Dyson, un ciclón contra la bolsa del aspirador

El ingeniero británico es el ideólogo de un electrodoméstico que la industria primero rechazaba y ahora copia e idolatra

Sir James Dyson, el fundador de la empresa de aspiradores sin bolsa Sir James Dyson, el fundador de la empresa de aspiradores sin bolsa

James Dyson vio la luz mientras pasaba el aspirador. No sabemos si en una escena rememorando Freddy Mercury a Y want tono break free. Corría el año 1978. Dyson notó que su aspirador se atascaba continuamente porque la bolsa se obstruía. James decidió crear una aspiradora sin bolsa que funcionara como es debido. Ahora su apellido da nombre a un imperio presente en 65 países y que da trabajo además de 3.000 trabajadores y que, además, obviamente, lo ha hecho multimillonario y caballero de la Reina de Inglaterra.

Desde pequeño, Dyson, demostró ser un chico despierto y apasionado a quien le gustaba desmontar las cosas para después volverlas a montar. Aunque al principio se decantó por las letras, poco después se inclinó hacia el mundo del diseño y la ingeniería y se matriculó a Royal Collegue of Arte de Londres.

Aquel día de finales de los 70, la frustración para no lograr un nivel de succión óptimo para realizar las tareas del hogar con satisfacción hizo que Dyson decidiera desmontar el aspirador que usaba siguiendo uno de sus lemas a la vida: "Pienso que las cosas tendrían que funcionar bien". Descubrió que la bolsa se había obstruido con el polvo y que aquel era el motivo por el cual perdía potencia de succión. Días atrás, el ingeniero había estado en una fábrica con un ciclón industrial que separaba las partículas del aire empleando fuerza centrífuga y se pidió si este mismo principio podría ser utilizado en una máquina aspiradora.

Se puso manso a la obra. 5.127 prototipos y cinco años más tarde había inventado la primera aspiradora sin bolsa del mundo. El G-Fuerzo veía la luz, un electrodoméstico mucho más potente que los que había al mercado, inspirado en la tecnología que había visto en aquella fábrica. Con la patente bajo el brazo, su inventor trucó a la puerta de diferentes fabricantes para intentar vender su producto. Pero la arrogancia de la gran empresa es conocida, todos le cerraron la puerta a las narices.

Él sabía, pero, que aquel producto era bueno. Y si nadie quería comprarlo, ya lo vendería él mismo. El junio del 1993 nacía Dyson Ltd. El principio fue llevar, una mayor potencia no era un argumento para decir adiós al aspirador de toda la vida. Las cosas mejoraron cuando el enfoque del eslogan de la casa cambiar: "Diga adiós a las bolsas de repuesto". En 18 meses aconteció el aspirador más vendido del Reino Unido. Y los que antes se reían de Dyson ahora lo veían como una amenaza. La competencia copió la idea, cosa que sólo hizo que agrandar el nombre de Dyson.

La innovación forma parte de la marca británica. Después del G-Fuerzo vinieron otros modelos como el DC01, un aspirador que captura las partículas más pequeñas y que mantiene el 100% de succión en todo momento. Además, la marca también ha lanzado al mercado productos como el ventilador sin aspas o el secador de manos ultra rápido que hay en los aeropuertos más modernos.

Hoy en día las máquinas Dyson son presentes en más de 65 países en todo el mundo. Dyson empezó con una idea y hoy da trabajo además de 1.000 ingenieros en todo el mundo provenientes de ámbitos como la fluidromecànica, la robótica, la acústica, la electrónica y la microbiología. Los planes de inversión en I+D de la compañía son ambiciosos: cuenta con centros en el Reino Unido, Singapur y Malasia.

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