
Pistoletazo de salida para Maldita Barra, una cocina que fusiona los sabores de Oriente Medio con el espíritu mediterráneo y que impulsa propuestas culturales y artísticas en el corazón del Eixample barcelonés. Ana de Espona, joven emprendedora catalana de 24 años, ha elegido la ciudad condal, concretamente la calle Rosselló 242, para abrir esta gran aventura gastronómica. Está situada en el edificio de la antigua propietaria Pepita Teixidor, figura clave del modernismo pictórico catalán y primera mujer representada en la estatuaria pública de Barcelona con su busto en el Parque de la Ciutadella. Hoy, Ana recoge este legado y convierte Maldita Barra en una plataforma de visibilidad para emprendedoras, artistas y voces de la generación Z.
Como curiosidad, tal y como explica la fundadora a VIA Empresa el día antes de la fiesta que celebraba un año desde la apertura en julio de 2024, “encontramos el local ideal, casi 300 metros cuadrados rodeados de monumentos históricos, para ser un punto de encuentro intergeneracional, cultural y social. Aquí no se viene solo a comer, aquí pasan cosas”.

Y es que, el espacio se divide en dos zonas diferenciadas. La primera funciona como restaurante y cafetería, mientras que la segunda, permite una transformación constante: desde cenas íntimas hasta sesiones de vino con músicos, encuentros culturales o incluso clases de yoga. Para hacerlo posible, Ana tuvo que autofinanciar todo el proyecto, ya que, siendo tan joven y sin experiencia previa en gastronomía —estudió empresariales—, no la tomaron en serio. Pero estaban muy equivocados. Un año después de la apertura, Maldita Barra cuenta con 20 trabajadores y ha llegado a recibir hasta 400 comensales en un solo día.
El menú, diseñado en colaboración con los chefs Jordi Limón y Martín Badó, de MAM del Bó, fusiona la cocina de Oriente Medio con la Mediterránea
El menú, diseñado en colaboración con los chefs Jordi Limón y Martín Badó, de MAM del Bó, fusiona la cocina de Oriente Medio con la Mediterránea. Después de un intercambio de cinco meses en la capital china, Hong Kong, que fue una gran fuente de inspiración para Ana de Espona, el menú refleja esta influencia.
En la sección de “picar y compartir” destacan propuestas como la Gilda Caseras, los torreznos con patatas y el pimentón de la Vera. Entre los platos más populares se encuentran la milanesa con huevo pochado y trufa, y el rigatone cacio e pepe con huevo pochado, junto con opciones más ligeras como la crema de calabaza a la brasa o el ceviche de lubina. La cocina a la brasa toma protagonismo en carnes como la tagliata o el pollo ecológico, mientras que las pastas y noodles aportan variedad con influencias que van de Italia a Asia.

Las claves del éxito de Maldita Barra, según Ana, son “implicarme de lleno y estar dispuesta a arremangarme con todo. También saber escuchar a los demás, pero con cierta dosis de prudencia, porque si me hubiera creído todo lo que me decían en aquel momento, no estaría aquí. Es cuestión de tener claros mis objetivos y saber de quién tomar las opiniones”.
Finalmente, la joven fundadora quiere, a corto plazo, terminar de arreglar el espacio polivalente. Esta sala no tiene un coste adicional por el alquiler, solo se pagan los menús: o bien el pica-pica, que vale 35 euros, o bien el menú sentado, que son 40 euros. Y concluye: “siempre seguir escuchando a los clientes, mejorar y acabar dándolo todo”.
Maldita Barra
Dirección: Calle Rosselló 242 L'Eixample, 08008 Barcelona
Precio medio: 14 euros