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Magda Oranich, la defensora de hierro

Enamorada del país, del Barça y de su oficio, Magda Oranich i Solagran es una rara avis de la política y un antídoto viviente contra el sectarismo

 Magda Oranich en un acto de Òmnium del 2019 | Vikièdia (Òmnium Cultural)
Magda Oranich en un acto de Òmnium del 2019 | Vikièdia (Òmnium Cultural)
Toni Rodríguez | VIA Empresa
Presidente de Intermedia
13 de Enero de 2023
"Give me a lifetime of promises and a world of dreams."
Apasionada, defensora incansable y orgullosa de su independencia, Magda Oranich pertenece a la llamada generación del 68 (año en que acabó la carrera) y es vista por muchos de sus contemporáneos como un tipo de versión nostrada de Tina Turner (Oh, you're the best!), no tanto por su posible parecido fìsico como por la pasión y la ternura, todo a la vez, con la que se enfrenta al mundo y la paciencia infinita que muestra cada día cuando reinicia la pesada tarea de mejorarlo.

Licenciada en Derecho y Periodismo; cofundadora de la Asamblea de Catalunya; defensora del etarra Juan Paredes Manot y miembro destacado de la defensa emocional y jurídica de Salvador Puig Antich, las ejecuciones de los cuales vivió en primera persona con la cabeza alta y el corazón encogido; cofundadora de Nacionalistes d’Esquerra; diputada independiente de Iniciativa per Catalunya en elParlamento, sin ser comunista; regidora de Convergencia en el Ayuntamiento de Barcelona, sin ser militante; actual miembro -un poco agobiada- de Junts por Catalunya y enamorada del país, del Barça y de su oficio, Magda Oranich I Solagran es una rara avis de la política y un antídoto viviente contra el sectarismo, que, como es sabido, constituye una de las formas más patéticas de la imbecilidad humana.

 

Casada, sucesivamente, con Marc Palmés y Enric Leira, dos prestigiosos compañeros de carrera, sus colegas todavía recuerdan el gesto inflamado y el verbo convincente que gastaba en las asambleas del ilegal Sindicato de Estudiantes de la Universitat de Barcelona que se celebraban en los 60 en la facultad de Derecho de Diagonal. "Siempre estaba muy informada y siempre demostraba que tenía razón", explica un antiguo alumno de la Facu. "Tenía madera de abogada, pero también de periodista".

"Tenía madera de abogada, pero también de periodista"

Esta doble vocación la llevó, una vez licenciada en Derecho, a matricularse por libre en la Escuela Oficial de Periodismo de Barcelona (EOP), un artefacto transitorio previo a la creación de la facultad de Ciencias de la Información donde los estudiantes podían obtener un título entonces indispensable, sin tenerse que matricular en la Escuela de Periodismo de la Iglesia ni tener que ir a examinarse a la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, que era la única escuela de todo el Estado autorizada a librar títulos .

 

Ayudando a huir un presunto etarra

Un buen día, en uno de aquellos exámenes que compartía con Marc Palmés, Amparo Moreno, Manuel López, Carles Guàrdia, Karmele Marchante, Pedro Palacios, Xavier Vinader, Quico Cusí, Ángel Sánchez, Paco Laguna o un servidor de ustedes (casi todos militantes de partidos clandestinos de izquierda o de extrema izquierda) Magda y Vinader organizaron la fuga de Juan (Jon) Querejeta Vega, un pariente del cineasta Elías Querejeta que se presentaba a exámenes de final de curso esposado y vigilado por dos policías de la brigada político social.

Jon Querejeta era un preso político vasco "de buena familia", simpático y charlatán, que el mes de diciembre de 1970 puso una bomba en un repetidor de TVE en Berberana (Burgos) para interrumpir el discurso de Navidad del general Franco. Todo el mundo creía que era un etarra, pero en realidad militaba en un grupúsculo de izquierdas federalista y autogestionario que se llamaba Grupos de Acción Carlista (GAC), una formación simpatizante de ETA y radicalmente enfrentada a la rama mayoritaria de carlistas integrados a la "Falange Tradicionalista y de las JONS".

El líder de los carlistas progresistas era Carlos Hugo de Borbón-Parma, un "príncipe rojo" casado con la princesa Irene de Holanda y rival de Juan Carlos de Borbón como aspirando a la corona española, que era violentamente combatido por su hermano Sixto de Borbón-Parma, un integrista a quien apoyaban los servicios secretos del régimen. La expresión más violenta de aquella relación fratricida se escenificó el día 9 de mayo de 1976 en el monasterio navarro de Montejurra donde los partidarios de Sixto mataron a tiros a dos seguidores de Carlos Hugo y hirieron a unos cuántos más.

Magda ya era una joven profesional antifranquista que pertenecía a título personal a la Asamblea de Catalunya

Carlos Hugo, muerto en Barcelona en 2010, no llegó a reinar nunca, pero uno de sus "soldados" consiguió fugarse de la Escuela, ubicada en la Rambla 130, ante el teatro Poliorama, y refugiarse con su compañera sentimental en el piso que tenían unos "curas comunistas", amigos de la futura periodista Amparo Moreno, en la calle Dos de Mayo, donde fue nuevamente detenido debido a un exceso de confianza.

Entonces, Magda ya era una joven profesional antifranquista que pertenecía a título personal a la Asamblea de Catalunya, una instancia unitaria creada en 1971 que reunía desde los demócrata cristianos de Anton Cañellas hasta el maoísta Partit del Treball de Catalunya o la Lliga Comunista Revolucionària, pasando por los euro comunistas del PSUC, los socialistas, los grupos de Jordi Pujol todavía no organizados como Convergencia… y los autogestionarios del Partit Carlí de Catalunya

La Asamblea de Catalunya luchó por la libertad, la amnistía y el estatuto de autonomía (objetivos que entonces parecían muy utópicos) y organizó las tres mayores operaciones de propaganda internacional de la historia reciente de la oposición democrática catalana: las manifestaciones del 2 y del 8 de febrero de 1976 en Barcelona y la celebración de la primera Fiesta Nacional de Catalunya en Sant Boi, el 11 de septiembre del mismo año.

Tres años antes, el 28 de octubre de 1973, la Asamblea había sufrido una "caída" importante cuando estaba reunida en sesión plenaria en la parroquia de Santa Maria Mitjancera, donde la policía había entrado pistola en mano y se había llevado a 113 activistas. Entre ellos, a Magda.

Un padre valiente, fundador de Perfumerías Magda

Dos meses más tarde, el día de Navidad de 1973, la abogada obtenía un permiso temporal para salir de la prisión y asistir al entierro de su pare, Antoni Oranich i Paituví, un luchador orgulloso de la hija, muerto repentinamente de un ataque de corazón antes de hacer 60. Oranich, huérfano de padre desde los 14 años, había emigrado de Sant Celoni a Barcelona, se había ganado la vida como "viajante de comercio internacional" de perfumes y medias de nylon y había acabado siendo un buen empresario. Pero también fue un republicano crítico, que había salvado muchas vidas amenazadas por pelotones violentos de la FAI durante los primeros meses de la guerra civil.

Explica Marià Manent que cuando en 1936 Joaquim Maria de Nadal, secretario de Cambó, fue detenido y llevado a la jefatura de policía de Vía Laietana se le acercó un miliciano cargado de pistolas y cuchillos que lo tranquilizó en voz baja diciéndole que lo sacaría de allá sano y salvo. Al día siguiente, el director general del Hispano Olivetti, Joan Peiretti, los estaba esperando en el puerto, a pie de escala del "Principessa Maria", que lo llevaría a Génova igual que llevaron 60 monjas del Sagrado Corazón que también iban disfrazadas. Otros beneficiados por la acción valiente de Antoni Oranich fueron algunos personajes famosos como Pere Rahola o Josep Maria de Sagarra.

El miliciano, conocido con el apodo de "Pimpinela Escarlata" (una célebre película de espías de la época ambientada a la Revolución francesa interpretada por Leslie Howard y Merle Oberon) era un joven señor de Barcelona que también consiguió salvar la propia vida, se casó con Magda Solagran i Lluró, transmitió su ADN luchador a las hijas y fundó una selecta cadena de tiendas de lujo, "Perfumerias Magda", con locales en el edificio de la Pedrera, en la esquina Passeig de Gràcia-Diputació y en la plaza Francesc Macià (entonces dicha de Calvo Sotelo).

La tienda de Perfumería Magda (1961) de la plaza Calvo Sotelo el día de su inauguración | Barcelofilia.blogspot.com (La Vanguardia)
La tienda de Perfumería Magda (1961) de la plaza Calvo Sotelo el día de su inauguración | Barcelofilia.blogspot.com (La Vanguardia)

La de la calle Diputación, construida entre las medianeras de los antiguos palacetes del aristócrata Cesar Ortembach y de la familia Vidal Ribas, fue inaugurada en 1947, cuando Magda tenía dos años. Su impresionante fachada estaba concebida como un gran escaparate redondeado, de estilo racionalista, con grandes columnas y ventanales artesanales revestidos de mármol y una cornisa luminosa que daba la bienvenida a un tramo de calle realmente notable, entre Passeig de Gràcia y Rambla Catalunya.

Allá había otras joyas arquitectónicas de la época como el Cine Cristina, el cine Fémina, el teatro Calderón, la tienda de muñecas "Mariquita Pérez" y otros edificios singulares nunca desaparecidos de la memoria ciudadana de este magnífico trozo de l'Eixample. Perfumerias Magda vendía productos con marca propia, herederos de anteriores ocupaciones comerciales de Oranich, que hacía fabricar a la empresa de fragancias Luxana.

Magda se crió en un ambiente perfumado y emprendedor, dentro de una familia antifranquista, demócrata y burguesa

Defendiendo al Txiqui

Magda se crió pues en un ambiente perfumado y emprendedor, dentro de una familia antifranquista, demócrata y burguesa que veraneaba en Sant Celoni, en la cual la autoexigencia formaba parte del pan de cada día. Aquel compromiso la llevó bien pronto a defender numerosos presos políticos. Uno de los más famosos fue Jon Paredes Manot, el "Txiqui", un militante de ETA políticomilitar que solo tenía 21 años, nacido en Zalamea de la Serena (Badajoz) y emigrado de muy pequeño a Zarautz (Guipúzcoa) con sus padres y familiares.

Txiqui murió el día 27 de septiembre de 1975, al mismo tiempo que otro etarra, Ángel Otaegui, y los miembros del FRAP Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo, igualmente ejecutados dos meses antes de la muerte del general Franco. A Txiqui lo fusilaron en un bosque tocando al cementerio de Collserola, abatido por doce balas disparadas por un pelotón de guardias civiles voluntarios. Lo habían condenado en un consejo de guerra, acusado de haber matado un caporal de la policía armada en el decurso de un atraco a la sucursal del Banco Santander de la calle Casp de Barcelona, a pesar de los esfuerzos de sus abogados Magda Oranich y Marc Palmés, que defendían que el Txiqui no coincidía físicamente con la descripción de los testigos, que el tribunal militar no era competente y que el día de autos el activista estaba en Perpiñán.

Según recuerda Magda, que se pasó toda la noche "en capilla" con Marc haciéndole compañía, Txiqui se mostró tranquilo y seguro de sí mismo, murió cantando "Gora Euskadi" y todavía tuvo tiempo para dedicar una foto a sus hermanos pequeños con una frase del Che Guevara que dice: "mañana, cuando yo muera, no me vengáis a llorar. Nunca estaré bajo tierra, soy viento de libertad".

No hay que decir que Magda y Marc se hartaron de llorar. Pero aquella no fue la primera vez. El día 2 de marzo de 1974 también era ejecutado Salvador Puig Antich, el último preso político sometido a la aberración del garrote vil por el régimen franquista, a quien se le había negado el "privilegio" de ser fusilado. En el inicio del caso, Magda había tenido que interrumpir su implicación en el grupo de defensa emocional y legal de en Salvador porque, como hemos dicho, ella misma había sido encarcelada como miembro de la Asamblea de . Catalunya. Una defensa poliédrica y coral que no podía ser solo estrictamente jurídica. "Desde el punto de vista legal ya sabíamos que no nos saldríamos", explica Magda. "La respuesta jurídica tenía que ser impecable, pero había que hacer una campaña nacional e internacional de comunicación capaz de influir políticamente en el caso".

Defendiendo a Puig Antich

Fue justamente ella la primera en conocer la caída del comando cuando, estando al Juzgado de Guardia, vio entrar detenidos a Xavier Garriga y Santi Soler y supo que Puig Antich acababa de ser ingresado en el Hospital Clínico con una bala en la mandíbula y otra en un hombro. Magda, que conocía a Salvador a través de sus compañeros de lucha política y profesional Josep Oriol Arau y Francesc Caminal, avisó inmediatamente por teléfono a Marc Palmés. Casi a la vez, las hermanas de Puig Antich se ponían en contacto con su amigo Arau, ex líder estudiantil carismático e independiente de una promoción (1964/1969) realmente comprometida donde había activistas como por ejemplo Mario Gas, Emma Cohen (nacida en Beltrán), Miquel Agustí, Pere Comas, Ramon Torrent, Toni Ramis o Eugeni Gay, entre otros muchos.

El activista sabía perfectamente qué se jugaba y los miembros de aquella pandilla de hijos del 68 estaban prevenidos

La propia Magda había sido consejera de curso del Ilegal Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universitat de Barcelona (SDEUB). Arau lo era del curso siguiente. El joven abogado era amigo íntimo de Carme Puig Antich, a quien había defendido con Caminal en un pequeño tema laboral anterior. A raíz de aquello, habían conocido a Salvador, que ya les había anunciado que tarde o temprano los necesitaría para un tema de mayor importancia. El activista sabía perfectamente qué se jugaba y los miembros de aquella pandilla de hijos del 68 estaban prevenidos.

Puig Antich era un libertario armado, militante del MIL, (Movimiento de Liberación Ibérica de¨lliberació", en el catalán macarrónico de la época), un grupo que había abandonado oficialmente las armas después de resultar herido de rechazo en un atraco el contable de una sucursal del Banco Hispanoamericano, a pesar de que Salvador y otros "mil-i-tants" decidieron seguir adelante. El grupo destinaba parte del dinero que "expropiaban al sistema" a socorrer obreros en lucha y proveer la caja de resistencia de sus familias.

La detención de Salvador y sus compañeros tuvo lugar el mes de septiembre de 1973 en la portería de la calle Girona 70, bien cerca del bar Funicular, donde la brigada político social le había parado una trampa torpe rápidamente derivada en un tiroteo que nunca sabremos quién inició. Santi Soler, previamente detenido y torturado, había sido utilizado como cebo para atraparlo. A pesar de que en el último momento Soler pudo hacer un grito de alerta, la emboscada acabó en una "riña tumultuaria", en palabras de sus abogados, en la que la voluntad de matar no quedó demostrada.

El anarquista, que llevaba dos pistolas, resultó herido grave. Pero un subinspector de policía, Francisco Anguas Barragán, murió de unas balas que desaparecieron y sobre las cuales el tribunal militar no permitió hacer ninguna prueba pericial. Magda, Marc, Arau y Caminal (futuro vocal no judicial del Consejo General del Poder Judicial) eran miembros de la Asamblea de Catalunya y de la Comisión de defensa de los derechos de la persona y del libre ejercicio de la abogacía del Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB), una comisión presidida por Josep Benet que actuaba como refugio democrático de la sociedad civil catalana.

Magda: "Allá aprendí democracia"

"Allá aprendí democracia" recuerda Magda. Ella, Marc, Enric Leira y Josep Maria Loperena, eran embajadores oficiosos ante los medios de comunicación. Todos juntos, compartían con Caminal y Arau todo tipo de esfuerzos, ilusiones, temeridades y, pasados los años, alguna partida de póquer de vez en cuando para relajarse y ejercitar su capacidad de estrategia y de autocontrol de emociones.

El libertario Puig Antich no quería que su abogado fuera militante de ningún partido político, y mucho menos, del PSUC. Arau era radicalmente independiente, y Caminal ya era proto convergente a pesar de que el partido de Jordi Pujol no fue fundado hasta noviembre de 1974. Arau y Caminal hicieron pues el paso adelante, mientras sus amigos y compañeros -y muy especialmente Magda- también abocados a la durísima defensa del Txiqui, aportaban todos los conocimientos y apoyo emocional que podían y miraban de implicar unos partidos políticos clandestinos que se mostraban poco partidarios de interceder por un anarquista no encuadrado en ninguna formación del Consejo de Fuerzas Políticas de Catalunya.

"Supimos que Salvador no se saldría cuando Capitanía General pidió al Tribunal Militar de Barcelona que se declarara competente por el caso", explican separadamente Magda Oranich y Francesc Caminal. "Aquello quería decir dos cosas: que la sentencia sería muy probablemente de muerto y que ningún tribunal se tomaría seriamente los alegatos de una pandilla de letrados menores de 30 años, sin currículum ni experiencia".

Había que encontrar una solución. El decano del ICAB, Miquel Casales Colldecarrera, les aconsejó buscar un letrado más maduro, capaz de hacerse respetar por el régimen. Los primeros nombres fueron los de Manuel Jiménez de Parga (antiguo catedrático de Derecho Político de los jóvenes abogados) y Joaquín Ruiz Jiménez, dos nombres de prestigio internacional que no aceptaron el encargo.

El senior finalmente incorporado al grupo fue el setentañero Francesc d'Asis Condominas Valls, antiguo decano del ICAB entre 1951 y 1957 y presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de  Catalunya entre 1969 y 1977, que pasó a ser el primer letrado del caso. Arau, un hombre carismático y casi tan seductor como Magda, pasó a ser letrado adjunto.

Para ganar tiempo y poder retirarse del primer plan de la defensa, Arau tuvo que aducir una dolencia teóricamente indemostrable, los Vertígens de Ménière, que obligaba el tribunal a recomenzar buena parte del procedimiento y aceptar que fuera sustituido por Condominas como primer letrado de la causa.

Muerte de Carrero Blanco: La condena definitiva de Txiqui y Puig Antich

Unos treinta días más tarde de la detención de Salvador, en octubre de 1973, Magda también era detenida como miembro de la Asamblea de Catalunya. Y justo cuando fue liberada para asistir al entierro de su padre, pasó un hecho decisivo en la historia represiva del franquismo: el 20 de diciembre de 1973, cinco días antes de salir de la prisión, el presidente del gobierno y almirante Luis Carrero Blanco, sucesor "inpèctore " del general Franco, salió volando literalmente sobre las azoteas de la calle Claudio Coello de Madrid en su Dodge negro oficial.

ETA había colocado 100 kilos de goma-2 en el subsuelo de la calle en un hecho que probablemente cambió la historia de España pero sin duda acabó de condenar a muerte a Txiqui, Salvador y los presos del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), que también estaban pendientes de sentencia. Cuando lo supo, Puig Antich dijo a sus abogados que "nos acaban de matar a los dos, a Carrero y a mí".

Monte Antich: "Nos acaban de matar a los dos, a Carrero y a mí"

Arau, que moriría 15 años más tarde que Salvador, se derrumbó moralmente la mañana del 2 de marzo, una vez ejecutado su cliente y amigo, después de que lo echaran de una Modelo repleta de policías libres de servicio y delerosos de revancha y se fuera con Caminal a casa de su madre a buscar consuelo. Caminal cree que en realidad Oriol empezó a morir aquel mismo día.

Mientras tanto, Magda y Marc, que también habían sido expulsados de la Modelo, se despidieron de Arau y de las germanas Puig Antich, con quién habían estado esperando vanamente el indulto desde el célebre bar La Modelo de la calle Entença, y marcharon con Leira y otros compañeros hacia el Colegio de Abogados de Barcelona a celebrar una dramática asamblea extraordinaria de la Comisión de Defensa de los Derechos de la Persona y del Libre Ejercicio de la Abogacía que se alargó toda la noche del día 1 al 2 de marzo.

Sus miembros conectaron infructuosamente con todo tipo de personalidades catalanas, españolas e internacionales para conseguir el indulto. En caso de haberlo hecho es muy posible que se hubiera producido una rebelión policial. Salvador murió en un cadafal improvisado en la sala de paquetería de la prisión Modelo. Jesús Irurre, el funcionario que lo vigilaba y acabó jugando a baloncesto con él, gritó "Franco, hijo de puta, asesino", antes de que un compañero compasivo se lo llevara para evitar represalias.

Portada del diari de successos El Caso sobre l'execució de Salvador Puig Antich i Heinz Chez | Pinterest
Portada del diario de sucesos El Caso sobre la ejecución de Salvador Puig Antich y Heinz Chez | Pinterest

El mismo 2 de marzo también era ejecutado a garrote el preso alemán "Heinz Ches", nombre falso de Georg Michael Welzel, acusado de haber matado un guardia civil en un camping de Tarragona, en una jugada que según algunos analistas miraba de homologar la muerte de en Salvador con la de un mal factor común. La obra teatral "La Vuelve", dirigida por Albert Boadella habló hasta que el propio Boadella y algunos del suyos compañeros también fueron encarcelados.

Arau y Palmés murieron prematuramente hace una pila de años, Caminal presenta una importante hoja de servicios como jurista y Oranich continúa ejerciendo su incansable carrera de defensora de los derechos humanos desde el despacho que comparte con sus hijos Sergi e Ivan Palmés Oranich, bien cerca del Colegio de Periodistas, a quienes también asesoran.

Las ejecuciones de Txiqui y Salvador forjaron su carácter y marcaron profundamente su vida. Pero Magda es una líder infatigable y colaborativa, pieza básica de cualquier equipo y una feminista irreducible de primera hora, que durante la Caputxinada de 1966 tiraba bocadillos y víveres a los activistas cerrados al convento, junto con la escritora Montserrat Roig. 

Candidata deseada, superviviente irreducible

Además de su trayectoria política y de ser la eterna candidata deseada por muchos de sus colegas como decana del Colegio de la Abogacía de Barcelona, la Magda ha sido vicepresidenta del Consejo Nacional de Mujeres de , Catalunyafundadora y presidenta de la Comisión de Protección de los Derechos de los Animales del ICAB, miembro de la Fundación Trias Fargas, defensora del socio, miembro de la Comisión de Reforma de los Estadouts y vocal de la Junta Directiva del Fútbol Club Barcelona y secretaria de la junta directiva de ACNUR Catalunya, entre otras muchas responsabilidades.

Durante su carrera ha trabajado y trabaja en defensa de víctimas de violación, agresiones y maltratos de género, como por ejemplo en el caso del violador de l'Eixample, o el de las víctimas de maltratos en orfanatos franquistas. Políticamente, habría querido mantener un perfil bajo en Junts per Catalunya, pero el destino hizo que fuera la más votada en el congreso que eligió la Comisión de garantías del partido. Y también fue la escogida para hacer el llamado "informe Dalmases", un expediente que algunos dirigentes de la formación, del nombre de los cuales de aquí no muy no se recordará nadie, habrían querido dictar personalmente.

Esperanza en vano. Magda Oranich es una superviviente nacida en 1945, que en el 1993 superó un terrible accidente de coche, en 2000 sufrió una operación de cáncer de pronóstico incierto y en 2014 fue sometida a una operación quirúrgica a corazon abierto.

Amable y confiada, combativa contra la discriminación de género y el edadisme, amante de los animales, catalanista y barcelonista acèrrima, que nadie se confunda: ella es miembro de una generación, la de los hijos del 68, que se dejaron la piel em la transición, continúan al pie del cañón y nunca se rendirán sin lucha. Más que nada, porque son de hierro.