
Ya ha llovido un poco desde que Enrique Valentí abriera el restaurante Adobo en Barcelona (Carrer del Milanesat, 19, Sarrià-Sant Gervasi, Barcelona). Figura clave del tejido culinario de esta ciudad desde hace un cuarto de siglo – algunos de sus proyectos han sido Valentí, Casa Paloma, Chez Coco, Barbas, Marea Alta o Marea Baja-, el empresario acaba de abrir el restaurante Caja de Cerillas en Madrid, su ciudad natal. A veces es difícil de resituar un restaurante en el imaginario colectivo tras la desvinculación de su creador. Por suerte, Adobo Barcelona sigue desempeñando un solvente papel en su funcionalidad como restaurante y bar, ahora reforzada bajo el Grupo Boadas que acaba de hacerse cargo de su coctelería –el grupo suma la famosa coctelería Boadas, la de la Terrassa Duquessa Boadas, y la célebre hamburguesería Ok Sarrià-.
Una gran coctelería, en un gran restaurante
La coctelería gana cada vez más adeptos fuera del bar en Barcelona. Es el caso de algunos hoteles y espacios de Barcelona que añaden a sus activos el pop up de algún conocido templo líquido barcelonés que, para eso, tenemos algunas de las mejores barras cocteleras mundiales en la ciudad. Lo que no es tan habitual es que sea un restaurante. En el caso que nos ocupa, son, además, Marc Álvarez y Simone Caporale, dueños de Sips.
En un ascenso meteórico, esta conocida coctelería se alzó con la gloria en tan solo dos años, ocupando el pódium del Mejor Bar del Mundo en 2023 (su apertura fue en 2021). La cosa tiene razón de ser, sus artífices son leyendas del sector. El antiguo bar de Caporale, Artesian, ocupó el primer lugar en la lista de los 50 Mejores Bares del Mundo cuatro veces entre 2012 y 2015, mientras que Álvarez perfeccionó su arte durante más de 10 años con los hermanos Adrià en elBulli Fame. Pero volvamos a Adobo. La nueva oferta del popular restaurante de la zona alta pretende combinar la experiencia en una mesa con una mixología “de élite", según definen.

Situado en una zona muy tranquila de Barcelona, el restaurante Adobo suma zona de restaurante con una atractiva terraza para que el comensal pueda tanto sentarse en el interior como al aire libre para comer o cenar, con los cócteles de Álvarez y Caporale como aliados líquidos. En la nueva carta de coctelería encontramos algunos tragos clásicos de la casa como los americanos, negronis, adonis, el bloody Mery y el moscow mule, además del gintónic “El patio”. “Vienen ya preparados y presenvados adecuadamente con instrucciones precisas sobre los ingredientes frescos, cantidades, y vasos donde deben ser servidos. Todo el equipo ha recibido formación coctelera de Boadas, directamente”, explica Nerea Riola, directora del espacio y una de las personas que ha estado a la sombra de otros proyectos de su anterior dueño, como el extinto Marea Alta.
La nueva oferta del popular restaurante de la zona alta pretende combinar la experiencia en una mesa con una mixología “de élite"
La carta del nuevo Adobo incluye tapas para compartir, entrantes, y platos tradicionales y otros, elaborados a la brasa. “Aquí se fusiona la cocina tradicional catalana con toques contemporáneos, reinterpretando la cocina mediterránea y llevando a la mesa los sabores inconfundibles de los platos de la abuela, pero con un toque moderno”, detallan. Y, todo, en un espacio único en el corazón de Barcelona, ofreciendo una experiencia culinaria envolvente y rindiendo homenaje a la auténtica casa de comidas del siglo XXI. Bajo ese modelo de "casa de comidas del siglo XXI" se pueden probar recetas como las croquetas de jamón o el popular cazón en adobo. También, una tortilla trufada abierta, servida en mesa en la propia paella para que el comensal elija el punto de cuajado perfecto.
Se puede continuar con entrantes como el steak tartar elaborado en sala con patatas fritas y pane carasau o los macarrones de la yaya, los fideos a la cazuela con costilla, butifarras y salchichas, el arroz de calamar y papada, el bacalao al pil pil y piquillos confitados o el rabo de ternera al vino tinto con parmentier de patata. A la brasa, los platos principales incluyen algunas opciones de pescados en talla entera interesantes. Es el caso de la Lubina (de un kilo aproximadamente) a la Donostarria que también se puede pedir con agua de Lourdes (recordemos que la lubina y el rodaballo, que está presente también en la carta, eran dos de las elaboraciones estrella de ese añorado Marea Alta). Las opciones se dividen entre el Onglet a la brasa con salsa Café de París, la chuleta de Astroga, a pieza entera, o la hamburguesa con bacon ahumado, queso emmental, lechuga y tomate. El estilo de elaboración de los pescados es el de los asadores de Getaria. Para finalizar, uno de los postres que se deben probar sí o sí, es el flan con chantilly de vainilla.

A mediodía, Adobo ha lanzado un menú ejecutivo a 35 euros –una camisa muy bien medida porque, recordemos que estamos en plena zona alta barcelonesa- que incluye entrante, plato principal y postre, más bebida, donde mezclan sus platos de cocina catalana contemporánea. El establecimiento también funciona para acoger eventos privados, comidas y cenas de empresa y para final de este mes “un brunch que estamos sirviendo a partir de la semana que viene en formato prueba, con una fórmula de 12:30 a 15:00 con elaboraciones frías y calientes con DJ en nuestro espacio de jardín”, avanzan. Podrá disfrutarse por 47 euros, bebidas aparte. El brunch incluye estaciones de jamón ibérico de bellota, quesos artesanales, tartares de salmón y steak, fideos a la cazuela y arroz de mar y montaña, además de ostras francesas, ceviche de pez limón y tartar de atún. Entre los platos a la carta destacan los huevos rotos con chistorra, los huevos benedictine y la mini hamburguesa a la brasa del histórico O.K. Sarrià. La oferta incluye aguas, refrescos, cervezas, vermuts y vinos seleccionados, y se podrán disfrutar también cócteles exclusivos de Boadas. Una muy buena dirección para apuntar.
Dirección: Milanesat, 19, Barcelona.
Precio medio a la carta: 50-75 euros.
Precio del menú ejecutivo: 35 euros.
Página web: www.adobo.es.