Seis buenas heladerías artesanales de Barcelona (con algún nuevo fichaje)

En cuestión heladera no nos importa repetirnos, pero aquí traemos una refrescante selección de heladerías solventes y nuevas aperturas que hacen bien las cosas

Heladería de Badiani recién inaugurada en la calle Rosselló 232 | Cedida Heladería de Badiani recién inaugurada en la calle Rosselló 232 | Cedida

¿Las mejores heladerías artesanales de Barcelona? Difícil cuestión. No están todas las que son, pero sí son todas las que están. Buenas heladerías que vale la pena conocer. Los helados artesanales son tendencia (y no solo veraniega). Aprieta el calor y nos apetece disfrutar de las cremas heladas igual que de un tinto de verano o una cañita bien tirada.  Por suerte para nuestro paladar, Barcelona es cada vez más gastronómica y esto en el terreno heladero también se nota. A la cabeza siempre las heladerías de componente italiano porque (no lo olvidemos) la comunidad internacional más importante de Barcelona sigue siendo la italiana. Repasamos algunas de las mejores heladerías de Barcelona

Paral·lelo

Matteo, Gianluca, Marco y Francesco, cuatro amigos originarios de San Remo, están detrás del fenómeno de Paral·lelo. Han creado el autodenominado street gelato. Identificaréis su calle en el barrio de Gràcia por la cola de gente que se espera paciente y en fila india hasta que llega su turno para pedir en el minúsculo mostrador. Elaboran sus helados a diario de forma totalmente artesanal, con cariño e ingredientes de alta calidad. Encontraréis helados, sorbetes, helados de palo, polos de hielo… Siempre que pueden defienden los ingredientes bio y de km 0.

Dirección: Carrer de Sèneca, 18, 08006, Barcelona.

Gelateria da gallo

El chef Nuncio Cona (Tapas Bar 2254) está detrás de la Gelateria Da Gallo. Aquí explota sus orígenes sicilianos y es un lugar ideal para ir a comprar un panettone o una colomba cuando es temporada. Ahora se impone la cuestión helada.  La isla está muy presente en las elaboraciones artesanales (con leche ecológica) de sus helados: las almendras de Noto, los pistachos de Bronte, las avellanas de Nebrodi, limones sicilianos... Entre sus hits probad el plátano a la vainilla con cookies, la panacotta con frambuesa, la stracciatella, el chocolate negro y el helado de cacahuete con tarta de mantequilla, el emblema de la casa.

Dirección: Carrer de Mallorca, 277, 08037, Barcelona.

Badiani

En el olimpo heladero, año a año se anotan nuevas inclusiones. Esta es una de ellas. Badiani es una heladería florentina con 90 años de trayectoria y una imagen muy puesta al día. Acaban de abrir en Rosselló 232 para rescatar la tradición de sabores que en Toscana tiene cuatro siglos de historia. Su porfolio cuenta con unos 25 sabores, varios de ellos de creación propia, a los que añaden sabores propios y exclusivas de cada ciudad. Uno de ellos es el buontalenti con el que ganaron el Gelato Festival 2015 (receta tradicional de leche, azúcar y huevos). En el obrador de Paolo Pomposi, al fondo del local, también se elaboran tartas heladas como la de tres capas de pistacho o los polos, de divertidos diseños.

Dirección: Carrer del Rosselló, 232, 08008, Barcelona.

Bodevici

Ecología, calidad y sostenibilidad son los cuatro pilares del proyecto Bodevici. Creada hace 11 años por Jordi Rivera, esta heladería en el corazón del barrio asegura ser la primera en Europa que no genera residuos (zero waste) ni en su elaboración, ni en su servicio. Él, que había hecho carrera en el sector de las energías renovables vio en este proyecto otra manera de contribuir a la causa.  Comenzó elaborando helados ecológicos (la primera certificada con este sello), sin aditivos ni conservantes artificiales desde sus inicios y en los últimos tiempos ha sumado opciones sin azúcar refinado (trabajan la pasta con dátiles naturales). Intentan crear variedades de helados que puedan adaptarse a todas las necesidades: gluten free, sin lactosa, veganos, sin azúcar… Además de trabajar constantemente en la innovación tanto de sabores como de combinaciones que conviertan los helados en un snack/postre saludable y nutricionalmente recomendable para todos los públicos. De su gustoso portfolio os recomendamos el helado de jengibre con leche de avena Monsoy, elaborada en el Monseny y limón, el de manzanas de Lleida al horno con canela y el clásico de mangos de Málaga. También ofrecen horchatas autóctonas como la elaborada con avellanas tostadas de Reus DOP o la de almendras crudas de Mallorca.

Dirección: Carrer de Torrijos, 21, 08012, Barcelona.

Lucciano’s

Tras una fuerte expansión en su Argentina natal Lucciano’s desembarcó hace unos meses en Barcelona. Y, a juzgar por las colas en su puerta, en Rambla de Catalunya y Gran Vía, está siendo una de las aperturas sonadas en esta cuestión gélida. El suyo es un ejemplo de cómo la tradición heladera ha viajado de Italia al país andino y ha venido como un boomerang rebotada de vuelta (y hay quien dice que mejorada). La empresa nació en 2011 en la ciudad bonaerense de Mar del Plata de la mano de la familia Otero. Su rápida expansión a países como Uruguay, EEUU o la misma Italia (Roma), ya ha sentado un precedente que habla de su buen hacer. Que no os despiste la estética futurista, sus 24 sabores están creados a conciencia, creados con ingredientes italianos de máxima calidad y chocolates belgas. Además, tienen 20 helados tipo polo con personajes infantiles como los Minions, porque tienen la licencia exclusiva de distribución de Universal. Os recomendamos el helado de chocolate blanco con crocante de pistacho y el waferino-crock con dulce de leche.

Dirección: Gran Via de les Corts Catalanes, 601, 08007 Barcelona

Baboia

Si eres de los que de pequeños os tirabais de cabeza al helado de pitufo y el sabor original es lo que más os mueve a la hora de probar un helado, la Baboia os encantará. Sus helados artesanales tienen sabores totalmente asombrosos, ligados al recetario catalán. ¿Os habéis preguntado cómo sabría un pet de monja si fuera un helado? Estáis en el sitio correcto. Si lo escatológico no entra en los planes gustativos también podéis probar el de mel i mató, de cava y mandarinas o, por qué no, de sangría. Según explican sus creadores, Laurence Mickalonis y el maestro heladero Jordi Roig (La Gelateria, Canet de Mar-Barcelona) su idea es recuperar el recetario tradicional con este nuevo enfoque tan refrescante como lúdico. Por cierto, el nombre alude a un juego también tradicional catalán y una «baboia» (una ruleta catalana) preside la pared con todos los sabores a escoger por azar. Puedes tirar y probar a ver qué sale.

Dirección: Carrer dels Canvis Vells, 2, 08003 Barcelona.

 

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