El dicho valenciano afirma que "els diners i els collons, per a les ocasions" pero me sabe mal poner una palabra malsonante en el titular. Llamadme pudorosa. La expresión hace referencia a ese momento en que tenemos ocasión de hacer una cosa que nos apetece, un momento excepcional: entonces es cuando se saca el dinero. Si os gusta, he encontrado una marca valenciana que vende online tazas con esta inscripción: es la alicantina Dues Tasses, una pequeña firma que montaron dos emprendedores de La Torre de les Maçanes (Camp d'Alacant) a través de un Verkami. Lo explican muy bien en su e-commerce, desde donde podéis comprar esta y otras expresiones puramente valencianas impresas en almohadas o bolsitos de tela. Emprendeduría en estado puro.
Ballester, Escribá y Gimeno en el desayuno del Valencia Palace | AVE
Ciertamente, el dinero se saca del cajón (o del banco) cuando llega un momento excepcional. Es lo que han hecho empresas grandes y potentes como Grupo Gimeno o Grupo Alimentario Citrus antes de crecer. Sea por la adquisición de nuevos activos o por cerrar negocios con otras empresas, el crecimiento les ha exigido dinero, o el equivalente, inversión. De todo esto han hablado este martes sus directivos en un desayuno celebrado en el hotel Valencia Palace de la mano de la Cátedra de Empresa Familiar UV que dirige el amable Alejandro Escribá con la organización de la Asociación de Empresarios Valencianos (AVE). "Ha venido incluso Juan Roig, ¿lo has visto?", comentaban dos asistentes al cierre del acto, el último del ciclo 2019. El siempre discreto presidente de Mercadona, sin corbata en un salón lleno de trajes de caballero, también tenía para desayunar zumo de naranja mientras escucha los relatos de Myriam Gimeno y Joaquín Ballester, quien provee a su supermercado de ensaladas envasadas y purés de fruta para bebés.
De dinero también se habla, pero menos, en la presentación del estudio El trabajo en plataformas digitales en la Comunidad Valenciana que explica con énfasis el docente de Derecho del Trabajo en la Universitat de València, Adrián Todolí. En el texto, el investigador señala que los trabajadores de plataformas digitales no suelen disponer de una retribución fija: la realización de tareas de crowdworking implica escasa retribución y, además, si el trabajador de la plataforma queda extramuros de la protección de la normal laboral, no disfruta del derecho a un salario mínimo que la plataforma tendría que abonar periódicamente. Una reflexión entre las muchas que plantea su informe y que el mismo Todolí traduce: necesita más datos para analizar qué pasa en el País Valencià. A su lado, el secretario autonómico de Ocupación, Enric Nomdedéu, asume que la Administración también tiene que repensar nuevos mecanismos reguladores. Para el resto de mortales, la conclusión es que estos trabajadores están mal remunerados y poco protegidos laboralmente, por lo tanto, antes de pedir una pizza a medianoche en un día de lluvia, pensemos en quien nos la trae. Sólo es un pensamiento.
En una semana especialmente lluviosa –todo un acontecimiento para la ciudad de València, que disfruta de sol prácticamente 300 días al año-, la agenda de la tech city continúa rodando. La Escuela de Negocios Lluís Vives de la Cámara de Comercio de Valencia ha acogido la celebración del GoDigital 2019, un encuentro con más de 40 expertos en management, tecnologías y recursos humanos. La tríada del siglo XXI que, me explican, ha aportado contenido de alto nivel.
La misma tarde, y a pesar de la constante lluvia, Convent Carme reúne una conversación a cuatro entre Antonio Rodríguez de las Heras, catedrático de Humanidades a la Universidad Carlos III de Madrid; Bianca Dragomir, CEO de AVAESEN; Ramón Ferri, jefe de la Oficina Ciudad Inteligente en el Ayuntamiento de València; y Joan Olmos, doctor ingeniero de Caminos y profesor de Urbanismo en la Universitat Politècnica de València. Organiza la firma Cuatroochenta para dialogar sobre el impacto de la tecnología en la sociedad y modera la periodista Mariola Cubells, quien hace unos años (2003) publicó un libro sobre televisión que se me antoja absolutamente imprescindible para entender aquel modelo de televisión autonómica valenciana que murió (¿o no?). Pero este es otro tema.
Raúl Mir: "Ha cambiado la mentalidad de las personas que tienen patrimonio. Ya no invierten sólo en el ladrillo o en su empresa porque el tipo de emprendedor ha cambiado mucho"
La tech city continúa luchando contra las trombas de agua incluso antes de este puente-caramelo por el sector turístico. Antes de cerrar la crónica nos acercamos al Scale UP Investors Day en el centro ADEIT de la Universitat de València.
Raúl Mir y Teresa Doménech, en el acto Scale UP | CEEI
Me avisa de la cita Teresa Doménech, cofundadora de la startup gastronómica Uncovercity y ahora en Comunicación del Centro Europeo de empresas e Innovación (CEEI) de Valencia. Ella y Raúl Mir, CEO Ángela IE y socio de Speed Out, dialogan sobre el juego de la conquista entre inversor y startup. Y sí, aquí también hay dinero: "Os aseguro que hay dinero para inversiones. Hay cantidad de dinero de fondos, de Administraciones públicas, de inversores... porque ha cambiado la mentalidad de las personas que tienen patrimonio. Ya no invierten sólo en el ladrillo o en su empresa porque el tipo de emprendedor ha cambiado mucho", afirma Mir.
Hablamos de dinero, pero los turrones también son, sin duda, sólo para las ocasiones. Y yo ya he pecado. La ocasión es el almuerzo navideño al que esta semana el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, Salvador Puigdengolas, ha invitado a los medios de comunicación. Lo acompañan la presidenta de la sede de Valencia, Nieves Romero, y la secretaria, Amparo Gil. Entre trufas de chocolate, polvorones de Estepa y mucha conversación, los ingenieros nos explican que en 2020 celebrarán una efeméride importante: el 70 aniversario de la institución tendrá fiesta propia el 17 de julio en el Museo de las Ciencias Príncipe Felip, coincidiendo con su IV Noche de la Industria. Sin duda, este gremio tiene mucho que celebrar, a pesar de la recesión y sus efectos en la industria, puesto que el Colegio valenciano sólo cuenta con un 3% de ingenieros en paro. Y esto, sea con turrones o sin ellos, sí que es para celebrar. ¡Buen puente!