
Todo empezó una noche de diciembre de 2023, durante una sobremesa entre tres amigos. Entre bromas y reflexiones sobre lo difícil que es conocer gente nueva hoy en día, surgió la idea: "¿y si montáramos un encuentro para ayudar a la gente a conectar?" Pau Bartrolí, periodista de Catalunya Ràdio, fue quien recogió el guante. Con su hermano gemelo Ricard Bartrolí (abogado), decidieron probarlo y, un año y medio después, están "de enhorabuena". Abrieron una cuenta de Instagram y, con sentido del humor y mucha naturalidad, empezaron a explicar qué querían hacer: encuentros de siete minutos entre varias personas con perfiles similares y de la misma edad. La propuesta enganchó y en poco más de un año ya acumulan más de 33.000 seguidores en la red social y se ha convertido en un éxito, a menudo con lista de espera para asistir.
El proyecto Cites Ràpides arrancó en el pueblo de Calella, pero pronto empezaron a recibir interés de personas de otras comarcas. Se encontraron con apuntados que venían desde Andorra, hasta el Gironès o el Vallès Oriental para estos encuentros en el pueblo y "lo revolucionaron todo". Actualmente, tienen presencia estable en cuatro puntos del territorio: Maresme, Barcelona, Girona y Lleida, y con actividades esporádicas en otros lugares como Vilafranca del Penedès, Caldes de Malavella o Platja d’Aro. En cada nueva ciudad, se acercan poco a poco, conociendo el territorio y buscando colaboraciones locales que compartan sus valores, como por ejemplo bares de referencia.
Pau Bartrolí (Cites Ràpides): "Es muy bonito que pasen cosas mágicas en un mundo tan virtualizado"
Por ejemplo, en Barcelona lo celebran en el Teatreneu del barrio de Gràcia durante algunos miércoles a las 19 h con la participación de varias franjas de edad, además de hacer sesiones para el colectivo LGTBI y cenas entre los participantes. Hay más de 30 mesas y grupos diferentes, con una hora y media por delante, con speed datings que duran pocos minutos y con alta demanda de participantes. ¿El precio? 26 euros y, a menudo, se tiene que programar a unas semanas vista, con grupos musicales catalanes que suenan de fondo.
¿Quién hay detrás del proyecto?
Detrás de Cites Ràpides hay un equipo de ocho personas, con los hermanos Bartrolí al frente. Pau lidera la comunicación y la organización, mientras que Ricard se encarga de los aspectos legales y económicos, así como los de los derechos de imágenes. Además, cuentan con amigos y colaboradores que se ocupan del diseño gráfico, la atención a los participantes y la logística de los eventos. El factor humano y el cuidado por los detalles son claves para el éxito de este formato, que apuesta por la proximidad y la autenticidad por encima de todo. Otros nombres que hay detrás son Núria, Estefania, Anna, Maica, "Meri", Brian, Carla o Jordi.
Lejos de la superficialidad de las aplicaciones de citas, como por ejemplo Tinder o Bumble, Cites Ràpides se presenta como una alternativa real y "cálida" para conocer personas. "Es muy bonito que pasen cosas mágicas en un mundo tan virtualizado", explica Pau. Además de los matchs amorosos, han visto surgir amistades, grupos de amigas e incluso sinergias laborales. “Gente que ha encontrado trabajo, que ha iniciado proyectos juntos… y también personas que volvían a ilusionarse después de separarse”, relata Pau a VIA Empresa.
Uno de los rasgos distintivos del proyecto es su compromiso con la lengua catalana. Todo se hace en catalán, como lengua de acogida y de conexión. Esto no ha sido un freno -si se compara con la competencia-, sino un valor añadido. “Hemos tenido gente de Italia, de Uruguay o de Argentina, pero siempre con respeto por la lengua y muchas ganas de integrarse”, dice Pau. Una de las anécdotas que recuerda con más afecto es la de una chica francesa que sorprendió a todo el mundo por cómo había captado la esencia del encuentro y rápidamente se lanzó con la lengua de nuestro país.
En Cites Ràpides, todo se hace en catalán, como lengua de acogida y de conexión
Después de un año y medio de camino, Pau reconoce que ha aprendido mucho: “Te das cuenta de que hace falta paciencia, esfuerzo y mucho cuidado. No es casualidad cuando un proyecto funciona.” De cara al futuro, no se marcan hitos con prisas. "El viaje de Cites es mágico, sorprendente y estimulante, y ojalá de aquí a dos años estemos haciendo cosas que ahora no imaginamos", concluye el gemelo de los Bartrolí. Porque a veces, sólo hace falta un ‘hola’ y siete minutos... para cambiarlo todo.