ingeniero técnico en diseño industrial y máster en ingeniería del diseño, ImmaculadaHerrero, doctora en ciencias biológicas, ÀngelCalzad, ingeniero de telecomunicaciones y Markus Wilhelms, doctor en microbiología molecular.
Dos meses a la Guttmann
Los participantes en este programa pasan una etapa "de inmersión clínica" por, mediante un estudio de mercado, detectar las necesidades de los pacientes. Por eso los alumnos del programa encontraron su idea de negocio después de pasar dos meses en contacto con los pacientes del Instituto Guttmann.
El contacto directo con los internos los llevó a encontrar más de 600 posibles problemas a resolver, de todos estos, después de analizarlos, clasificarlos y descartar muchos,quedaron unos pocos. "Nuestra primera opción era la osteoporosis, que afecta gravemente los pacientes que son en silla de ruedas, llegan a perder hasta un 60% de demasiado òssea!", dice Wilhelms, pero sin embargo, el que ellos consideraban como prioritario no lo era por los pacientes: "Siempre nos entrevistamos con los pacientes, así identificamos que el estreñimiento crónico tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas con afectaciones neurológicas, como por ejemplo gente con Parkinson, ictus y también un 15% de la población en general".
Los integrantes de usMIMA detectaron que los pacientes no hablan sobre este tema y que las consecuencias por los afectados son realmente capitales. Además "las soluciones que hay son puntuales, como los laxantes, o invasivas, como los enemas, o incluso comportan una intervención quirúrgica, como los marcapassos intestinales", afirma Wilhelms. El alemán explica que "existe un tipo de masaje que emula los movimientos de peristalsis (del colon), pero normalmente los pacientes no tienen los recursos como para ir cada día a la clínica".
Así, los científicos de usMIMA han creado un pre-prototipo de cinturón que imita los masajes de los profesionales para acabar con este problema. "Los resultados son extraordinarios!" exclama Wilhelms, "la frecuencia de defecació se duplica y la satisfacción de los usuarios es muy alta", añade. "Nuestro modelo de negocio está centrado en el paciente" y la filosofía detrás de este dispositivo es, al fin y al cabo, "hacer la vida más fácil de los pacientes que a menudo sufren en silencio algunas de las consecuencias de las enfermedades y que sólo los médicos y los familiares más cercanos conocen", explica Wilhelms.
A UsMima prevén tener por marzo un prototipo con cara y ojos que desarrollarán con el dinero del premio a mejor bioempresa del año, 12.000 euros, más el capital que ellos han aportado, 25.000 euros. Además, el start-up ha contado con el apoyo de Barcelona Activa para desarrollar su proyecto.
Hoy por hoy los componentes de usMIMA "trabajamos cada cual en casa suya y nos reunimos dos golpes por semana para hablar los temas que Whatsapp no soluciona", bromea Wilhelms, y añade que "estamos moviendo una estrategia de financiación y de subvenciones europeas, el siguiente paso es hacer el producto", dice, ilusionado.