Como una mente sana puede dar lugar a un cuerpo saludable? Los autores Álvaro Pascual-Leone, Álvaro Fernández Ibáñez y David Bartrés-Faz nos dan las claves para entrenar nuestro cerebro y tener una vida más llena en el libro El cerebro que cura, que se convierte en una guía para aprender como hacerlo funcionar a pleno rendimiento.
Bajo la premisa que "el cerebro resulta caro al cuerpo y está siempre trabajando", los autores sostienen que la mente "utiliza la misma cantidad de energía cuando estamos percibiendo el mundo que nos rodea, que cuando estamos en reposo" y esto, advierten, representa un gasto de energía del cuerpo del 25%. La cosa, pero, todavía sorprende más si se tiene cuenta que el cerebro sólo representa el 2% de la demasiada corporal, pero gasta una cuarta parte del total de nuestro físico.
Pero, que pasaría si tuviéramos una manera de amortizar esta energía, almacenarla y sacarle el máximo rendimiento? A pesar de que los autores reconocen que hay que seguir investigando, tienen claro que si la función del cerebro es la correcta en cada franja de edad, "ganamos unas capacidades y perdemos otros, vamos evolucionando" y si aceptamos esto, será más fácil el entrenamiento que tendremos que hacer para tener un cerebro sano.
Los pilares que lo curan todo
Partiendo de la base que "no existe una píldora mágica" que nos ayude a mantener el cerebro como nosotros querríamos, los autores dividen en siete los pilares a tener presentes para cuidar nuestra mente. Son la salud integral, la nutrición, el sueño, el ejercicio físico, el entrenamiento cognitivo, la socialización y el plan vital para proyectarnos en el futuro.
Comer bien, hacer ejercicio, dormir las horas que tocan, aprender a respirar y evitar hacer varias cosas al mismo tiempo nos ayuda a controlar el estrés
Una parte importante de la salud integral es aprender a controlar el estrés. La buena noticia, añaden, es que por más complicado que parezca "tenemos el equipo mental básico para aprender a gestionarlo". Si no nos lo aplicamos, puede sufrir nuestro hígado, nuestro corazón y otros muchos órganos y, además, un estrés crónico puede desembocar en un "círculo vicioso" que nos puede llegar a obstaculizar la manera de controlarlo.
Comer bien, hacer ejercicio, dormir las horas que tocan, aprender a respirar y evitar hacer varias cosas al mismo tiempo nos puede ayudar a prevenirlo o a administrarlo porque no se apodere de nuestro cuerpo.
Plasticidad sana
Los autores tienen claro que "nuestro cerebro mantiene una relación continúa con todos los órganos de nuestro cuerpo y tiene la capacidad de ser una fuente de salud", pero también advierten que es una arma de doble hilo porque, del mismo modo que puede curarnos, "puede causarnos enfermedad".
La lista de elementos que influyen en nuestra mente -y las pautas que nos ayudan a tener una mente sana es interminable. Pero este libro pretende ser un manual que tiene por objetivo que, cuando el lector lo acaba de leer, "tu cerebro será literalmente diferente, pero no habrá sido cambiado permanentemente".
Y es que, según los autores, "un sistema excesivamente plástico es capaz de aprender muy rápido, pero también de olvidar muy rápidamente". Mens sana in corporesano .